La religión sumeria era de naturaleza politeísta. De hecho, los sumerios adoraban a gran número de deidades. Dichas deidades eran seres antropomórficos destinados a representar las fuerzas naturales del mundo. Algunas de estas deidades también tenían sus equivalentes en las religiones de otros pueblos mesopotámicos.
Se estima que los dioses del panteón sumerio se contaban por cientos, si no por miles. Sin embargo, algunos de ellos destacaban por su importancia en la religion sumeria y, por ello, pueden considerarse como los principales dioses y diosas de su panteón.
An: Señor supremo de los Cielos
El dios más importante del Panteón sumerio es An (conocido también como Anu por los acadios). An era el dios del cielo y, como tal, en un principio estaba considerado Señor de los cielos y dios supremo del panteón sumerio.
Posteriormente, sin embargo, este papel protagonista lo acabó compartiendo, o incluso le fue arrebatado por otros dioses. Eso sí: mantuvo su lugar preponderante y continuó siendo venerado por todos. Por ejemplo, cuando otras deidades alcanzaban una posición destacada en el panteón sumerio, se decía que recibían el anûtu (que puede traducirse como “el poder de An”), quedando patente de este modo que el estatus exaltado de An se mantuvo a pesar de haber sido reemplazado por otro dios como deidad suprema.
Enlil: el segundo rey de los dioses sumerios
Otra deidad principal del panteón sumerio era Enlil, el dios del aire, del viento y de las tormentas, hijo de An y Ki. Enlil asumió el papel de su padre como rey de los dioses. En algunos mitos sumerios, Enlil ha sido representado como una especie de dios creador. En el único relato de la creación sumeria que ha llegado hasta nosotros, se narra que Enlil separó a su padre y a su madre, marcando de este modo el principio de la creación.
Enki: el creador del hombre de la mitología sumeria
Enki fue otra importante deidad del panteón sumerio. Acadios y babilonios lo conocían como Ea. Enki personificaba la sabiduría, la magia y los encantamientos, y era uno de los tres dioses sumerios más poderosos, constituyendo la divina triada suprema junto a Enlil y An. A Enki se le atribuye la creación de la humanidad, siendo según la mitología sumeria, su protector. Fue Enki, por ejemplo, quien advirtió a Ziusudra de la inundación que los dioses pretendían enviar para aniquilar la especie humana. Tal vez por ello, por su papel como dios protector, fuera Enki un dios tan popular y querido entre el pueblo sumerio.
Inanna: tesoro nacional sumerio
Basándonos en los textos literarios dejados por los sumerios, podemos decir que la deidad más popular de su panteón era Inanna (conocida por asirios y babilonios como Ishtar). En muchos de los más famosos relatos sumerios —tan a menudo copiados— y en numerosos mitos e himnos, Inanna desempeña un papel destacado: como ejemplos podemos citar El descenso de Inanna, El árbol de Huluppu o Inanna y el dios de la sabiduría.
Ha sido a través de dichos textos como hemos podido descubrir la naturaleza de esta diosa, tal y como la conocemos en la actualidad. Inanna era adorada por los sumerios como diosa de la pasión, el amor y la guerra.
Los siete dioses principales de los sumerios
Aparte de An, Enlil, Enki e Inanna, también había otras tres deidades que conformaban el grupo de los siete más importantes dioses y diosas del panteón sumerio. Uno de ellos era Utu, dios del sol y la justicia. En los períodos más ancestrales de la historia sumeria, Utu era tenido como el hermano gemelo de Inanna.
Otra deidad importante era Ninhursag, adorada como Diosa Madre y, por tanto, asociada a la fertilidad, la naturaleza y la vida en la tierra. Ninhursag era además la protectora de las mujeres y los niños, especialmente de embarazadas y niños de muy corta edad. La última de estas siete divinidades principales sumerias era Nanna, dios de la luna y la sabiduría. A veces a este dios se le consideraba padre de Inanna. Su importancia radicaba en el papel que desempeñó durante el proceso de la Creación en la mitología sumeria.
Este artículo fue publicado anteriormente en AncientOrigins.es y ha sido publicado nuevamente en CodigoOculto.com con permiso.
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