El legendario autor de ciencia ficción Isaac Asimov planteó una pregunta sobre el futuro de la humanidad ¿son los robots la clave del progreso humano o el fin de nuestra especie?
Isaac Asimov, un científico y escritor norteamericano de origen ruso, consiguió que una generación pasara del escepticismo al entusiasmo frente a las nuevas tecnologías. Estados Unidos se estaba consolidando como la nación más poderosa del mundo. Se desarrollaba su industria, su optimismo y su tecnología. De un momento a otro todo era eléctrico y una de las consecuencias fue la idea de los robots que ayudaban en la casa. Asimov ofreció una visión muy optimista del futuro y de ese gran mundo nuevo.
La Vida de un Visionario
Asimov nació en Petróvichi (Rusia) en 1919 bajo el nombre de Isaak Yúdovich Ozímov. Sus padres eran judíos y emigraron a Estados Unidos cuando sólo tenía tres años y pasó su infancia en el barrio neoyorquino de Brooklyn. Puede que al pequeño Asimov de 13 años haya sido uno de los niños más afortunados de la ciudad, ya que en el negocio de su padre se vendían pasteles y golosinas, pero al él le interesaba más el expositor de revistas. Su adicción fue el mundo fantástico de las revistas de ciencia ficción.
En las revistas que leía, los primeros robots son la viva imagen de Frankenstein, autómatas enloquecidos que se rebelan contra sus creadores, monstruos metálicos que se disponen a aplastar a la humanidad. Pero el joven Isaac contempla otra posibilidad. Piensa en unos inventos útiles e inofensivos para utilizarlos en nuestra vida cotidiana. Según su visión, si confiamos en nuestros electrodomésticos ciegamente, no habría razón para no confiar en un robot. Asimov describe un mundo en el que los robots nos ayudan en la vida cotidiana. Su mente despierta comienza a adentrarse en el futuro a gran velocidad.
Asimov empieza a escribir relatos a los 11 años. Su primera intención fue estudiar medicina por insistencia de sus padres, pero fue rechazado debido a que en aquella época algunas facultades seguían limitando el acceso a los judíos. Finalmente, el joven Isaac decidió seguir un posgrado de química graduándose en 1941. Tras un breve paso por el ejército en el que sirvió como químico naval, Asimov empezó dedicarse más como escritor que como académico.
En 1942 contrajo matrimonio con Gertrude Blugerman, a quien conoció en una cita a ciegas llevada a cabo el día de San Valentín. Gertrude fue la madre de sus dos únicos hijos, David y Robyn Joan.
En 1972 se casó con la doctora Janet Opal Jeppson, tres años después de separarse de Gertrude. En 1986 se le otorgó la distinción de “Gran Maestro Nébula“, uno de tantos galardones que Isaac Asimov logró a lo largo de su carrera.
A comienzos de la década de los noventa, una intervención quirúrgica lo obliga a reducir su intensa actividad creativa e investigadora. La muerte le sobrevino en la ciudad de Nueva York en abril de 1992, como consecuencia de un fallo cardíaco y una insuficiencia renal. Diez años después, su segunda esposa reveló que el escritor había contraído el sida en 1983, al recibir una transfusión de sangre infectada en el transcurso de una operación.
La Obra de Isaac Asimov
Asimov fue un escritor prolífico con más de quinientos títulos publicados. Su obra futurista de ha gozado de gran popularidad por el equilibrio entre el estilo, la creatividad literaria y el mundo tecnológico.
En 1939 empezó a publicar cuentos de ciencia ficción en las revistas especializadas, imponiéndose en pocos años como el principal representante de este género, en la que la visión del mundo futuro y de nuevas formas de organización social se basa en los avances tecnológicos.
Entre 1942 y 1949 Asimov publica en la revista Astounding Science Fiction los relatos que después constituirán su Trilogía de las Fundaciones, compuesta de Fundación (1951), Fundación e Imperio (1952) y La segunda Fundación (1953). Esta trilogía se centra en la decadencia de un enorme Imperio galáctico de origen terrestre y sobre el intento el período de barbarie que ya ha comenzado.
La extensa obra literaria de Asimov alcanza su punto más alto con dos antologías que han marcado este género: Yo Robot y Fundación. En 1950, Asimov reunió en una sola obra nueve relatos cortos publicados en la década anterior en una antología que llamó Yo Robot.
En 1983 publicó una continuación de la Trilogía, Los límites de la Fundación, novela llena de intrigas por el poder e interrogantes que resolver.
Con sus decenas de libros de divulgación científica, Asimov mostró su optimismo en un progreso basado en un uso racional de la ciencia y la tecnología. En el terreno de la divulgación, abordó otros campos del conocimiento como la historia, las matemáticas, la psicología y la sociología; y llegó a proponer la psicolohistoria, que sería una suma de las aportaciones de las cuatro ramas mencionadas.
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Yo Robot
Asimov planteaba que los humanos tendrían una relación de amor-odio con los robots, concretándolo en la colección de relatos “Yo Robot”. Se trataba de la historia de una científica llamada Susan Calvin que era psicóloga de robots. En el primer relato, el empleado de Susan Calvin fabrica un robot doméstico obediente llamado Robbie, que es comprado por una familia y cuya hija se encariña enormemente con él. La niña y Robbie traban una extraordinaria amistad, sin embargo, en la historia hay un trasfondo de tecnofobia o fobia a los robots y los padres deciden deshacerse de su robot apartándolo de la vida doméstica y lo envían al trabajo industrial. Su hija se disgusta hasta tal punto que su padre recapacita y la lleva a la fábrica donde trabaja Robbie. La niña al verlo sale corriendo a su encuentro y una pesada máquina amenaza con aplastarla, pero Robbie le salva la vida. Este acto hace recapacitar a los padres de la niña y el robot es readmitido en la familia.
Las Tres Leyes de la Robótica
Isaac Asimov plasmó estas leyes del comportamiento de los robots en sus obras de ciencia ficción. Las tres leyes de la robótica se aplicaban a los robots que aparecen en sus novelas y cuentos de ciencia ficción. Sus robots tenían la misión de cumplir órdenes, además de la capacidad de obrar por sí mismos. Así, estas leyes se dirigen a sus robots. El autor buscaba situaciones contradictorias que creen conflictos a la hora de aplicar una ley u otra, pero indaga así en dilemas filosóficos y morales.
Estas tres leyes fueron publicadas por primera vez en el relato Círculo vicioso, de 1942.
No causar daño
La primera ley de la robótica de Asimov dice así: “Un robot no puede dañar a un ser humano ni, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño”.
De esta manera, la primera ley de la robótica hace alusión no sólo al hecho de no causar daño, sino también al de evitarlo. Asimov especifica aún más y aplica esta ley a través de las acciones del robot, pero también a través de su inacción.
Si reflexionamos sobre esta ley en la actualidad, podemos pensar en un ejemplo de inteligencia artificial: los coches autónomos. Si el coche va a chocar contra otro, él mismo debería apartarse, aunque esté circulando correctamente para no causar daño.
Cumplir las órdenes
La segunda de las leyes de la robótica de Asimov establece que: “Un robot debe cumplir las órdenes de los seres humanos, excepto si dichas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley”.
Así, el robot deberá cumplir las órdenes que se le envíen, a no ser que éstas sean incompatibles con la primera ley (es decir, se priorizará siempre el evitar el daño y el no provocarlo).
Proteger la propia existencia
Finalmente, la tercera ley de la robótica dice: “Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que ello no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley”.
La tercera ley hace referencia a la autoprotección del robot; esta ley deberá primar, siempre y cuando no sea incompatible con las leyes anteriores que son prioritarias.
El propio Asimov explicó que la concepción de las leyes de la robótica fue motivada por el deseo de contrarrestar el denominado complejo de Frankenstein, es decir, el temor del hombre frente a unos robots que hipotéticamente podían rebelarse en contra de sus creadores. Para evitar la aparición de robots hostiles, Asimov implantó en sus relatos las tres leyes de la robótica en los mismos circuitos de sus cerebros positrónicos, haciendo imposible que un robot pudiera violarlas ya que, de intentarlo siquiera, su cerebro resultaría dañado irreversiblemente y el robot moriría.
Las leyes de la robótica de Isaac Asimov han traspasado la ciencia ficción, para llegar al terreno de la vida real y del diseño de robots. Por ejemplo, el robot “Asimo” de la compañía japonesa Honda, es un acrónimo de Advanced Step in Innovating Mobility, y a la vez un homenaje a Isaac Asimov.
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La Ley Cero
Después de las tres leyes de la robótica, Asimov propuso la Ley Cero en 1976. Esta ley es el perfeccionamiento de la primera ley, y establece que un robot no puede dañar a la humanidad ni permitir que sufra algún daño por inacción. Es decir, ya no solo se refiere al “hombre” en singular, sino a la humanidad en general. Esta ley sería producto de una reflexión filosófica por parte de los robots más sofisticados.
Es innegable el hecho de que la inteligencia artificial (IA), junto a las nuevas tecnologías y la robótica, están cada vez más en auge. Una máquina inteligente es aquella que es capaz de percibir el entorno y de desarrollar acciones o tomar decisiones que aumenten sus posibilidades de éxito en torno a las tareas para la que fue programada. Así, este tipo de inteligencia forma parte de una realidad cada vez más inmersa en nuestras vidas.
Por otro lado, también se aplica el término “inteligencia artificial” a máquinas que imitan las funciones cognitivas del ser humano. Entre estas funciones encontramos la capacidad de resolver problemas, la capacidad de pensar, reflexionar, decidir, aprender.
La Evolución de las Leyes de Asimov
Oren Etzioni, director ejecutivo del Instituto Allen, pionero en biociencia, expuso en 2017 tres propuestas de leyes para regular, tal y como pide Elon Musk, las IA. Etzioni reconoce que hay preocupaciones válidas sobre su impacto en las armas, el empleo y la privacidad. El resumen de su propuesta es:
- Independientemente del fin de la IA (ya sea de uso gubernamental, empresarial o personal), debe estar sometida a las leyes que se nos apliquen a los humanos. No vale la excusa de “Mi IA lo hizo”, tal y como ejemplifica Oren.
- No es humana. Debemos etiquetar a la Inteligencia Artificial como tal: Inteligencia Artificial. Así se podrá conocer cuando un robot esté suplantando a alguien. Actualmente es posible producir un vídeo de alguien hablando y sin que se note que es falso. Obama tiene uno.
- Los sistemas de IA están en una posición privilegiada para captar información privilegiada. Por ello, tienen prohibido diseminar información sin autorización expresa de la fuente. Sólo basta imaginar que tu asistente personal (Google Assistant o Amazon Echo) publican una conversación que has tenido con tu pareja en el salón de tu casa. Cada día más hogares tienen un asistente en casa, y esto podría ocurrir.
Bibliografía:
Sitios web:
- Isaac Asimov, maestro de la ciencia ficción
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/isaac-asimov-maestro-ciencia-ficcion_15035 - Así imaginó el presente Isaac Asimov
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/asi-imagino-presente-isaac-asimov_12565 - Isaac Asimov
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/asimov.htm - Centenario de Isaac Asimov: 5 emblemáticas obras del visionario autor de ciencia ficción
https://www.bbc.com/mundo/noticias-50977469 - Isaac Asimov
https://www.fnac.es/Isaac-Asimov/ia7120/biografia - Isaac Asimov
https://www.alohacriticon.com/literatura/escritores/isaac-asimov/ - Isaac Asimov, vida y obra de un escritor imprescindible
https://www.cultura.gob.ar/isaac-asimov-vida-y-obra-de-un-escritor-imprescindible-8894/ - Isaac Asimov, creador de las tres leyes de la robótica y fundador del imperio galáctico
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/cultura/2020/01/03/asimov-creador-tres-leyes-robotica-fundador-imperio-galactico/0003_202001H3P29991.htm - Isaac Asimov, creador de las tres leyes de la robótica y fundador del imperio galáctico
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/cultura/2020/01/03/asimov-creador-tres-leyes-robotica-fundador-imperio-galactico/0003_202001H3P29991.htm
Artículo escrito por Pedro Noguchi, colaborador de CodigoOculto.com
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