Desde los albores del hombre, el tiempo ha sido su enemigo implacable. Nada podía hacer el hombre para escapar a su desaparición terrenal. Pero las pirámides que se elevan sobre el hombre y sus creaciones no temen al tiempo. Estas ancestrales estructuras persistieron al paso de los milenios y a las inclemencias de los ciclos y los desastres naturales.

Para algunos estudiosos las Pirámides no se remontarían al tiempo de los antiguos egipcios sino que vendrían de mucho pero mucho antes. Y mencionan un nombre que podría ser clave para descubrir este enigma: Enoc.

Enoc y la Gran Pirámide de Egipto: ¿una conexión?

Mucho se ha dicho sobre los orígenes de estas misteriosas estructuras, tanto que la verdad ha quedado oculta entre montones de falsas suposiciones. Pero una figura arcaica ha descifrado el enigma tanto del tiempo como de las pirámides. Su nombre es Enoc, el hombre que engañó a la muerte para ir a gobernar el reino de otro mundo de una fuerza superior.

Antes de partir hacia esos seres superiores, Enoc había dejado una exuberante herencia cultural para las generaciones venideras.

Deseaba que resolvieran el enigma del tiempo, igual que él, así que ocultó las respuestas en sus enseñanzas y en el mayor misterio arquitectónico de la actualidad: la Gran Pirámide de Egipto.

Los relatos sumerios y mayas recuerdan a Enoc como aquel que conquistó el tiempo y que codificó este secreto en las pirámides que desafían al tiempo, su obra maestra.

Ahora depende de nosotros descifrar este conocimiento ancestral y obtener sus inimaginables beneficios.

El misterio de Enoc y la Gran Pirámide de Egipto. Crédito de imagen: Bing IA – Fernando T.

¿Quién es realmente Enoc?

En “Antiguas leyendas de los judíos“, Enoc es un “rey sobre todas las personas”, que reinó durante exactamente 243 años. En el libro del Génesis, Enoc es mencionado como uno de los diez patriarcas que reinaron antes del Diluvio. En la Biblia, Enoc es mencionado en cinco oraciones (Génesis 5:21 – 24)

“Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios”.

Enoc pudo haber sido el constructor de la Gran Pirámide, o al menos como lo declaró Taqi al-Din Ahmad ibn Abd al-Qadir ibn Muhammad al-Maqritu (1363-1442) en su obra escrita Khitat. Señala que Enoc era conocido por diferentes nombres por diferentes pueblos: SAURID, HERMES, IDRIS, y ENOCH.

A Enoc le fue comunicado (por el Arcángel Miguel y otros ángeles) de un cataclismo venidero. Le dijeron que le instruyeran para que construyera la Gran Pirámide y escondiera en ella tesoros y libros de aprendizaje y todo lo que temían podría perderse. (Para más información lea el libro La “Historia está Errada” por Erich von Daniken)

Tal vez todo lo que sabemos acerca de Egipto está mal y tenemos que volver y abrir nuestra imaginación a las posibilidades de que haya otra explicación que involucró la asistencia de “otros seres” para la creación de la Gran Pirámide. ¿Podría la llegada de visitantes del espacio haber desencadenado una nueva era de conocimiento y avance en la antigua Tierra?

La llegada de los antiguos astronautas, los Anunnaki

Se cree que los Anunnaki son un grupo de deidades en varias culturas mesopotámicas antiguas como la babilónica, la sumeria, la asiria y la acadia.

El nombre Anunnaki es un derivado de los nombres cielo “Anu”, y tierra “Ki”. Sin embargo, algunos grupos los traducen como “descendencia principesca” o “los de sangre real”.

Las leyendas sumerias y los textos antiguos utilizan la palabra Annunaki para referirse a un grupo de dioses que procedían del cielo.

¿Dioses Anunnaki o una avanzada civilización llegada del espacio? Crédito de imagen: archivo

Eran considerados los dioses principales del panteón sumerio. Los sumerios adoraban a estos dioses mucho antes que al gran panteón de la antigua Grecia y antes que a los antiguos dioses egipcios.

Los Anunnaki descendían de An, el ser supremo que reinaba sobre todos los dioses sumerios.

Los mitos babilónicos de la creación dicen que había 300 Anunnaki que guardaban los cielos y otros 300 que guardaban el inframundo.

Estas deidades eran tan importantes que también se mencionan en la Epopeya de Gilgamesh.

El desarrollo de la civilización sumeria tuvo lugar en el Golfo Pérsico mientras se fortalecía con el paso del tiempo.

La “Llanura de la Tierra de Sinar” es el territorio que pasó a llamarse Babilonia después del año 2000 a.C.

Este pueblo vivía en Oriente Próximo, en el territorio que hoy conocemos como Irán e Irak.

Según autores, los Annunaki no eran dioses ni deidades, eran gigantes con tecnología avanzada. Formaron una alianza con los custodios y construyeron pirámides en todas las tierras conocidas como una forma de colonización y una forma de controlar la civilización humana mediante la manipulación del clima, enfermedades, etc. Las pirámides eran más una planta de energía que una tumba. Sin embargo, fueron destruidos durante una guerra entre dos razas y quedaron inútiles. Para estos estudiosos, las antiguas pirámides deben ser vistas como una maravilla del mundo, sino más bien como un símbolo de haber sido conquistados. En siguientes capítulos ahondaremos en este asunto tan polémico.

Referencias: “The Lost Book of Enki” por Zecharia Sitchin

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