La Gran Pirámide de Giza brillaba de manera centelleante en el antiguo Egipto. Los egipcios le llamaban Ikhet o «luz gloriosa».
Textos antiguos egipcios y evidencia en la Necrópolis de Giza han indicado que hace 4.500 años la pirámide de Keops y las otras dos pirámides brillaban como estrellas en la Tierra, con una luminosidad capaz de ser observada desde el espacio y desde otros reinos alrededor de Egipto. Pudieron haber servido como faros para los dioses. ¿Qué tecnología usaron los egipcios para lograrlo?
La gran pirámide de Keops es la única de las 7 maravillas del mundo antiguo que todavía sigue en pie. No solamente Keops brillaba sino las otras dos, la de Kefrén y Micerino (y posiblemente las pirámides de las reinas).
¿Cómo hicieron los egipcios para lograr que brillaran las pirámides?
La respuesta está en que las pirámides estaban recubiertas con bloques de piedra caliza blanca que fueron pulidos y lijados de manera minuciosa por los albañiles egipcios. Esta piedra caliza vino desde las canteras de Tura, cerca de Menfis y fueron removidos alrededor del siglo XII.
Igualmente, los piramidiones o piramidones recubiertos con oro o bronce generaban un reflejo potente y dorado. Estos piramidones eran unas pirámides pequeñas que se colocaban como tope decorativo sobre las puntas de las estructuras.
El documental del Smithsonian Channel expone el antiguo proceso de lijado de piedra por parte de la egiptóloga de Harvard Jacquelyn Williamson. Según sus investigaciones, la superficie de los bloques de caliza fueron pulidos con abrasivos como ladrillo, arenisca y arena fina. Este procedimiento requería mucho tiempo, esfuerzo y un alto nivel de artesanía.
El brillo podría haberse visto desde el espacio
Así que ambos en conjunto: la cubierta refinada de caliza blanca y los piramidones de oro producían un reflejo intenso de la luz solar, como un espejo masivo tridimensional. El brillo de las Grandes Pirámides de Giza fue tan refulgente que se habría visto desde desde la Luna.
La imagen de las pirámides blancas en el desierto debe haber sido asombrosa y etérea, como un tipo de artefacto gigantesco para contactar con el cielo y los dioses. Asimismo, el brillo pudo haber sido visto desde otros lugares como las montañas de Israel, y observado por pueblos como Caldea y tribus de Libia y Arabia.
El fulgor probablemente haya sido usado como un tipo de señal para los dioses egipcios. Los dioses moraban en el cielo y por eso son considerados alienígenas ancestrales. Quizá estas deidades usaron las pirámides como un tipo de faro visto desde el espacio.
Adicionalmente, existe la hipótesis de que la gran pirámide de Keops funcionaba como una antigua planta de energía. De hecho, un grupo de científicos de la Universidad ITMO de Rusia y del Instituto Laser Zentrum Hannover de Alemania descubrió que Keops tiene una física y geometría capaz de concentrar energía electromagnética.
Concentraría electromagnetismo a través de ondas de radio que producirían un estado potente de resonancia. Otra hipótesis dice que la Gran Pirámide era como una Torre de Tesla y que la piedra caliza del interior posee cristales y metales que permiten una potenciación de energía.
También se cree que los ejes interiores de granito son levemente radioactivos. La fuente de energía habría venido del agua proveniente de canales subterráneos acuíferos bajo la meseta de Giza.
Este es otro de los enigmas que encierran las Grandes Pirámides de Egipto: porqué fueron diseñadas para brillar como faros colosales. Quizá sí funcionaban como señales para los dioses extraterrestres. Además, hay mucha evidencia que apunta a una capacidad energética de las estructuras y prueba que los egipcios poseían un conocimiento muy avanzado.
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