Los cazadores de anomalías nuevamente han realizado un sorprendente descubrimiento. Esta vez se trata de un “objeto” extraño en medio del continente helado al que ya han denominado como “la puerta de la Antártida“.
Durante siglos, los paisajes inexplorados y áridos de la Antártida han alimentado la imaginación de los teóricos de la conspiración, dando lugar a historias que van desde supuestos ingresos a bases secretas bajo el hielo hasta los restos de una civilización antigua desconocida hasta ahora.
Aunque ambas hipótesis son apasionantes, no son lo suficientemente concretas como para resolver el misterio. Y cuando nos preguntamos sobre estas anomalías, una más surge, sembrando mucho más misterio.
Recientes observaciones de investigadores de Google Maps han vuelto a despertar la intriga sobre la Antártida.
¿Una puerta en la Antártida?
Una peculiar anomalía captada en una fotografía sugiere la presencia de una estructura rectangular de cristal parcialmente oculta por capas de nieve, lo que suscitó especulaciones sobre su naturaleza.
Rápidamente, los internautas comenzaron a teorizar sobre la función de este misterioso objeto. Algunos lo propusieron como la entrada a un campo base subterráneo, mientras que otros lo postularon como un almacén de semillas. También surgieron referencias al mítico búnker de Hitler en las discusiones en línea.
Posible explicación
Según el medio informativo Metro, las coordenadas indican su proximidad a la estación japonesa de Showa, que cuenta con más de 60 estructuras distintas, como viviendas, una central eléctrica, instalaciones de tratamiento de aguas residuales, un observatorio y un centro de comunicaciones por satélite.
Además, la estación cuenta con infraestructuras como depósitos de combustible, instalaciones de almacenamiento de agua, paneles solares, un helipuerto, una presa de retención de agua y un radiotransmisor.
Aunque los orígenes y la finalidad de la misteriosa estructura de cristal siguen siendo un misterio, su proximidad a una estación de investigación bien establecida pone de relieve la compleja interacción entre la investigación científica y los mitos persistentes en el remoto y prohibitivo paisaje de la Antártida.
Fuente: anomalien
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