Una roca del Período Pérmico que data de hace unos 290 millones de años, fue descubierta en Nuevo México. No habría nada extraño, si esta no tuviera impresa la huella de un pie humano…
De acuerdo a la ciencia, los humanos llevamos en la Tierra unos 65.000 millones de años. Sin embargo, los primeros humanos modernos no aparecieron hasta el 600.000 a. C., cuando el Homo erectus fue capaz de manipular el fuego.
Es por ello que cada hallazgo de fósiles humanos siempre es muy interesante. Así, los expertos han podido trazar una cronología de la evolución de nuestra especie. Sin embargo, existen ciertos descubrimientos que trastocan todo lo que creemos conocer. Ese es el caso de la misteriosa huella humana de 290 millones de años.
Huella humana “imposible”
Representación del Homo erectus. Crédito: Cicero Moraes / Wikimedia Commons
La huella se encontró en una piedra caliza del Pérmico por el paleontólogo Jerry MacDonald, junto a rastros de otras huellas fósiles.
Esta enigmática pisada fue investigada por el científico, Don Patton, quien aseguró que la misma era totalmente genuina.
Patton declaró que lo controvertido de la impresión es su edad, ya que la quedó marcada en una roca del Período Pérmico, datado hace unos 299 a 251 millones de años. Una época que, incluso, es anterior a la existencia de los dinosaurios.
Curiosamente, el Pérmico finalizó con una extinción masiva, conocida como la extinción Pérmico-Triásico.
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Esta extinción masiva es la más grande de la que se tenga registro en toda la historia terrestre. Casi el 90% de las especies marinas y el 70% de las especies terrestres se extinguieron. La recuperación del ecosistema en la Tierra tardó alrededor de 30 millones de años.
Todos los que han visto la extraña huella no han podido explicar como la impresión se encuentra en los estratos del suelo pertenecientes al periodo Pérmico.
Problemas científicos
Huellas prehistóricas encontradas en África, similares a la de Nuevo México. Cortesía: argonauta.pl
Obviamente, los paleontólogos han categorizado la impresión como “problemática”, ya que no existe forma científica de explicar como llegó ahí. Teóricos han mencionado que la única forma de probar que no es una falsificación, es encontrar otra huella similar.
Así lo señaló el investigador independiente y escritor, Glen J. Kuban. De hecho, para él, la huella presenta características que no son típicas de una huella humana genuina.
En primer lugar, aseguró que la posición de los dedos del pie es poco natural, además que la bola es más estrecha y redonda en comparación a la mayoría de impresiones humanas genuinas.
Otros expertos han señalado que la impresión muestra un poco de empuje de barro; un borde de relieve que se eleva alrededor de la impresión. Lo que da la sensación de que podría ser una falsificación.
Sin embargo, esta no es la primera vez que se encuentran huellas antiquísimas de humanos y, a pesar de que han sido cuestionadas, podría indicarnos que la historia, tal como la conocemos, no es la correcta. Podríamos provenir de un antepasado mucho más lejano del que creemos y nos han engañado durante cientos de años.
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