En su reciente programa para Netflix, Los Apocalipsis del Pasado, el periodista y escritor británico Graham Hancock se interroga en uno de sus episodios, Fantasmas de un Mundo Sumergido, acerca de cierto misterio atlante.
Se trata de la Carretera de Bimini, insólito descubrimiento que tuviera lugar a fines de la década del sesenta, siendo desde entonces objeto de un intenso debate por parte del mundo académico.
A través de este artículo propongo un repaso por su fascinante historia, que auguro, no dejará a nadie indiferente, presentando datos poco difundidos.
Ajusten sus cinturones, se avecina un viaje movido.
Secretos de Bimini. Antigua tierra de los bienaventurados
“Los hechos sobre Juan Ponce de León y su búsqueda de la fuente de la juventud son tan místicos como la fuente misma. No está claro si fueron los Arawak o sus parientes, los indios taínos, quienes le contaron la historia a De León, sin embargo, ambas versiones de la historia afirman que los lugareños hablaron de una tierra llamada “Beemeenee” donde encontrar la fuente. Mientras que la expedición llevó a de León a Florida , persistieron los rumores de que la fuente podría encontrarse en las piscinas poco profundas en South Bimini“. Bimini y la Fuente de la Juventud.
Cincuenta millas al este Miami, se alzan Las Bahamas, una cadena de islas que tiene a Bimini como uno de sus pequeños archipiélagos, y la más cercana al continente americano. Las primeras noticias históricas sobre sus orígenes se remontan a 1512, cuando el navegante español Juan Ponce de León declaró su descubrimiento, anuncio, que más tarde le valiera ser nombrado Administrador Colonial de Bimini y la Florida.
A partir de estos eventos, comienzan a tejerse ciertos relatos que mencionan el apoderamiento de Bimini por parte de la corona española no sería casual, sino respondería a un mandato oculto, y vinculada su anexión a la búsqueda de la Fuente de la Juventud. Narrativas indígenas locales recogidas durante esas primeras épocas, narrando la existencia de una fuente milagrosa, habrían alimentado aún más las ansias españolas en su afán por hacerse con estas tierras.
Sobre este popular mito, el escritor francés Pierre Carnac, relata en La Historia Empieza en Bimini publicado en 1977 lo siguiente:
“La tradición de la Fuente de la Juventud, en su más pura forma de “fuente de vida”, era conocida en toda la Europa de la Edad Media. Desde hace largo tiempo, los especialistas subrayan su origen semítico. Debía tratarse de un agua de inmortalidad, la cual solo podía brotar de una fuente situada en el paraíso, o de un río que lo atravesara”.
Otra cuestión, tiene el nombre de Bimini como interrogante, donde encontramos varias acepciones en los intentos por decodificar la curiosa palabra. Uno de esos aportes lo ofrece el estudioso francés Pierre Carnac, ya citado, quién reclama pertenencia hebrea en su resolución, y donde Bimini, pudiera significar construcción, edificio u altar que domina. Una segunda acepción, busca emparentar Bimini con Egipto, identificado el término como expresión de un homenaje del alma.
Sin embargo, la definición ofrecida por parte de los Lucayan, antiguos nativos ocupantes de Bimini, y vinculados con los Arawak, es la que ofrece mejor pista, argumentando en su defensa, la palabra Bimini conecta con el lugar de la corona, o también, de los muros.
Retomando otros conceptos, Bimini siendo parte de Bahamas resguarda otros secretos, como aquel donde se señala la llegada del Almirante Cristóbal Colón a estas tierras, encuentra en el antiguo hermetismo esotérico cierta correspondencia. Y es que, como adepto practicante de estos saberes, Colón, logró poner en movimiento una antigua ruta marítima hasta entonces oculta, denominada, camino del regreso por el Norte, que desde Isla Bahamas, conecta con las Canarias. Pero, además, el sabio genovés intuía las pretendidas Indias (o mejor dicho América), no solo eran las míticas tierras de los Bienaventurados o Islas Afortunadas, sino también, cuna del paraíso bíblico perdido.
Un antiguo designio enunciado por el célebre Séneca en su Medea inmortal, parece conectarse con el misterio atlante y que fuera presentido también por Colón.
“Llegará un tiempo en los siglos futuros en que la mar dejará caer las cadenas que cierran sus pasos; una vasta tierra se abrirá ante nosotros; la mar dejará ver mundos nuevos y, entre los países conocidos, el último no será Thule”.
Edgard Cayce, y el resurgimiento de la Atlántida
“El 19 de diciembre de 1933, el ‘profeta durmiente’ de Estados Unidos, Edgar Cayce, hizo una lectura psíquica a un paciente en la que habló de tres lugares donde se ocultaron “registros” relacionados con las artes y las ciencias de la civilización atlante antes de la destrucción de la Tierra, un continente insular. Reveló que uno de ellos se encontraría: … en la parte hundida de la Atlántida, o Poseidia, donde aún se puede descubrir una parte de los templos, bajo el lodo de las edades del agua del mar, cerca de lo que se conoce como Bimini, frente a la costa de Florida”. Andrew Collins. Atlántida como las Bahamas.
Edgard Cayce conocido como el profeta durmiente, supo ser en vida uno de los videntes norteamericanos más vinculados al misterio de la Atlántida, resultado de sus lecturas psíquicas dadas a luz a inicios del siglo XX.
En alguna de esas visiones la tierra de Bimini aparece mencionada, como se desprende de esta lectura pronunciada en 1926:
“Sí, tenemos la tierra llamada Bimini, en el océano Atlántico ( … ) Es la parte más elevada que quedó sobre las olas de un continente que una vez fue grande, sobre el cual la civilización que ahora existe en el mundo encontró gran parte de lo que utilizaría para alcanzar tal civilización”.
Según Edgar Evan Cayce cuando su padre realizó estas predicciones, lo hizo para satisfacer a un público muy particular conformado por cazadores de tesoros, negociantes, y buscadores de petróleo, que ansiaban hacerse ricos rápidamente. Entusiasmados, muchos de ellos se lanzaron en la búsqueda de indicios sobre esas visiones, aunque sin lograr resultados.
Cayce diría después:
“La información que se entrega es a través de la manifestación de las Fuerzas Universales, manifestadas a través de este cuerpo, Edgar Cayce, en las fuerzas conscientes o inconscientes, y es para la elevación moral, y nunca deberá utilizarse para otra cosa”.
Otra lectura de 1933 presagia lo siguiente:
“En las partes sumergidas de la Atlántida, o Poseidia, donde todavía puede descubrirse una parte de los templos, bajo el cieno de siglos del agua del mar, cerca de lo que ahora se llama Bimini, junto a la costa de Florida”.
Recién en 1957 arrancarían las primeras exploraciones para tratar de encontrar la Atlántida, teniendo como guía las lecturas impartidas por Edgar Cayce. Quién inició la movida fue Joseph P. Gouveia, un norteamericano nativo de Portugal, quién en 1957 puso en marcha una expedición hacia Bimini tras la búsqueda de un templo señalado por Cayce. El equipo de Gouveia tan solo halló columnas y bloques graníticos, no pudiendo determinarse a que período histórico corresponderían estos vestigios.
Sin embargo, un miembro de esta expedición llamado William Bell, médico oriundo de Carolina del Norte, mientras buceaba a trece metros de profundidad se topó con una columna vertical que se alzaba a más de un metro del fondo marino, informándose la imponente estructura, estaba acompañada por una gran cantidad de losas de piedras. Esta importante evidenciaba fue inmortalizada por Bell con su cámara fotográfica, aunque parte del material resultó velado, como si se tratara de algún tipo de radiación. La evidencia resultante más tarde sería publicada en el libro del famoso explorador David Zink, The Stones of Atlantis.
Pero sería una profecía de Cayce lanzada en 1940 que dispararía con su contenido, el verdadero fervor sobre la Atlántida.
“Y Poseidia estará entre las primeras partes de la Atlántida que se levante de nuevo. Explorarla en el sesenta ocho o en el sesenta y nueve (1968-1968). No muy lejos!”
Promediando 1968, aquella lectura recibió una adhesión inesperada, tras revelarse un insólito hallazgo. Veamos.
Descubrimiento de la Carretera de Bimini
“En 1968, el año en que Cayce predijo que se levantaría la Atlántida, sucedió algo espectacular. Dos pilotos, Trigg Adams y Robert Brush, detectaron lo que parecía ser los cimientos sumergidos de un edificio cerca de la isla Andros, que es la isla grande más próxima Bimini”. Edgar Evans Cayce. Misterios de la Atlántida, 1993.
Sucedió en 1968 cuando dos pilotos comerciales, Trigg Adams y Robert Brush mientras llevaban a cabo un vuelo de rutina desde Miami a Nassau, capital de las Bahamas, tomaron contacto visual con la Isla Pine Cay, norte de la Isla Andros. Allí observaron para su asombro, una estructura perfectamente clara y rectangular, sobresaliendo del agua.
Tanto Adams como Brush pensaron se trataba de un edificio. Más tarde sería bautizado como el Templo de Andros. Ambos pilotos eran devotos de Edgar Cayce, y solían participar de reuniones en la famosa ARE (Asociación para la Investigación y la Ilustración), fundada por Cayce en 1931.
Margaret Adams, madre de Trigg, también era una creyente de Cayce y su tesis atlante, trabajando además durante un tiempo, como secretaria itinerante de la Atlantis Research Society, organización que estuviera comandada por uno de los mayores atlantólogos mundiales, el británico Egerton Syke. Los pilotos decidieron comunicar sus hallazgos Joseph Mason Valentine, un zoólogo y curador del Museo de Ciencias en Miami, otro seguidor de Edgar Cayce.
De inmediato Valentine se interesó por el descubrimiento, y buscó la ayuda de un prestigioso oceanógrafo y submarinista francés, Dimitri Rebikoff. Ambos decidieron investigar el edificio, y se sumergieron en las aguas azules de Andros. Tras una atenta observación, los estudiosos quedaron convencidos de estar ante una estructura fuera de lo común, y que bien pudiera pertenecer a una civilización desconocida.
Poco después nacería la Sociedad de Investigación de Arqueología Marina (MARS), cuyos objetivos tenían como meta, búsquedas de evidencias de arquitectura inusual, y que además de Valentine – Rebikoff, como miembros fundadores, contaría con la colaboración de Trigg Adams, y Robert Brush. La MARS, decidió lanzar un comunicado detallando no solo el extraño descubrimiento realizado en Andros, sino también, arriesgando un probable origen proto histórico de aquel misterioso edificio.
A pesar del entusiasmo impartido por Valentine y su grupo, el espectacular anuncio no fue bien recibido, y sus apreciaciones fueron tachadas como apresuradas por la comunidad arqueológica. Esta reticencia pareció aumentar aún más, cuando se descubrió el supuesto templo atlante, no era más que un recinto para almacenar caracolas y esponjas, según terminarían por revelar los lugareños de Bahamas.
Sin embargo, muchos clamaron no estar de acuerdo con estas reclamaciones, y las dudas continuaron. En ese mismo 1968, tan solo un mes después del descubrimiento de Andros, un dos de septiembre, otro hallazgo imposible fue denunciado en Bimini.
Así lo relata Andrew Collins:
“El 2 de septiembre de 1968 Valentine y sus compañeros de buceo fueron llevados a un sitio aproximadamente a media milla más allá de Paradise Point, frente a la isla norte de Bimini. Allí, un guía local llamado Bonefish Sam les mostró la estructura submarina que desde entonces se conoce en todo el mundo como el “Estrecho de Bimini”. Esta enigmática formación de 638 metros de largo consiste en una doble fila de enormes rocas de forma regular sumergidas casi por completo en la arena.
Algunos de los bloques de piedra tienen una superficie lisa en forma de almohada de cuatro metros cuadrados. Más allá de esta sección se encontró un mosaico de piedras rectangulares más pequeñas de hasta dos metros cuadrados de área, que se curva 90 grados hacia la playa cercana. Las piedras están dispuestas de tal forma que el conjunto tiene la forma de la letra J. Después de la curva, el camino continúa durante otros 110 metros hasta que finalmente desaparece en la arena. A primera vista, el camino parece correr paralelo a la playa”.
Nuevamente la hipótesis atlante volvió al ruedo, pero la comunidad científica no se quedó en silencio, y decidió responder a tal provocación. Una serie de investigadores escépticos tras analizar la nueva evidencia, declararon la supuesta Carretera de Bimini, era una formación natural, y que no había motivos para pensar en una obra artificial.
Hubo un detalle, sin embargo, que captó la atención. Según descubrió el arqueólogo submarino Robert Marx, entonces editor de Argosy Marine Archaeology, quién en su artículo de 1971, Atlantis: La leyenda se está convirtiendo en realidad, narró como en noviembre de 1970, la North American Rockwell Corporation, considerada la mayor terrateniente de Bimini, solicitó contar con los derechos exclusivos de excavación de todas las ruinas submarinas en el área de la isla.
Una vez obtenidos los permisos, la North American Rockwell Corporation contrató los servicios de un geólogo, que curiosamente al emitir su primer informe público, llegaría a declarar:
“Los muros no estaban hechos por el hombre, y que las columnas no eran más que “lastre” de un naufragio”.
Sobre la identidad del geólogo, Robert Marx hace recaer sus sospechas en Eugene A. Shinn, uno de los opositores más encendidos en contra de la Carretera de Bimini. En 2015 Greg Little logró obtener la admisión de Shinn, quién admitió alterar cierta evidencia sobre el descubrimiento. En paralelo se produjo una nueva controversia, cuando Joseph Manson Valentine resultara cuestionado como verdadero descubridor de la Carretera de Bimini. La embestida fue motorizada por dos investigadores, Robert Ferro y Michael Grumley, que en su obra Atlantis: The Autobiography of a Search, 1970, acusan a Valentine, a quién habrían conocido en la ARE, de querer adjudicarse todo el crédito por el hallazgo.
La irrupción de una intrigante pista, parece seguir alimentando las disputas. Veamos.
Una pista llamada Piri Reis
En el reciente programa presentado por Graham Hancock, Los Apocalipsis del Pasado transmitido actualmente por Neflitx, su episodio cuatro, Fantasmas de un mundo sumergido, hace un aporte fascinante al caso Carretera de Bimini, y que en inglés se conoce como The Bimini Road. Ocurre, la enigmática estructura aparece insertada en la cartografía de Piris Reis, uno de los mapas más famosos del mundo. Recordemos este mapa se remonta a 1513, y que según algunos estudiosos parece haber sido confeccionado antes de producirse la última glaciación terrestre. Hasta Aquí.
Conclusión
El hallazgo que en 1968 presentará al mundo la Carretera de Bimini, sigue fascinando especialmente a las nuevas generaciones que parecen querer saber más de su historia. El regreso de la Atlántida está a la vuelta de la esquina, o al menos eso parece. Continuará.
Un artículo escrito por: Débora Goldstern; colaboradora de CodigoOculto.com.
Aunque el audio del siguiente vídeo se encuentra en inglés, usted puede activar los subtítulos en español. En caso desconozca cómo hacerlo, puede consultar esta GUÍA.
Bibliografía
Libros:
- Berlitz, C. (1976). El Misterio de la Atlántida. Barcelona: Mundo Ediciones.
- Berlitz, C. (1977). Sin Rastro. España: Pomaire.
- Carnac, Pierre. (1977). La Historia Empieza en Bimini. La Atlántida de Cristóbal Colón. Barcelona: Plaza & Janés.
- Cayce, E E..; Cayce Schwartzer, G.; Richards, D.G. (1993). Misterios de la Atlántida. Madrid: Edaf.
- Ferro, M; Grumley, R. (1970). Atlantis: The Autobiography of a Search. USA: Doubleday & Co.
- Little, G. (2006). Edgar Cayce’s Atlantis. Virginia: A.R.E.
- Leonard, C. (1979). Quest for Atlantis. New York: Meanor Books.
- Zink, D. (1978). The Stones of Atlantis. Canadá: Prentice Hall.
Sitios web:
- Andrew Collins
Atlantis como las Bahamas.
‘http://www.andrewcollins.com/page/interactive/bahamas.htm - AP Magazine
Little, G. Bimini y Atlantis—¿Por qué mienten los científicos? Respuesta: No son científicos, son pseudocientíficos.
‘http://www.apmagazine.info/index.php?option=com_content&view=article&id=119&Itemid=53 - Atlantis for Schung
Leonard, Cedrid. Las ruinas submarinas de las Bahamas.
‘https://atlantisforschung.de/index.php?title=Die_Unterwasser-Ruinen_der_Bahamas - Atlantipedia
Saunders, A. The Bimini Road.
‘https://atlantipedia.ie/samples/tag/ashley-a-saunders/ - Adela Kaufmann
¿Puerta Estelar en el Triángulo de las Bermudas? ¿O una Conexión a la Atlántida? - In Mysteriam
La Carretera de Bimini y otras estructuras artificiales sumergidas.
‘https://www.inmysteriam.fr/civilisations-disparues/dandros-a-bimini-les-etonnantes-structures-submergees-des-bahamas.html - The Final Call
Madre Tynnetta Muhammad. La historia de Yacub: vínculo misterioso con el continente perdido de la Atlántida encontrado en la isla de Bimini en las Bahamas.
‘https://new.finalcall.com/2012/04/19/yacuba-s-historya-a-mysterious-link-to-lost-continent-of-atlantis-found-on-the-island-of-bimini-in-the-bahamas/
¿Te gustó este contenido? Te invito a compartirlo con tus amigos. También puedes seguirnos en nuestra Fan Page, para estar al tanto de todas las noticias que publicamos a diario. También puedes unirte a nuestro Grupo Oficial y a nuestra comunidad en Telegram.
0 comentarios