Es claro que existen civilizaciones que quedaron sumergidas en las aguas de los océanos debido al aumento del nivel de las aguas en el remoto pasado. No tenemos ni idea de todo lo que podría haber allí abajo, pero sí tenemos la certeza que los restos de esos antiguos pueblos yacen allí. Ahora, los investigadores quieren rescatar ese fragmento perdido de la historia antes que sea demasiado tarde.
“No sabemos casi nada” de los pueblos antiguos cuyas tierras quedaron sumergidas por la subida del nivel del mar, afirman los científicos, y debemos investigar antes de que sea imposible.
Los restos de algunas antiguas civilizaciones humanas se pierden actualmente bajo el mar, y los científicos se apresuran a encontrarlos y estudiarlos antes de que factores modernos como el desarrollo costero lo hagan imposible.
Como informó Popular Mechanics, la University of Bradford, en el Reino Unido, ha recibido recientemente una subvención del Consejo Europeo por valor de unos 12 millones de dólares para, como dice un comunicado de prensa, “buscar civilizaciones perdidas bajo [el] Mar Báltico y el Mar del Norte”. Los investigadores planean utilizar la tecnología más avanzada, incluida la inteligencia artificial (IA), para cartografiar el lecho marino y buscar asentamientos prehistóricos que quedaron sumergidos hace miles de años cuando el nivel del mar subió debido a factores climáticos.
Vincent Gaffney, arqueólogo de la University of Bradford, dijo en un comunicado:
“Hace 20.000 años, el nivel global del mar era 130 metros más bajo que en la actualidad. Con el progresivo calentamiento global y la subida del nivel del mar, desaparecieron paisajes únicos, hogar de sociedades humanas durante milenios. No sabemos casi nada de la gente que vivió en estas grandes llanuras”.
Pueblos prehistóricos sumergidos
Utilizando la tecnología más avanzada, investigadores de Europa han descubierto recientemente numerosas señales submarinas de pueblos prehistóricos. Bajo el lago Constanza, situado entre Alemania, Austria y Suiza, se descubrió un Stonehenge submarino formado por 170 restos de piedra; los científicos creen que fue construido por el hombre hace unos 5.500 años. En la bahía de Gradina, en la costa occidental de la isla croata de Korčula, los científicos hallaron una carretera de 7.000 años de antigüedad.
Ejemplo de excavación submarina en Strande, Alemania. Crédito de imagen: Christian Howe.
Este es el tipo de descubrimientos que los investigadores de la University of Bradford esperan sacar a la luz en el marco de SUBNORDICA, una colaboración entre instituciones de Dinamarca, Alemania y el Reino Unido que hasta la fecha ha recibido más de 16 millones de dólares de financiación. Su trabajo se ha vuelto más urgente a medida que se acelera el desarrollo costero para construir soluciones energéticas ecológicas como los parques eólicos.
Gaffney afirma:
“A medida que Europa y el mundo se acercan a la neutralidad, el desarrollo de las plataformas costeras se convierte en una prioridad estratégica”. SUBNORDICA utilizará las últimas tecnologías para explorar estas tierras y apoyar el desarrollo sostenible”.
Un lugar de interés para los investigadores es Doggerland, que, según explica una página web de la University of Bradford, “habría sido un núcleo de ocupación humana y central en el proceso de reasentamiento y colonización del noroeste de Europa durante el Mesolítico y el Neolítico”.
Gaffney agrega:
“Dentro de este paisaje sumergido yacen pruebas fragmentarias pero valiosas de los estilos de vida de sus habitantes, incluidos los cambios resultantes tanto de la invasión del mar como de la introducción de tecnologías neolíticas”.
Con más financiación y trabajo de campo, es posible que pronto sepamos aún más sobre los antiguos pueblos cuyas sociedades se perdieron bajo el aumento del nivel del mar.
Fuente: vice
Tenemos algo para decirte: Visítanos en Facebook. Únete a la discusión en nuestra comunidad en Telegram. Y si te es posible, apoya nuestro trabajo invitándonos un café. ¡Te lo agradecemos!
Si el autor me permite.
Aquí entra a jugar la jurisdicción de cada país, a saber: desde la ‘Linea base’, que es la línea costera de altas mareas, el ‘Mar territorial’ se entiende 12 millas náuticas (Mn) es decir 22,22 kilómetros (Lm), desde allí se suma la ‘Zona contigua’ que es de otras 12 Mn (22,22 Km) donde las actividades como recuperación de artefactos, naufrágios y restos tiene una normativa especial en todo el mundo.
Pero existe otra calificación jurisdiccional de cada país, la cual abarca desde la ‘Línea base’ hasta las 200 Mn (350 Km) y se denomina ‘Zona económica exclusiva’ (ZEE), la cual de existir restos de civilización antiguas podría bien ser aplicada económicamente para el turismo submarino, por ejemplo; y aquí una extención interesante, si del límite exterior de la ZEE se extiende aún más la plataforma continental sobre la que se asienta el país costero, ese país puede solicitar lo que se denomina ‘Extensión de la zona económica exclusiva sobre la plataforma continental’, esta zona abarca desde las 200 Mn hasta las 350 Mn (648 Km) mar adentro, y si ese país posee riqueza patrimonial sumergida allí, de seguro está bajo su jurisdicción.
Existe otro concep jurisdiccional conocido como ‘Mar presencial’ que no posee una extención precisa sobre la costa y que cada país traza en virtud de sus intereses políticos y oceánicos, habitualmente este se encuentra conteniendo todas las demás regiones mencionadas, y aún la declaración de cada país debe respetar la ‘Convención del mar’, cosa esta última que no se cumple habitualmente por razones de defensa, geopolítica y otras.
¿A qué voy con ésto?, seguramente el autor habrá leído sobre las publicaciones de una conocida, en los ámbitos científicos, organización no gubernamental hoy con sede en Patagonia, antes en Buenos Aires y antes en Europa, que desde mediados de la década de 1980 se encuentra investigando precisamente los sitios alrededor del mundo de los que trata esta nota.
Tales investigaciones están medidas al centímetro para no inmiscuirse en las regiones referidas arriba, y si del encuentro de restos e infraestructura antigua se trata el descubrimiento, el paso siguiente es abordar convenios de estudio con los países costeros.
Hasta el día de hoy son unos 2500 sitios alrededor del mundo, sumergidos, a los que esta organización les presta atención; sus publicaciones periódicas tituladas ‘Ocean 4’ le han dado a más de un investigador una línea de trabajo para ‘descubrir’ tales sitios, aún cuando las publicaciones solo se hacen después del rastrillaje minucioso de cada sitio.
Por añadidura también aparece la figura de ‘4ocean’ o ‘For ocean’ (‘Para el océano’) una iniciativa propuesta por la misma organización hace décadas, y que ahora es operada por terceros.
Y seguro tendrán datos del entredicho generado con Australia en la década de 1990 por la extracción del fondo oceánico de ‘Piezas metálicas artificiales de origen exótico, manufacturadas y de metales nobles, con grabados en una lengua desconocida’ aquí: 30°29’32.3″S 90°52’56.7″E y la ‘Extracción de una efigie tallada de basalto cristalino negro de 9 Pies de altura, localizada en las ruinas submarina en al Atlántico Sur’ aquí: 33°06’26.4″S 2°32’25.4″W y el proceso de ‘Intercambio para el estudio de ruinas submarinas firmado con Libia’ a fines de la década de 1980 para ‘Identificar y realizar prospección profunda de una construcción piramidal submarina’ aquí: 33°28’40.2″N 19°56’13.6″E entre muchas otras que alguna vez salieron a la luz de la prensa pública.
También es conocida la entrevista mantenida del líder de tal organización con el conocido investigador oceánico Jacques Cousteau en 1985 cuando bordeó las costas autrales, donde frente al periodismo quedó la sugerencia que tal organización había tenido una participación especial en el diseño del buque ‘Alcyone’, además de la búsqueda de ‘Restos de antiguas civilizaciones sumergidas en la plataforma continental argentina’.
En una extensa nota publicada en el diario ‘El Sureño de Río Gallegos’ hace casi 2 décadas atrás, se listaron los ‘Puntos de interés sumergidos’ en el cono sur de América, incluyendo Argentina y Chile, y se dijo en ese momento que ‘La inversión de investigación oceánica se multiplica por 20 en relación a la de tierra firme’ y que ‘La humanidad no tiene conciencia sobre los vestigios del pasado en relación a antiguas civilizaciones que prosperaron alrededor del planeta, y cuyos restos grandes o pequeños hoy se encuentras sumergidos’, agregando que ‘El problema de los buscadores de estos misterios es que habitualmente omiten la paradoja de la expansión progresiva de cada civilización, pues para encontrar a los antepasados lo primero es caminar hacia atrás, hacia el pasado, analizar el aumento de nivel oceánico, el desecamiento de ríos y lagos y otros factores que la ciencia ortodoxa omite por falta de pruebas física’, y que ‘Por cada metro cuadrado de suelo oceánico a profundidades mayores a 12 metros a relevar es necesario un presupuesto de 500 mil dólares y esta cifra aumenta progresivamente a medida que se desciende en las profundidades’.
Datos para tener en cuenta, sobre todo para entender que existen ya quienes vienen descubriendo restos sumergidos y haciéndose del conocimiento del pasado.
Nota intereante para analizar: la ciencia tradicional habitualmente publica estos hallazgos luego de revisarlos detenidamente para que no ocurran ‘Fugas de derechos del autor científico’, si allí existe secretismo… ¡imaginémos la confidencialidad de una organización privada con miembros en todo el mundo y enormes presupuestos!.
Digo todo esto con respeto y sin compartir información reservada, pues considero que es hora que esto se empiece a conocer públicamente.