Los Niños de Ojos Negros han pasado a formar parte del legendario urbano moderno desde que en 1998 el periodista Brian Bethel se decidiera a publicar su propia experiencia buscando obtener respuestas y conocer si era el único que hubiera vivenciado algo similar poniendo en marcha, sin saberlo, un ánimo a que más personas compartieran sus testimonios y, como no podía ser de otro modo, se crearan una miríada de creepypastas y demás relatos de terror.

Algunos de estos relatos, que abundan en Internet, son evidentemente ficticios y poco trazables sin embargo, existe otra vertiente: testimonios que les son relatados directamente y en primera persona a los investigadores especializados. Valore el lector si se trata de un mito moderno o si pudiera sustentarse en una pequeña parte de realidad.

Niños de Ojos Negros

Centrándonos en las experiencias relatadas en primera persona a los investigadores y no en ‘’lo que le pasó al amigo de un amigo’’ la mayoría de encuentros con niños de ojos negros tendrían características en común.

Primeramente que los testigos no se percatan de que los niños o casi adolescentes que tienen delante cuentan con unos ojos tan perturbadores pues estos los esconden, mirando permanentemente al suelo y ayudándose de capuchas o gorras. Unos ojos negros en su totalidad, tal como se describen los de los conocidos alienígenas de tipo gris.

Otra característica fundamental es que parecen nublar el entendimiento de los sujetos que dejan de pensar con claridad durante unos instantes y se ven invadidos por una sensación de terror atroz y preguntándose por qué tienen tanto miedo si sólo son niños.

Por supuesto, estos niños querrían algo que manifestarían vehementemente: que les dejen entrar bien sea a la vivienda, al coche o a la habitación de hotel.

Estas características aparecen en la mayoría de los casos reportados y por supuesto, también lo hacen en quien fue el primero en atreverse a divulgar una experiencia tal…

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En macabro encuentro

La experiencia de Brian Bethel tuvo lugar, según él mismo relató, en 1996 en Texas, mientras se encontraba dentro de su coche, que estaba aparcado cerca de unos cines, preparando unos cheques que debía entregar. El periodista tenía algo de prisa, se le estaba haciendo tarde.

Y mientras estaba concentrado en la labor algo inesperado le sorprendió: unos toquecitos en el cristal. No se había percatado de que había dos chicos que estaban de pie al lado de su coche buscando llamar su atención.

El protagonista bajó la ventanilla para poder hablar con ellos pero en ese momento, como si llegara de la nada, el pavor más absoluto se apoderó de él. Esos chicos le aterrorizaban pero no podía entender por qué, debido a esto, no se atrevía a mirarles directamente.

Algo interrumpió estos pensamientos. Uno de ellos habló explicándole que querían ver una película en concreto pero que se habían dejado el dinero en casa y solicitando imperativamente que les dieran permiso para entrar en el coche con la pretensión de que el periodista les acercara a su casa a recoger el dinero.

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Para Bethel esto no tenía sentido, la última sesión de la película en cuestión ya había empezado y a esas alturas estaría muy avanzada por lo que, si hacía lo que le pedían, para cuando volvieran el film ya habría terminado o estaría muy cerca de hacerlo, sus nervios no hacían más que incrementar, pero el mismo niño insistió alegando que eran sólo dos niños.

Frase extraña. Así le pareció al periodista que se sentía confuso e inmerso en sus propios pensamientos viéndose sorprendido de nuevo por la insistencia del joven, cada vez más autoritario, volviendo a solicitar permiso para entrar al vehículo y remarcando que no podían pasar si no eran invitados a hacerlo. Las frases escogidas, la insistencia y los nervios que aquella situación le causaban, hicieron que Bethel por fin se decidiera a mirar directamente a sus interlocutores y percatándose de aquellos ojos enteramente negros.

No lo pensó dos veces, puso en marcha el coche y salió de allí a toda velocidad sintiendo que huía de algo enormemente tenebroso…

Nuestra compañera Sonia Gupta del canal AEnigma presenta y analiza en detalle varias características generalmente adscritas a los misteriosos niños de ojos negros en el siguiente video:

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