Las islas han sido el escenario perfecto para las historias más sorprendentes y misteriosas del cine y la televisión. Tesoros escondidos, criaturas primitivas y profundos secretos son algunas de las cosas que pueden encontrar quienes deciden adentrarse en ellas. Ahora bien, ¿has escuchado hablar de la Isla Friendship y sus enigmáticos habitantes?

Décadas de misterio en la isla Friendship

Lo que convierte a la isla Friendship en una fuente de misterios para el resto del mundo es que no se conoce con certeza cuál es su ubicación. Sin embargo algunos investigadores han sugerido sus supuestas coordenadas: 45°1’20.88”S 74°10’16.18”W. Algunos opinan que queda en la Región de Aysén, cerca del archipiélago de los Chonos y el de las Guaitecas, Chile. Pero como muy pocos han tenido el privilegio de ir a la isla, es casi imposible precisar dónde está.

¿Qué tiene de enigmático esta isla sureña? Pues bien, por décadas se ha especulado sobre las actividades que se realizan en su territorio, y se afirma que sus habitantes conforman una comunidad de extraterrestres. Para los amantes de la ufología, la isla Friendship es una prueba de la existencia de alienígenas en nuestro planeta.

El origen del misterio Friendship

El llamado Caso Friendship comenzó por los años 80 con unas supuestas comunicaciones por radio entre unos lugareños y unas extrañas personas. La familia Ortiz mantuvo por años conversaciones radiales con unos misteriosos personajes. Al parecer, eran una comunidad de carácter religioso y humanitario con un acento “gringo” característico.

El primero en contactar con los habitantes de la isla fue Octavio Ortiz, un comerciante que adquirió una radio de 11 metros para sus comunicaciones. Por casualidad, encontró una frecuencia de radio donde habló por primera vez con una persona muy amable. Estas conversaciones se hicieron cada vez más frecuentes y abordaban diversos temas.

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Los personajes de la radio decían que tenían una isla en el sur austral de Chile, a la cual solo se podía llegar en un yate privado. Ortiz afirmó que él y su familia fueron invitados en varias ocasiones a la isla pero que, por temor, nunca aceptó la invitación. Dijo: «no sabía que íbamos a encontrar allí».

El testimonio de un testigo presencial

Para el año 1983, el chileno Ernesto de la Fuente afirmó que había tenido contacto con los habitantes de la isla Friendship. De hecho, aseguró que la comunidad misteriosa lo curó de cáncer de pulmón, y que su estadía en la isla le resultó muy tranquila y placentera.

Al igual que Ortiz, De la Fuente entró en comunicación con los misteriosos personajes a través de la radio. Estos afirmaban pertenecer a una comunidad religiosa llamada Friendship, y que habían adquirido una isla en el archipiélago de las Guaitecas. Las conversaciones con De la Fuente eran largas y frecuentes, extendiéndose en algunos casos por varias horas.

De la Fuente visita la isla Friendship

Ernesto De la Fuente aceptó la invitación que los isleños le hicieron para que conociera su lugar de residencia y a la comunidad. A su llegada, lo recibió un hombre cuya edad se encontraba entre los 35 y 55 años, cabello rubio oscuro, ojos claros y piel algo tostada. De la Fuente asegura que la altura del hombre superaba por mucho a la del chileno promedio.

El visitante trabajó por algún tiempo para la comunidad Friendship, y su labor consistía en recibir a las familias y personas que eran invitadas a la isla. Usando su vehículo, Ernesto los llevaba a pequeños puertos para que fueran recogidos por una embarcación, la única autorizada para llegar a la isla.

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De la Fuente afirma que, mientras permaneció en la isla, durmió en una habitación pequeña de aproximadamente 3 metros cuadrados. En las instalaciones, todo era controlado a través de procesadores de computación. También había una piscina temperada, grandes invernaderos, salones con televisión satelital y muchas otras comodidades.

Una comunidad verdaderamente particular

De la Fuente quedó sorprendido porque todas las personas que recorrían los pasillos parecían muy felices, sonreían y transmitían mucha paz. No recuerda haber visto hospitales, clínicas ni personas enfermas. Además, todo el complejo permanecía activo y encendido las 24 horas del día.

Se afirma que los habitantes de la isla predijeron un terremoto, varios desastres naturales y la caída del Challenger. Para algunos, no son más que una comunidad religiosa sin fines de lucro. Para otros, ocultan profundos secretos y forman parte de una raza alienígena superior.

Artículo escrito por Luisa Lugo, redactora de CodigoOculto.com

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