La estrella de Navidad, también conocida como la Estrella de Belén, ocupa un lugar central en las representaciones tradicionales del nacimiento, al igual que los Reyes Magos que, según el relato, siguieron su señal. Suele mostrarse como una luz intensa o como un cometa suspendido sobre el lugar donde nació Jesús. Esta referencia procede de unas pocas líneas de un único evangelio bíblico, pero su significado ha despertado interés y debate durante siglos, tanto en el ámbito cultural como en el científico. La cuestión de si se trató de un fenómeno astronómico real sigue abierta. Investigaciones recientes han propuesto una explicación distinta y llamativa: la posible observación de un cometa cuyo movimiento aparente resultaba inusual para quienes lo contemplaron.

En el Evangelio de Mateo, se describe a los magos (reyes magos) hablando con el rey Herodes: “Llegaron a Jerusalén unos sabios del Oriente y preguntaron: ‘¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo'”. Continúa: “Y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño”.

Según el Evangelio, la estrella se elevó en el cielo y pareció detenerse, lo que permitió a los magos seguirla. Sin embargo, según la rotación de la Tierra, todo lo que hay en el cielo sale por el este y se pone por el oeste.

Mark Matney, científico planetario de la NASA, ha identificado una posible explicación astronómica real de la estrella. Sin embargo, no se trata de una estrella.

Matney calculó la órbita probable de un cometa mencionado en los anales chinos del año 5 a. C. Sugiere que el cometa terminó en un movimiento de tipo geosincrónico, lo que podría explicar lo que relata el Evangelio de Mateo. Incluso sin ser un literalista bíblico, el cometa es fascinante, ya que parecería estar detenido en el cielo.

Pongamos algunas salvedades antes de entrar en el tema de la nueva investigación. En primer lugar, el Evangelio de Mateo fue escrito décadas después de que Jesús supuestamente naciera y muriera, alrededor del año 85 d. C., según diversas fuentes. También es el único de los cuatro evangelios canónicos que menciona la estrella. Escrito originalmente en griego, αστερα se tradujo como “astra”, que significa estrella, pero tal vez se refería a otro evento astronómico o simplemente a un signo astrológico que los magos interpretaron de cierta manera.

¿Se trataba de un “cometa”?

La idea de que la “estrella” era un cometa se consolidó en la cultura popular cristiana gracias a Giotto di Bondone. En 1305, el artista italiano pintó el fresco La adoración de los magos. Inspirado por su propia observación del cometa Halley durante su paso en 1301, la Estrella de Belén se representa como un cometa. El resto es historia, pero normalmente un cometa, a pesar de parecerse un poco a una flecha, no es una buena señal celeste para indicar una dirección de viaje.

La representación que hizo Giotto de la Estrella de Belén ha tenido una influencia increíble. Crédito de imagen: Public Domain via Wikimedia Commons

El Dr. Greg Brown, astrónomo del Royal Observatory Greenwich, dijo en un comunicado:

“Sin duda, el cometa se ha utilizado antes para representar la Estrella de Belén, pero como indicador deliberado de la dirección, adolece del mismo problema que cualquier otro objeto en el espacio: el giro constante de la Tierra significa que cualquier objeto que comience en una parte del cielo se desplazará inevitablemente a lo largo de él en el transcurso de unas horas.

El resultado es que, con la excepción de los polos celestes norte y sur (directamente sobre los polos norte y sur), si intenta caminar hacia un objeto en el cielo nocturno, cambiará constantemente de dirección a lo largo del día y no apuntará a ningún lugar específico”.

Esto es lo que hace que el cálculo de Matney sea interesante. Sugiere que un cometa con el movimiento orbital adecuado ocurrió en el momento adecuado para el supuesto nacimiento de Jesús. Incluso si la estrella es un adorno de Mateo, podría haberse inspirado en un hecho real del que se enteró.

Matney escribe en su artículo:

“Si un objeto interplanetario pasara por la Tierra a la velocidad, dirección, distancia, posición y momento adecuados, sería posible que su movimiento coincidiera temporalmente con la velocidad de rotación de la Tierra y la contrarrestara. Dicho objeto podría parecer que se ‘detiene’ temporalmente directamente sobre una ubicación geográfica concreta durante varias horas mientras pasa.

Este es el primer candidato astronómico para la Estrella que se ha identificado y que podría haber tenido un movimiento aparente correspondiente a la descripción de Mateo, donde la Estrella ‘guió’ a los Reyes Magos en su viaje a Belén hasta que ‘se detuvo’ sobre el lugar donde se encontraba el niño Jesús”.

Así pues, tal vez sea un firme candidato, pero la Estrella de Belén ejerce tal fascinación que estamos seguros de que esta no será la última palabra sobre la naturaleza astronómica de este objeto, si es que realmente se trató de un fenómeno celeste real.

Los hallazgos de la investigación titulada “The star that stopped: The Star of Bethlehem & the comet of 5 BCE” han sido publicados en la revista Journal of the British Astronomical Association.

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Por: CodigoOculto.com