Sucedió a inicios del siglo pasado, cuando en la isla griega de Anticitera fue descubierto un extraño mecanismo recuperado de un antiguo naufragio.
Aunque al principio se pensó trataba de un reloj astronómico, la idea fue pronto descartada al considerarse era imposible el siglo II, época en que fuera datada la pieza, los helenos estuvieran tan avanzados. Con el devenir del tiempo la historia del mecanismo de Anticitera se volvió un tema regular en el mundo del misterio, adoptado como como de sus enigmas preferidos.
Centro de innumerables rumores que la etiquetaban como obra de antiguos astronautas, o civilizaciones avanzadas en la lejana prehistoria, hoy sabemos Anticitera tiene como función ser una computadora mecánica, llegando al punto de predecir eclipses.
Y todo gracias al ingenio de los magníficos griegos, que al parecer hace dos mil años sus invenciones parecían no tener límites, siendo señalados constructores de las primeras máquinas automatizadas, los primigenios robots.
Ajusten sus cinturones, se avecina un viaje movido.
Antiguos griegos, y su búsqueda de Inteligencia artificial
“Los griegos inventaron gran número de técnicas y máquinas. La mayoría eran de uso práctico y se utilizaban en la construcción, la carpintería, la navegación o la guerra. Muchas llegaron a ser notablemente complejas: incorporaban palancas, ruedas, ejes, poleas e incluso tornillos, y se accionaban no sólo mediante la fuerza humana o animal, sino también por energía hidráulica o aire comprimido. Pero quizá la máxima expresión de la inventiva griega se encuentre en unos artilugios que no tenían una función económica concreta, pensados para asombrar a los espectadores con su capacidad para moverse por sí mismos e imitar las acciones de un ser vivo: los autómatas”. National Geographic. Historia. Inventos Griegos. Los Autómatas de Herón, 2018.
Una de las primeras referencias sobre robótica en la antigua Grecia, proviene a través de Arquitas de Tarento, 435 y 410 a. C. Contemporáneo del gran Platón, Arquitas es considerado el padre de la ingeniería mecánica, a quién se le atribuye invención del tornillo y polea.
Es además fabricante del primero cohete autopropulsado para uso militar. Pero su invención más destacada, es la creación de una paloma de madera volante que lograba hacerla funcionar gracias al uso de un sistema de aire comprimido, o también vapor. Este artilugio es reconocido actualmente como prototipo del primer autómata documentado, y considerado además como el primer dron de la historia. Un continuador de esta línea se encuentra en el brillante matemático griego Apolonio de Perga, 262-190 a. C., realizador de los primeros autómatas musicales impulsados por agua.
Otro talento lo tenemos en el sabio Ctesibio, 285 a.C. – 222 a. C. Denominado padre de la neumática, escribió el primer tratado científico sobre aire comprimido, y llevó adelante la invención de la bomba de agua. Se cree Ctesibio estuvo al mando del Museo de Alejandría, aunque sus escritos no han sobrevivido. Su invención más portentosa fue la clepsidra, uno de los primeros relojes de agua que contaba con un autómata para afianzar su movimiento.
A Ctesibio lo sucedería su discípulo Filón de Bizancio. 280 a. C. 220 a. C. Autor de nueve libros sobre la ciencia mecánica. Entre sus inventos destacan la ballesta automática, un prototipo del actual termómetro, y del primero molino de agua. También ideó una lava mano, así como una lámpara autorregulable. Pero su máxima expresión es su llamado sirviente automático, verdadero artilugio revolucionario, y considerado el primero robot operativo de la humanidad.
Uno de los nombres sin embargo más notables es el llamado padre de la robótica, Herón de Alejandría, 20 al 62 d. C. Matemático e ingeniero griego, oriundo de Egipto, se lo cree autor de importantes obras de mecánica, así como su interés en el campo del entretenimiento y a geodesia. Herón es vinculado a dos importantes tratados, conocidos como La Neumática y Los Autómatas.
Algunos estudiosos de su trabajo intuyen Herón ya había descubierto una forma rudimentaria de uno de los principios mecánicos newtoniano, ley de acción y reacción. A este importante avance seguiría otras realizaciones, como la de fuentes accionadas mediante sistemas hidráulicos, y operadas por autómatas.
Otros de sus logros, son las invenciones de prototipos imitando el gorgojeo de aves, y autómatas tipo sirvientes reemplazando esclavos. Herón también asombró a sus contemporáneos, cuando en los templos religiosos implementó mecanismos que permitían abrir puertas en forma automática, y hasta escuchar música ambiental. Esferas flotantes como si levitaran y dioses danzantes, eran otros artilugios que hacían de estos espacios sitios mágicos, plagados de efectos especiales gracias a la ciencia desarrollada por el brillante Herón. Aunque Herón dejó muchas pistas sobre sus impresionantes inventos, no todo el funcionamiento ha sido decodificado. Falta mucho por conocer.
El misterio de Dédalo y sus estatuas vivientes
“Las legendarias «estatuas vivientes» atribuidas a Dédalo son de gran interés como ejemplo de la idea de «vida artificial», imaginaria y genuina, manejada por los autores clásicos. Muchos afirmaron que los daedala , esculturas que imitaban la vida, podían mover los ojos y emitir sonidos, levantar los brazos y dar pasos al frente. Al mismo tiempo, no obstante, surgieron polémicas sobre la naturaleza de estas «estatuas vivientes». ¿Podían las figuras talladas por de Dédalo moverse de verdad por sí mismas? ¿O su movimiento era ilusorio? Adrienne Mayor. Dioses y Robots. Mitos, Máquinas, y Sueños Tecnológicos en la Antigüedad, 2019″.
Hablar de Dédalo supone sumergirnos en los antiguos mitos griegos, donde nuestro personaje aún es recordado como el gran arquitecto e inventor, así como protagonista de uno de los pasajes más recordados por su trasfondo legendario. Una primera correspondencia y no menor, como luego veremos, asocia a Dédalos con Hefesto, el llamado el patrono divino de los herreros, escultores y artesanos. Esta deidad solía tener su residencia en el Monte Olimpo, siendo hijo del propio Zeus. Pero volviendo a Dédalo, según mencionan antiguos cronistas el futuro inventor nació en Atenas estando, emparentando, con uno de los antiguos reyes fundadores de la ciudad griega, el legendario Erecteo. En la célebre Ilíada homérica, Dédalo es referido como el constructor del Laberinto (aposente del temido Minotauro), así como de otras maravillas.
Tras sus desavenencias con Minos, rey de Creta, Dédalo se muda a tierras sicilianas bajo la protección de otro rey llamado Cócalo. Durante aquella etapa perdida en los eones del tiempo, el genio de Dédalo no da tregua. Así uno de sus inventos recordados, dio como fruto un sistema rejuvenecedor de aguas termales volcánicas, señalado como el primer spa de la historia.
Su fama continúa elevándose, y en un momento de algarabía decide adoptar como ayudante a su sobrino Pérdix, también conocido como Talos de Atenas, que con el tiempo se va a convertir en su gran rival, debido también a su enorme ingenio. Cuando el joven Talos materialice la sierra dentada, Dédalo enfurecido por los celos no dudará en asesinarlo arrojando su cuerpo al Acrópolis. Tras su espantoso crimen Dédalo buscara nuevos mecenas a quién ofrecer sus habilidades, poco inusuales si se quiere. Y es que el arquitecto guarda fama como un constructor de autómatas, genio capaz de producir movimientos más allá de toda imaginación. Verdaderas estatuas vivientes, y de esplendoroso realismo, conocidas como las dedálicas.
En su libro Dioses y Robots Dioses y Robots. Mitos, Máquinas, y Sueños Tecnológicos en la Antigüedad (2019), la historiadora norteamericana de la Universidad de Stanford, Adrienne Mayor, escribe como estas estatuas podían no solo mover los ojos, sino también emitir sonidos, levantar los brazos, y hasta caminar. La catedrática postula si estos artefactos eran tan solo artificios ilusorios, o realmente podría llevar a cabo estas extraordinarias funciones. Mayor se inclina por la existencia de una antigua tecnología mecánica, aunque el concepto pueda asustar. Una versión alternativa sobre la verdadera identidad de Talos, quizás arroje más luz a este enigma. Veamos.
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Talos. Historia del primer robot sobre la Tierra
“Talos fue el primer robot androide en la mitología humana. Aunque su origen es un poco confuso, algunas fuentes afirman que el creador de Talos fue el mismo Zeus, o uno de los inventores, Hefesto o Dédalo, por orden de Zeus. Otra versión de la leyenda, narra que Talos es un regalo de Zeus o Hefesto a Minos, el Rey de Creta, para proteger la isla y su gente, y otras más dicen que Talos fue un regalo de Zeus a la princesa fenicia Europa, para protegerla a ella y a sus hijos”. Luisa Lugo. Relatos sobre robots narrados en la antigüedad, 2021.
En una primera aproximación al mito de Talos, lo vimos vinculado en su versión física al célebre inventor ateniense, Dédalos, pero la historia es aún más sorprendente. Ocurre Talos es reseñado en algunos relatos como un fantástico robot. La primera gran pista proviene de la legendaria epopeya épica Argonáuticas, donde en uno de sus pasajes Apolonio de Rodas narra las aventuras de Jasón y los Argonautas tras la búsqueda del Vellocino de Oro.
Allí Talos es presentado como un autómata de hierro que vigila a la Isla de Creta gobernada por su rey Minos, impidiendo con su poder cualquier intromisión enemiga. Talos en esta versión habría sido creado por el mítico Hefesto, dios del fuego, que ya dijimos patrono de los artesanos, herreros y otros gremios. En otras narrativas se sostiene Hefesto fue ayudado por los Cíclopes en la construcción de Talos, siendo un dato no menor si pensamos las historias que circulan en la antigua Grecia, sobre gigantes de un solo ojo a quiénes se atribuye edificaciones portentosas. Y aquí otro agregado en cuanto a definir el término Talos, que traducido al griego remite a Helios, o sea el mismísimo sol.
Entre las habilidades que se comentan sobre Talos, en el artículo en el artículo El Gigante Talos: ¿Un terrorífico robot en la antigüedad?, se menciona lo siguiente:
“Este podía arrojar grandes cantidades de piedras a largas distancias. Si las piedras no bastaban, el gigante podía encender su cuerpo metálico hasta tornarlo incandescente. Entonces se lanzaba sobre el transgresor de las órdenes reales con todo su peso y el calor insoportable de su bronce”.
Estas acciones se realizaban tres veces por días, mientras Talos patrullaba Creta, revelando su mecanismo una programación oculta. Había si un punto vulnerable dentro del gigante de bronce. Ocurre Hefesto mientras construía Talos y para insuflarle vida, introdujo una larguísima vena que se extendía desde la cabeza hasta el talón derecho, y que utilizaba como fuente de energía al icor (líquido que en la mitología griega respondía al llamado fluido etérico, o sangre real, aunque otros apuntan a la ambrosía, antiguo brebaje inmortal). Un tapón atornillado en el talón del autómata, impedía se desbordara el líquido sagrado ¿Son estos conceptos nociones de una antigua ciencia alquímica? Tal vez.
Esta referencia conduce hacia otro célebre poema el de la llíada homérica, donde se retratan los últimos días de Troya. Imposible olvidar lo ocurrido con uno de sus grandes héroes, Aquiles, considerado casi invencible, y finalmente derrotado por la flecha certera del príncipe troyano París, una vez alcanzado su talón fallido. Es interesante observar en algunas representaciones descubiertas sobre Talos, se lo configura como un ser alado desnudo. Imagen, que despierta muchos interrogantes ¿ Tal vez un intento de humanización? Otra cuestión infiere, la fisionomía mecánica humanoide de Talos, recuerda a los gólems hebreos, seres animados por el soplo divino derivados de la olvidada ciencia cabalística.
El mercurio, y el secreto de la automatización antigua
“Es plausible que el mercurio se utilizase en la Antigüedad para animar artefactos. La idea de que este fluido metálico mal comprendido, llamado «azogue» o mercurio «vivo», pudiese conferir movilidad a una estatua también aparece en antiguos textos indios sobre máquinas que se movían de forma automática”. Adrienne Mayor. Dioses y Robots. Mitos, Máquinas, y Sueños Tecnológicos en la Antigüedad, 2019.
Conocido como la plata líquida, en la antigüedad el mercurio tenía como objetivo extender la vida, aunque irónicamente su alta toxicidad para quién lo manipulara resultara en posterior envenenamiento y hasta muerte. Es también un gran disolvente de otros metales, que permite luego realizar aleaciones. Pero más allá de estas cualidades, el mercurio es uno de los símbolos más importantes cuando se revisan tratados alquímicos, ya que es sindicado como la materia prima desde donde se derivan todos los demás metales. Un agente de transmutación y regeneración. Representa el alma y la consciencia. Sus propiedades físicas lo vuelven un excelente conductor de electricidad, no así del calor. Y aquí quiero detenerme para ahondar, puesto el mercurio siguiendo esta senda, es un metal muy valorado en todo uso industrial y también tecnológico.
Sin dudas una de las referencias claves sobre su oculto poder proviene de textos de la India, donde se alude al mercurio como fuente de combustible, aunque nunca hayamos podido descifrar como actúa. Lo mismo ocurre cuando pensamos en los autómatas griegos, pues se cuenta con información que el mercurio integró parte de esa tecnología perdida. Así tenemos, según declara Adrienne Mayor en su imprescindible libro citado, Herón de Alejandría habría utilizado mercurio caliente para alentar el funcionamiento de sus dispositivos. Lo mismo habría hecho Hefesto, o mejor dicho Dédalo, y esta escritora apuesta por el segundo, usando el mercurio para animar al maravilloso Talos. Hasta Aquí.
Conclusión
Tras la brusca desaparición de la Biblioteca de Alejandría, y el posterior declive del Imperio Romano, el misterio de los autómatas antiguos se mezcló con los mitos y leyendas, y su verdad ya no fue tan presente, transformada en mera superstición. Y sin embargo, hoy sabemos en aquellos tiempos primigenios, cuando la historia recién comenzaba su devenir, sabios brillantes asombraban a su época, adelantando el futuro del mundo. Continuará.
Un artículo escrito por: Débora Goldstern, colaboradora de CodigoOculto.com
Bibliografía
Artículos:
- González, Paco. Tecnología Imposible en la Antigua Grecia, 2015.
En: Revista Año Cero, nº 297, pág. 24-31. - Herón de Alejandría. Un gran tecnólogo en la historia de la humanidad.
En: Temas para la Educación, 2010. pág 1-7.
Libros:
- Álvarez López, José. (1980). Dioses y Robots. Buenos Aires: Kier.
- Drake, W. R. (1980). Dioses y Astronautas en las Leyendas de Grecia y Roma. Barcelona: ATE
- Mayor, Adrienne. (2019). Dioses y Robots. Mitos, Máquinas, y Sueños Tecnológicos en la Antigüedad. Madrid: Desperta Ferro.
Sitios web:
- El Bibliote
El Origen de los Robots.
http://elbibliote.com/resources/Temas/html/1502.php - El Comercio
Cómo eran los robots que ya existían en la antigua Grecia.
https://elcomercio.pe/tecnologia/inventos/robots-cines-existian-antigua-grecia-google-maps-noticia-498011-noticia/ - El Diario
Luna, José A. En la Antigua Grecia ya soñaban con ovejas eléctricas: Talos, el padre de los robots contemporáneos.
https://www.eldiario.es/cultura/libros/antigua-grecia-electricas-talos-contemporaneos_1_1246184.html - El Oráculo de Delfos
Talos, el primer ‘robot’ de la historia.
https://elorculodedelfos.wordpress.com/2019/12/20/talos-primer-robot-historia/ - Mitología Gurú
Talos: Autómata Gigante De La Mitología Griega.
https://mitologia.guru/personajes-mitologicos/talos/ - Muy Historia
Delgado, Daniel. La leyenda de Talos, el primer autómata de la historia.
https://www.muyhistoria.es/h-antigua/articulo/la-leyenda-de-talos-el-primer-automata-de-la-historia-661613728306 - National Geographic. Historia.
Inventos Griegos los Autómatas de Herón.
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/inventos-griegos-automatas-heron_9395 - Que vuelen altos los dados
Robots en la Antigüedad.
https://quevuelenaltolosdados.com/2019/09/10/robots-de-la-antiguedad/ - Reuters
Georgiopoulos, G; Kyvrikosaios, Deborah. Robots, relojes y computadoras:
cómo los antiguos griegos fueron los pioneros.
https://www.reuters.com/article/grecia-tecnologia-museo-idLTAKBN20C21D - Robotics 217
De Arquímedes a Herón: Los autómatas.
https://robotics2017site.wordpress.com/2017/11/02/de-arquimedes-a-heron-los-automatas/
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