El Libro de Urantia, un tomo de pensamiento espiritual, filosófico y religioso, se presenta como una narración profunda que trasciende los límites convencionales de la creencia y el conocimiento. Originada a principios del siglo XX, esta obra afirma ser el producto de seres celestiales, ofreciendo una visión ampliada del cosmos, la naturaleza de la divinidad y el papel de la humanidad dentro del gran esquema de la existencia.

La autoría real sigue siendo objeto de debate, aunque se ha señalado que parece haber plagiado múltiples fuentes, sin atribución. Ha recibido diversos grados de interés, desde elogios hasta críticas, por su contenido religioso y científico, su inusual extensión y los nombres y orígenes poco habituales de los autores que aparecen en el libro.

El núcleo de El Libro de Urantia es la búsqueda de la unidad entre los diversos campos de la investigación humana. Intenta armonizar la religión, la ciencia y la filosofía en una visión coherente del mundo, sugiriendo que estas disciplinas no son hilos dispares sino parte de un único tapiz de la verdad.

El título del libro, “Urantia”, hace referencia a la Tierra, como nombre del planeta Tierra, y afirma que su intención es “presentar conceptos ampliados y verdades avanzadas”.

Fundamentos filosóficos de El Libro de Urantia

Los fundamentos filosóficos de El libro de Urantia son tan ambiciosos como controvertidos. Plantea un universo rebosante de vida, gobernado por una compleja jerarquía de seres celestiales, cada uno de los cuales desempeña un papel en la administración del orden cósmico. En la cúspide de esta jerarquía se encuentra el concepto de Dios, descrito como una fuente de amor que todo lo abarca y el arquitecto último del universo.

Según El libro de Urantia, los seres celestiales están organizados en una sociedad estructurada, muy parecida a las estructuras sociales humanas con las que estamos familiarizados, pero a escala cósmica. Estos seres van desde personalidades de alto orden, como las Deidades del Paraíso, hasta diversas órdenes de ángeles y otros espíritus ministradores.

En la cúspide de esta jerarquía celestial están las Deidades del Paraíso, que comprenden al Padre Universal, al Hijo Eterno y al Espíritu Infinito. Estas entidades representan la máxima autoridad en el universo y son la fuente de toda la creación.

Por debajo de las Deidades del Paraíso están los Espíritus Rectores y los Ancianos de los Días, que gobiernan los siete superuniversos.

Primera edición del Libro de Urantia, de 1955. Crédito de imagen: Public domain

Superuniversos y universos locales

Cada superuniverso se divide a su vez en universos locales, cada uno supervisado por un Hijo Creador y un Espíritu Materno Creativo. Estos universos locales son las unidades administrativas fundamentales del gran universo, donde están situados planetas evolutivos como Urantia (la Tierra).

El Libro de Urantia también introduce el concepto de los Artesanos Celestiales, una orden única de personalidades compuestas que son los maestros artistas y artesanos de los reinos morontiales (un estado entre lo material y lo espiritual) y espirituales inferiores. Estos artesanos son responsables del embellecimiento morontial y del embellecimiento espiritual en todo el gran universo.

Los artesanos celestiales no son creados como tales; son un cuerpo seleccionado y reclutado compuesto por personalidades maestras del universo central y sus alumnos voluntarios, que incluyen mortales ascendentes y otros grupos celestiales. Son comisionados en siete divisiones principales de actividad, incluyendo músicos celestiales, reproductores celestiales, constructores divinos, registradores del pensamiento y manipuladores de la energía.

El retrato que El Libro de Urantia hace de los seres celestiales ofrece un rico tapiz de entidades espirituales, cada una de las cuales contribuye al plan cósmico y al progreso espiritual de los habitantes del universo. Estos seres son representados tanto como administradores de la ley cósmica como guías amorosos de las criaturas evolutivas que ascienden hacia la perfección divina.

Para quienes se adentran en las páginas de El libro de Urantia, la jerarquía celestial proporciona un marco para comprender el vasto e interconectado universo. Pinta el cuadro de un cosmos bien ordenado, guiado por seres benévolos y sabios, que trabajan en armonía hacia el cumplimiento de un propósito divino.

Uno de los aspectos más convincentes de El libro de Urantia es su relato detallado de la vida y enseñanzas de Jesús, presentado como una reafirmación de su misión y mensaje. Este retrato trata de despojarse de siglos de acumulación doctrinal, presentando a un Jesús que es a la vez divino y humano, una figura que encarna los ideales más elevados de amor y servicio.

El documento final afirma:

“Seguir a Jesús significa compartir personalmente su fe religiosa y entrar en el espíritu de la vida del Maestro de servicio desinteresado al hombre. Una de las cosas más importantes en la vida humana es averiguar en qué creía Jesús, descubrir sus ideales y esforzarse por alcanzar el exaltado propósito de su vida. De todos los conocimientos humanos, el de mayor valor es conocer la vida religiosa de Jesús y cómo la vivió”.

El enfoque cosmológico del Libro de Urantia es igualmente audaz, ofreciendo explicaciones sobre el origen y la estructura del universo que entrelazan la visión espiritual con la ciencia especulativa. Habla de un cosmos vasto y ordenado, en el que los planetas evolucionan y las civilizaciones surgen, contribuyendo cada una de ellas a un plan divino en constante desarrollo.

Se exponen algunas ideas científicas interesantes, pero se expresan como hechos y no como teoría. Los autores del libro también afirman que la verdad “factual” es relativa y puede cambiar dependiendo de dónde se encuentre el conocimiento científico.

El Libro de Urantia y el origen del universo

El Libro de Urantia menciona lo siguiente:

“Los electrones estaban formados por 100 unidades más pequeñas de materia subatómica llamadas ‘ultimatones’ , y describe sus órbitas y giros. Cuando yo estudiaba física y química en el instituto, la partícula más pequeña era el electrón. Años más tarde le siguieron los muones, los mesones y los quarks. Creo que todavía se están buscando las partículas aún más pequeñas. Creo que los quarks (up down strange spin charm etc) son unas 6 veces más grandes que un ‘ultimaton'”.

Crédito de imagen: Bing IA

Todos conocemos la teoría del “Big bang”. Es una idea bastante simplista, pero encaja con nuestras observaciones de que todas las estrellas tienen un “desplazamiento al rojo” y lo comparamos con el efecto Doppler aplicado a la luz. El Libro de Urantia habla de nuestro universo como una creación viva y dinámica y de su naturaleza pulsante como “respiración espacial” y de que estamos en la cola de un ciclo de expansión de 1.000 millones de años, al que seguirá un ciclo de contracción de 1.000 millones de años.

Hoy en día, los astrofísicos intentan comprender los movimientos relativos de las galaxias locales y otros movimientos e interacciones aparentemente extraños de los cuerpos celestes. De ahí los “agujeros negros”. El Libro de Urantia describe vastos “cuerpos gravitatorios oscuros” cuya densidad es tan grande que la luz no puede escapar de ellos. Su propósito es mantener un contrapeso a toda la creación material.

El tomo de más de 2.100 páginas se terminó en 1934, pero no se publicó hasta 1955. Algunos lo consideran “una antología de obras cosmológicas”.

Los críticos del Libro de Urantia han cuestionado su autoría y la veracidad de sus afirmaciones. Los orígenes del texto están rodeados de misterio, se atribuyen a fuentes anónimas y carecen de documentación histórica clara. Además, algunos han señalado similitudes entre su contenido y obras teológicas y filosóficas anteriores, suscitando debates sobre su originalidad e integridad intelectual.

Una visión alternativa

A pesar de estas controversias, El libro de Urantia ha cosechado un gran número de seguidores, que encuentran en sus páginas una fuente de inspiración y una llamada al crecimiento espiritual personal. Su visión de un universo lleno de significado y propósito resuena entre aquellos que buscan una comprensión más profunda de la existencia y de su lugar en ella.

Esto es lo que Mark Wilson dijo sobre este libro:

“He leído el libro entero varias veces, y seguiré leyéndolo hasta que deje este buen mundo. Los autores explican de forma tan conmovedora y brillante la ciencia implicada en la construcción del universo, su organización y desarrollo.

El lenguaje utilizado para explicar los aspectos espirituales del ser humano trasciende, en mi opinión, cualquier cosa presente en este planeta hasta ahora. Siento como si me llevaran suavemente de ambas manos por el inseguro camino de la vida terrestre sin empujarme ni exigirme que me someta.

Me siento capacitado para compartir la hermandad con grandes órdenes de seres, del mismo modo que me siento honrado de vivir entre varias culturas en la Tierra. Es agradable tener una voz autorizada que habla sin retórica, sino que apela al sentido común”.

Para aquellos que deseen explorar El Libro de Urantia más a fondo, el texto está disponible para su estudio y contemplación, invitando a los lectores a embarcarse en un viaje de descubrimiento que abarca la amplitud del espacio y las profundidades de la experiencia humana.

Puede descargar el Libro de Urantia desde las siguientes dos opciones:

▶︎ Opción 1: Libro de Urantia (PDF)

▶︎ Opción 2: Libro de Urantia (PDF)

Fuente: anomalien

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