Las evidencias sugieren que la ciudad bíblica de Sodoma fue destruida por un asteroide, sugiere un experto. La explosión habría sido mayor a la de una bomba nuclear, indicó.

Excavaciones en Jordania ofrecen pruebas convincentes de la autenticidad del relato bíblico de la destrucción de Sodoma, pero por el impacto de un asteroide, afirma el teólogo Dr. John Bergsma.

John Bergsma es profesor de Teología de la Franciscan University de Steubenville (EE. UU.) e investigador senior del St. Paul Center de Teología Bíblica.

Más potente que una explosión atómica

Según Bergsma, se ha identificado como la ciudad bíblica de Sodoma una antigua ciudad que encontró un final ardiente en lo que podría describirse como el impacto de un asteroide más potente que una “explosión atómica”. El Dr. John Bergsma, destacado teólogo, sostiene que las excavaciones realizadas en Jordania aportan pruebas sustanciales de que una de las narraciones más dramáticas e improbables de la Biblia puede ser real.

Bergsma afirma que los hallazgos arqueológicos en Jordania corroboran la existencia de la ciudad bíblica de Sodoma. Investigaciones anteriores ya habían indicado que la antigua ciudad de Tell el-Hammam, situada en el sur del valle del Jordán, sufrió un destino catastrófico, una revelación que el Dr. John Bergsma, profesor de teología de la Franciscan University de Ohio, cree que concuerda con el relato bíblico.

Crédito de imagen: Tell El-Hammam Excavation Project

Evidencia de calor extremo

Según el libro del Génesis, Dios arrojó azufre y fuego sobre las ciudades de Sodoma y Gomorra en respuesta a los pecados de sus habitantes, lo que provocó su completa destrucción. En Tell el-Hammam se descubrieron patrones de destrucción similares, lo que llevó a Bergsma a reevaluar la credibilidad de la narración bíblica. Señaló los signos de calor extremo detectados en esqueletos y fragmentos de cerámica desenterrados por los arqueólogos, que sugieren un posible impacto de un asteroide.

“Y miró sobre la faz de Sodoma y Gomorra y sobre toda la faz de la tierra de la llanura, y vio, y he aquí que el humo de la tierra se había levantado como el humo de un horno”.
Génesis 19:28, que representa a Abraham presenciando las secuelas de la destrucción de Sodoma y Gomorra

¿Representa este yacimiento desenterrado en Tell el-Hammam la Sodoma bíblica?

Hace unos 3.600 años, Tell el-Hammam prosperó como ciudad, superando a Jerusalén y Jericó en tamaño y fortaleza. Sin embargo, su prosperidad desapareció abruptamente. La ausencia de signos de asedio en las ruinas sugiere que la ciudad y sus alrededores no fueron objeto de ataques militares.

Bergsma recibió información sobre algunos descubrimientos notables de Steven Collins, arqueólogo jefe de Tell el-Hammam. Entre estos descubrimientos había fragmentos de cerámica recubiertos de trinitita, una sustancia vítrea que se forma cuando una bomba atómica detona en un desierto, según explicó Bergsma. Además, se descubrieron restos humanos, con esqueletos intactos hasta la mitad de la columna vertebral, por encima de la cual sólo quedaban marcas de quemaduras. Estos hallazgos proporcionan pruebas sustanciales de que una tremenda explosión de calor procedente del cielo incineró las ciudades gemelas del lado jordano del río.

Steven Collins comparó la devastación con el suceso de Tunguska de 1908, en el que un enorme asteroide entró en la atmósfera terrestre sobre Siberia, causando una destrucción generalizada. Añadió que el estallido propuesto “habría sido mayor que el de Tunguska, que tuvo 1.000 veces más energía que la bomba atómica que destruyó Hiroshima”.

La destrucción de Sodoma y Gomorra. Crédito de imagen: John Martin, 1852 (Wikimedia Commons)

Sorprendentemente, este cataclismo también parece haber producido cantidades sustanciales de sal, como señaló James Kent, profesor asociado de Ciencias de la Tierra en la University of Los Angeles – un detalle que puede recordar a algunos la historia de la mujer de Lot, que se convirtió en una estatua de sal tras la destrucción de Sodoma. Aunque Collins confía en sus conclusiones, algunos arqueólogos le han acusado de sacar conclusiones prematuras sin suficientes pruebas de campo.

La historia de Sodoma y su ciudad hermana, Gomorra, es una de las más conocidas de la Biblia. Narra las negociaciones de Abraham con Dios para que perdonara a Sodoma, nombre sinónimo de pecado, a fin de proteger a sus pocos habitantes justos. Sin embargo, la respuesta de Dios fue inquebrantable:

“Y volteó estas ciudades y toda la llanura, y a todos los habitantes de las ciudades, y la vegetación de la tierra”, según consta en el Libro del Génesis. A la mañana siguiente, Abraham fue testigo de las consecuencias: “Y miró sobre la faz de Sodoma y Gomorra y sobre toda la faz de la tierra de la llanura, y vio, y he aquí que el humo de la tierra se había levantado como el humo de un horno”.

Ojo al piojo:

Ahora que se tienen evidencias de que una intensa fuente de calor destruyó la ciudad de Sodoma, hay que recalcar que la caída de un asteroide no es la única teoría al respecto. Para algunos teóricos allí puede haber ocurrido un ataque utilizando “armas nucleares”, y basan su sugerencia en textos antiguos de la India que también mencionan incidentes similares a los causados por una explosión atómica. Fernando T.

[H/T: jpost]

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