Hoy vamos a sumergirnos en la figura de Aleister Crowley, una de las personalidades más influyentes del mundo oculto. La naturaleza de su legado resulta fuente de gran controversia, y sigue resultando tarea difícil decodificar aspectos de su vida, aún incomprensibles en su gran mayoría.
Las opiniones difieren, así como los trabajos actualmente publicados, que lejos están de resolver su enigma. Pero lo cierto es, a más de medio siglo de su fallecimiento, Crowley, sigue movilizando pasiones, donde odio y admiración confluyen por igual. Invito al lector me acompañe a tratar de desentrañar parte de su misterio. Ahondemos.
Alick. El Hijo del Cervecero
Nacido como Edward Alexander Crowley, vino al mundo un 12 de octubre de 1875, nativo de Leamington Spa, condado de Warwichshire, localidad británica perteneciente a las Tierras Medias Occidentales. Sus registros médicos señalan algunas extrañezas, como manifestar la lengua atada, que debió ser intervenida por un cirujano, existencia de una membrana presagiando más tarde fimosis, y detectado en el centro del corazón, «cuatro pétalos curvados, de izquierda a derecha en forma exacta de una esvástica». También agregar su fecha de natalicio coincide con el fallecimiento de Eliphas Levi, el famoso mago francés no siendo un dato menor.
Aunque su familia gozaba de una posición acomodada, el joven Edward solía atribuir su fortuna como heredera de rancio abolengo, aunque muy pronto sus biógrafos echarían por tierra esta afirmación al declamar, su vinculación con el negocio cervecero. Sus padres destacaban como miembros prominentes de los Hermanos Plymouth, que cultivaban un cristianismo conservador.
Esta devoción generaría la primera resistencia del futuro mago británico, atormentado por una religión que llegaría a detestar. Se sugiere Crowley mantuvo una buena relación con su padre, no a si con su progenitora con quién no se entendía en lo absoluto. Escandalizada por su extravagante comportamiento, que lo tenían como un niño problemático, su madre terminaría por bautizarlo con el apodo profético de la Gran Bestia. Una de sus primeras incomodidades fue alterar su nombre, que parecía no encajar en su visión futura, tal como lo relata su propia autobiografía, Las Confesiones de Aleister Crowley:
Durante muchos años detestaba que me llamaran Alick, en parte por el sonido desagradable y la visión de la palabra, en parte porque era el nombre con el que me llamaba mi madre. Edward no parecía satisfacerme, y los diminutos Ted o Ned eran aún menos apropiados. Alexander era demasiado largo y Sandy sugería remolcar el pelo y las pecas. Había leído en un libro u otro que él nombre más favorable para hacerse famoso era uno que consistía en un dáctilo seguido de un espondeo (basado en la métrica poética), como al final del hexámetro; como Jeremy Taylor. Aleister Crowley cumplió estas condiciones. Y Aleister es la forma gaélica de Alexander. Adoptarlo satisfaría mis ideales románticos”.
Esta peculiaridad manifestaba una rebeldía, que con los años se volvería más insolente. Luego del fallecimiento prematuro de su padre, Aleister accede rápidamente al patrimonio familiar, que lo llevan a inscribirse en el prestigioso Trinity College de Cambridge, decidido a estudiar química y medicina, aunque luego incursionaría en filosofía, economía y psicología.
En aquel ambiente académico que en su tiempo fuera frecuentada por la crema y nata de la intelectualidad británica, así como la nobleza más refulgente, Crowley terminó por inclinar sus actitudes hacia la poesía, revelándose como una joven promesa de amplios dotes, luego manifestada en algunos de sus trabajos más importantes, como por ejemplo Aceldama, publicado en 1898, caracterizado por sus «imágenes sangrientas y provocativas». Otra de sus habilidades era el ajedrez, y lo tenían como maestro nato. Pronto, sin embargo sentiría el llamado de las montañas, destacado como miembro. En aquel ambiente académico que en su tiempo fuera frecuentada por la crema y nata de la intelectualidad británica, así como la nobleza más refulgente, Crowley terminó por inclinar sus actitudes hacia la poesía, revelándose como una joven promesa de amplios dotes, luego manifestada en algunos de sus trabajos más importantes, como por ejemplo Aceldama, publicado en 1898, caracterizado por sus «imágenes sangrientas y provocativas». Otra de sus habilidades era el ajedrez, y lo tenían como maestro nato. Pronto, sin embargo sentiría el llamado de las montañas, destacado como miembro expedicionario acompañando en sus travesías a escaladores profesionales. Pero su segundo llamado sería uno más profundo, el mundo de lo oculto.
En busca del Santuario Secreto
“Las fuerzas del bien eran aquellas que me habían oprimido sin descanso. Veía a diario como destruían la tranquilidad de mis semejantes. Por tanto, si mi empresa era explorar el mundo espiritual, mi primer paso era dirigirme a entrar en comunicación directa con el diablo”. Su Satánica Majestad, Aleister Crowley. Martin Booth. 2008.
La vida de Aleister Crowley parecía augurar un destino brillante, aunado a una fortuna considerable, que bien administrada, le asegurarían tranquilidad para el resto de sus días. Pero Crowley parecía inquieto, y soñaba con atravesar velos prohibitivos, donde lo oculto dominaba muchos de sus pensamientos. Algunos signos premonitorios parecían favorecer estas inquietudes, siendo 1896 año decisivo, cuando estando en Estocolmo, Suecia, durante unas cortas vacaciones, fue presa de una extraña ensoñación. Según narróen la medianoche de un 31 de diciembre, una revelación lo convenció, «debía dedicarse a la magia para despertar una parte dormida de sí mismo». Al mismo tiempo que esta visión cruzó su camino, Crowley se encontraba viviendo una apasionada relación con Herbert Charles Jerome Pollitt, un transformista que se usaba el apelativo de Diane de Rougy, toda una curiosidad de la época. Para ese entonces Crowley no ocultaba sus preferencias en materia sexual, que lo llevarían a experimentar tanto con hombres como mujeres.
Durante seis meses convivió con Pollit, una pasión que nunca volvió a sentir por nadie, completamente enamorado. Pero la poca aceptación de sus aficiones ocultas por parte de Pollit, quién poco entendía de su búsqueda espiritual, determinaron la ruptura. Un Crowley destrozado inmortalizaría aquel amor imposible, en el poemario «El Jardín Perfumado de Abdullah el Satírico», 1924, «mezcla de misticismo persa y glorificación del amor».
A pesar de este vaivén amoroso, Crowley continuó su investigación oculta, inflamada por la lectura de El Libro de la Magia Negra y los Pactos, 1898, de Arthur Waite. En este libro se recopilan grimorios, y libros prohibidos, siendo un tratado esotérico que alcanzara gran repercusión. Waite fue además un gran erudito esotérico, autor de otras grandes obras mistéricas, y miembro de destacadas órdenes secretas. Crowley se sintió impactado por lo narrado por Waite, especialmente en su mención sobre, «una Iglesia oculta retirada del mundo, en cuyos santuarios se conservaban los verdaderos misterios de la iniciación». Estas líneas lo intrigaron y se decidió a escribirle. En aquel intercambio de correspondencia Waite le aconsejó otras lecturas a Crowley, recomendándole especialmente La Nube sobre el Santuario de Karl von Eckartshausen, un alquimista, filósofo, y cabalista alemán del siglo XIII, vinculado en sus afiliaciones a los rosacruces. La idea «sobre un cónclave secreto de santos o iniciados que poseían y guardaban los misterios de Dios y de la Naturaleza», volvía a posicionarse, siendo quizás la meta que sugería su autor, para unificar todas las religiones. Crowley volvió a quedar impactado, y decidió seguir esta pista, donde una orden secreta poseedora de una antigua sabiduría perdida, aún pervivía. Esta meta produjo cortocircuito en su vida académica, que decidió abandonar, resignando un título universitario.
A partir de allí Crowley se dedicó en cuerpo y alma a su nueva vida, donde el ocultismo ocupaba gran parte de su jornada. Un día donde se encontró dando una conferencia sobre Alquimia, dentro del público fue escuchado por un alpinista y estudiante de magia, muy afamado, Julian L. Baker, quién sería el canal para conducirlo hacia uno de sus primeros y verdaderos mentores, George Cecil Jones. De inmediato se reconocieron como almas gemelas y simpatizaron en ideas. Jones fue un maestro eficaz aleccionando la entonces desconcertada consciencia de un Aleister Crowley, deseoso, por poner en práctica sus ideas mágicas. Más tarde el futuro Perdurabo, escribiría sobre las recomendaciones de Jones, para abrir su mente y espíritu hacia la verdadera magia.
Imagina una imagen de ti mismo (conocida como el Cuerpo de Luz), de pie ante ti. Transfiérele tu consciencia. Elévate. Invoca las fuerzas que deseas por medio de los métodos prescritos. Obsérvalas cuando hacen su aparición. Comprueba que sean auténticas. Entabla una conversación con ellas. Viaja guiado por ellas hasta el peculiar lugar del universo, que te interese explorar. Vuelve a la tierra. Provoca que el Cuerpo de Luz coincida especialmente con el cuerpo físico. Reconéctalos usando el signo de Harpócrates. Retoma la consciencia normal”.
Para Crowley fue un verdadero despertar, donde sus habilidades mágicas de pronto tuvieron un propósito. En 1971 en el celebrado «Lo Oculto», Colin Wilson, retrataría a Crowley como, »un mago nato con poderosas facultades animales, e irresistibles impulsos sexuales». Esta definición podría completarse con su inquebrantable voluntad por aprender, a pesar de sus errores durante el proceso, y sentirse como un aprendiz dominado por sus instintos, superando incluso sus alardes intelectuales.
La magia según Crowley era el proceso de comunicación con ese otro lado, a través de un duro trabajo diario, y sin la necesidad de intermediarios o complejidades innecesarias. Pronto George Cecil Jones comprendió estaba ante un pupilo excepcional, y no dudó en recomendarlo como postulante a la Orden Hermética de la Aurora Dorada, o conocida también en su apelativo anglosajón, Golden Dawn, de la cuál Jones, fungía como miembro destacado. Se iniciaba una nueva etapa en la vida de Crowley.
Historia Orden Hermética de la Aurora Dorada. Nacimiento de Perdurabo
“Mis encuentros con ellos me han mostrado lo difícil que es para un mortal, por muy avanzado que esté, soportar su presencia … No quiero decir que durante mis pocos encuentros con ellos haya experimentado los mismos sentimientos de intensa depresión física que acompaña a la pérdida de magnetismo; al contrario, la sensación era la de estar en contacto con una fuerza tan terrible que solo puedo comparar con lo que usualmente experimenta una persona a la que un relámpago cae muy de cerca durante una violenta tormenta; esto unido a una dificultad respiratoria parecido al efecto estrangulador del éter. Debido a mi práctica en el trabajo ocultista, no puedo concebir que un iniciado mucho menos avanzado sea capaz de soportar una tensión de tal magnitud, ni aún durante unos minutos, sin que le sobrevenga la muerte…, la postración nerviosa después de cada encuentro es terrible y va acompañada de sudores fríos y hemorragias de la nariz, la boca y los oídos…” Mac Gregor Mathers, líder de la Orden Hermética de la Aurora Dorada, relatando su encuentro con los enigmáticos, Superiores Desconocidos.
El renacimiento de la magia pagana en la Inglaterra del siglo XIX, y principios del siglo XX, es un dilema digno de estudio para entender este fenómeno, que engendró al propio Crowley en este contexto.
Algunas de las causas pueden rastrearse, como una reacción por parte de ciertos sectores de la sociedad británica, ante el feroz puritanismo teñido de aires protestantes, que hacían buscaran revelarse a través de estas organizaciones casi clandestinas, de orden mística, donde pudieran liberarse tanto en materia espiritual, como sexual, de los rígidos cánones gobernantes.
Otras de las causas, era cierto hastío contra el materialismo y cientificismo en alza, así como la naciente revolución industrial, toda una serie de cambios, y modernismo penetrante, atentando contra las viejas tradiciones, que se pensaban en retirada. Quizás uno de los hechos determinantes en la fundación de la Aurora Dorada, tuvo a la Sociedad Teosófica (ST), fundada por Helena P. Blavatsky, como motivación principal, ya que muchos miembros habían pertenecido a sus ligas.
La persecución a la que se vio sometida la ST, así como los ataques que propiciaron su caída, incitaron estas aspiraciones ocultas, de continuar indagando antiguos misterios tachados como tabúes por parte de los movimientos clericales.
Lo cierto es que en algún punto radicado entre 1880 o 1884, la Orden Hermética de la Aurora Dorada, vio florecer su primer templo en Inglaterra. Su fundación se atribuye a Alphonsus Woodford, William Westcott, y Samuel Liddell MacGregor Mathers, Nutridos de conceptos rosacruces, masónicos, y teosóficos, y concentrados en antiguo hermetismo egipcio, Aurora Dorada se erigió como un faro inspirador reclutando en su momento muchos miembros prominentes, como es el caso del poeta William Yeats, galardonado con el Premio Nobel en 1823.
Misterio inquietante refiere a los documentos, que le confirieron a la Aurora Dorada la acreditación necesaria. Hay quién sostiene su nacimiento se debió al hallazgo aparentemente casual de unos documentos procedentes de una fuente de Nüremberg, Alemania, conteniendo rituales de iniciación hasta hoy desconocidos, aunque otras voces atribuyen el material, a un antiguo código creado por el abad Johannes Trithemius, Esteganografía o Polygraphia, 1518, donde se entregaban pautas para la comunicación con espíritus, verdadero grimorio.
Otros textos fundamentales en el desarrollo de la orden, fueron Las Clavículas de Salomón, La Cábala Desvelada (escrito por el propio MacGregor Mathers), La Mónada Hieroglífica (John Dee), y especialmente El Libro de la Magia Sagrada de Abramelin, éste último de influencia capital como veremos después en el propio Crowley.
Aunque sobreviven pocos datos sobre la composición interna de Aurora Dorada, la mayoría de sus biógrafos coinciden, «la orden se estructuraba jerárquicamente, el primer grado era el de Neófito, luego seguía Celador, Teórico y Práctico. El último grado y el más difícil de lograr era el de Filósofo, ya que exigía se estuviera en posesión de una enorme cantidad de conocimientos y a punto de hablar con el ángel guardián». Se habla también de una segunda jerarquía secreta, regida por enigmáticos superiores o jefes desconocidos, a la cual se accedía después de atravesar difíciles rituales. También se describe como la orden aceptó mujeres en sus filas, toda una avanzada para la época. Se practicaba la magia ceremonial y adeptos aprendían el alfabeto hebreo y el sefirótico árbol de la vida, además de tarot, astrología y geomancia. A diferencia de la Teosofía que tenía una estrecha relación con el pensamiento hinduista y tibetano, en la Aurora Dorada, se buscó un acercamiento con el legado de los antiguos misterios egipcios, griegos, romanos, herméticos, gnósticos y cabalistas.
Aleister Crowley recibió su admisión como Neófito el 18 de Noviembre de 1898, escalando rápidamente de grados. Sin embargo rápidamente imperó la decepción en Crowley, al advertir según su visión, que la orden no dejaba de tener una estructura masónica en su desarrollo. Su desprecio lo llevó a escribir más tarde que Aurora Dorada, «eran una miserable pandilla de don nadies; los miembros de la orden eran tal vulgares y corrientes como cualquier otro grupo de gente anónima».
No hay dudas Crowley se aburría, extrañaba la acción, la cuestión ritual solo exasperaba su ambición interna, necesitaba seguir avanzando. Pero una luz pareció renovar su interés, cuando prestó atención al libro El Libro de la Magia Sagrada de Abramelin conocido también como Operación de la Magia Sagrada de Abramelín, que circulaba como texto fundamental dentro de la orden.
Aunque ocultistas de prestigio como Eliphas Levis, y Edward Bulwer Lytton habían referenciado el libro, se debe su redescubrimiento a MacGregor Mathers, quién lo localizara en la Biblioteca del Arsenal de París, traduciéndolo por primera vez al francés. Databa de 1458, y se atribuía su Autoría a un cabalista hebreo. Abraham el Judío. Este estudiante de ocultismo había sido discípulo de un tal Abramelín, un poderoso vidente egipcio. Crowley alabó el tratado resaltando sus virtudes:
Está escrito en un estilo elevado. Es absolutamente coherente; no exige minucias fantásticas en el rito, ni siquiera los cálculos habituales. No hay nada que insulte a la inteligencia. Al contrario, la operación que propone es de una sencillez sublime. El método está de acuerdo con esto último. Hay, en verdad, ciertos preceptos que observar, pero en realidad, no van mucho más allá del mandato del decoro en la ejecución de tan augusta operación. Uno debe alquilar una casa donde puedan tomarse las precauciones necesarias para no ser interrumpido; arreglando esto, basta con aspirar –con creciente fervor y concentración durante seis meses-a la obtención del Conocimiento y la Conversación con el ángel guardián. Cuando haya aparecido en primer lugar es necesario invocar a los Cuatro Príncipes del Mal del Mundo; después, a sus ocho príncipes menores y, por último a los trescientos dieciséis servidores de éstos. Varios talismanes preparados con antelación se cargan así de poder de estos espíritus. Usando los talismanes apropiados, uno puede obtener casi todo lo que desee”.
En definitiva el grimorio propone para el operante, centrarse en la pureza, haciendo de la meditación y plegaria su eje central. Si se logra el cometido de seguir el ritual sin fallas, finalizando para el aspirante encontrarse con su ángel guardián, los resultados obtenidos resultarán inmensos, destacándose por ejemplo, resucitar fallecidos, facultar el vuelo espiritual, invisibilidad, dominio sobre los elementos naturales, fabricación del oro, así como otros exóticos poderes. El Libro de la Magia Sagrada de Abramelin, se convirtió para Crowley en su biblia y revelación. Lo acompañaría por siempre en su insaciable búsqueda de conocimiento oculto. Pero la etapa de la Aurora Dorada que luego tanto renegaría en sus memorias, traerían para Crowley otro descubrimiento, cuando su encuentro con Allan Bennett miembro destacado dentro de la orden.
A su lado recibió por primera vez en su vida la educación mágica que tanto ansiaba, y ganó además un amigo. Juntos exploraron el mundo del más allá, en sintonía con sus creencias. Bennett le enseñaría a Crowley «técnicas de adivinación, la cábala, las artes de la clarividencia y a chillar en presencia del espíritu, así como geomancia, simbolismo y aún más importante, el uso y técnica del tarot». También lo introdujo en el uso de drogas como una forma de ampliar la consciencia, adelantándose a la explosión de los sesenta en la materia. Más tarde sería su instructor en yoga y budismo. Fue un período de alto aprendizaje. Crowley abandonaría pronto Aurora Dorada (no así su lazo con Bennett), sueño trunco como meta, pero efectivo más allá de las diferencias. A partir de entonces nacería la leyenda de Frater Perdurabo (Preservaré hasta el final). Comenzaba su real misión mágica.
El llamado de Cthulhu – La Gran Bestia, y el lado oscuro de la fuerza
Antes de introducir en algunas de las historias que tienen al Lago Ness Escocés, como uno de los pasajes más citados de Perdurabo, detengamos un momento nuestra marcha, y abordemos este estos datos, un tanto inquietantes. Al parecer durante su estancia en Alba Dorada, el inquieto Aleister habría entrado en contacto con otro culto de índole más brujeril, liderado por un tal George Pckingill (Old George o Viejo Pckingill).
Según se cree éste originario de Canewdon, condado de Essex, Inglaterra, tuvo a su mando la organización de intensas prácticas mágicas, que tenía como finalidad instruir a brujas, centrados en el número nueve, como dígito maestro. Luego de familiarizarse con estas prácticas, que incluían el sexo como motor principal, las damas wicca volvían a sus pueblos (fundando coven, palabra que señala aquelarres). Otro dato no menos interesantes es que George Pckingill se decía procedente del Clan de Tubal Caín, todo un enigma de aún más alcance, dejando la puerta abierta para una futura investigación. Ahora bien al parecer Crowley participó un tiempo dentro de estas actividades, aunque como es una constante en su vida, sus depravaciones y comportamiento rebelde, hicieron imposible una convivencia normal entre los integrantes del culto, finalizando con su expulsión. Una antigua participante del grupo de Pckingill diría más tarde «¡un pequeño monstruo de mente sucia, malvado y vicioso!». Se habla de 1899 como su escuela con Old George.
Quién escribe supone este período tampoco se perdió en saco roto, y pudiera haber incidido en Crowley para dar inicio a sus famosas «mujeres escarlatas», aquellas sacerdotisas y médiums, tan necesarias en sus prácticas mágicas. Dicho esto ahora, si abordemos su aventura escocesa. Sea cierto o no su paso por el grupo wicca regenteado por Old George, Crowley decide embarcarse ese año en su apuesta más sonada, Operación Abramelín. El temido ritual, cuya duración exigía seis meses de intenso trabajo, debía realizarse en un lugar donde la tranquilidad fuera ideal, sin interferencias externas, y contar con latitudes especiales, destacándose su posición norte en la elección.
Luego de una inspección por varias residencias, Crowley se decantó por un antiguo coto de caza irlandés, Boleskine House, situado en las cercanías del legendario Lago Ness escocés. La casa escogida tenía reputación de maldita, por diversos hechos desafortunados ocurridos dentro de sus instalaciones. Sin embargo estas historias alimentaban más los deseos de Crowley, que pagó un verdadero dineral en su compra. De inmediato dio curso al ritual, que de inmediato dio inicio a una serie de fenómenos paranormales, reportados por todo el condado.
La casa fue presa además de presencias malignas, atraídas por el fatídico grimorio, enrareciendo toda la atmósfera del lugar. Aunque Crowley trabajó en la Operación Abramelín, con resultados parciales, luego interrumpiría su obra, aquejado por problemas personales. Como si fuera poco, Crowley era vecino de un monstruo esquivo y base de muchos rumores infinitos. Aunque muchos veían aquellas apariciones como signo de un saurio prehistórico morando el infinito Lago Ness, Crowley compartía otras ideas sobre la verdadera naturaleza de aquel enigma que atormentaba a sus lugareños, aludiendo a una entidad paranormal, que podía mutar desenvolviéndose tanto por agua como tierra, siendo su crecimiento también cambiante.
Otros rumores señales comunicaciones telepáticas entre Crowley y Nessi, afirmaciones difíciles de verificar. Un gran investigador británico, Nick Redfern propone la existencia en la zona de un antiguo culto de corte lovecrafiano, adoradores del antiguo dragón acuoso, que funcionaría desde 1969, donde se citan hasta sacrificios humanos ¿Adoradores de Dagón o Tiamat la serpiente babilónica? ¿Lo sospechaba Crowley? Si es así estos secretos se los llevó a la tumba.
Forzando las Puertas de la Percepción. Canalizando otros mundos
Interrumpido el ritual de Abramelin, Crowley emprende un viaje no menos enigmático, esta vez a tierras mexicanas. Esta vez sus metas mágicas operacionales consistieron en el estudio John Dee el mítico mago isabelino, y reputado mago de su época, quién afirmara poder comunicarse con entidades angélicas, obteniendo un alfabeto comunicacional que denominara, La Mónada Hieroglífica, texto de culto muy celebrado. Crowley se empeñó en dominar la invisibilidad. En México fundó una de sus primeras órdenes, llamada «La Lámpara de la Luz Invisible» focalizada en «hacer de la luz misma un centro o foco consagrado de energía espiritual».
Esta luz irradiaría e iluminaría automáticamente las mentes que estuvieran listas para recibirlas. Su flema de escalador volvió a resurgir, llevándolo a varios ascensos comentados, como el del legendario volcán Popocatépetl. También como era ya su costumbre, decidió someterse a los rituales del peyote y mescalina, llegando a contactar según declaró el espíritu de Harpócrates, aunque otros dicen tuvo sus primeras visiones de su ángel guardián. Luego de su paso por Sudamérica, Crowley regresa a Inglaterra donde insólitamente conoce a una dama que va cambiar su vida, aunque avisamos por un corto período temporal, se trata de Rose Edith Kelly, quién en agosto de 1903 se convirtió en su esposa. Su vida estaba por dar un nuevo giro.
Aleister Crowley – Profeta del Nuevo Aeón de Horus
Aunque el casamiento pareció algo sin importancia, despertó en Crowley un sentimiento abandonado tras el alejamiento de su antiguo amante, Pollitt, nuevamente se enamoró, siendo correspondido. En ese escenario idílico la pareja preparó su luna de miel, que en 1904 los transportó a Egipto. Bajo el cielo estrellado de las famosas pirámides, Crowley experimentaría algunas de sus experiencias más inolvidables.
Su primera noche especial tuvo lugar en la Cámara del Rey, Pirámide de Giza, donde los esposos decidieron pasar una noche. Para no perder el ritmo Crowley llevó en su paseo un antiguo tratado (Goetia o más conocido como Las Clavículas de Salomón), especializado en conjuros satánicos. El relato que hace Crowley de su experiencia dentro de la Cámara, resulta de enorme valor, por sus apreciaciones esotéricas. Escribe:
Llegamos a la Cámara del Rey después de despedir a los sirvientes al pie de la Gran Galería. A la luz de una sola vela colocada en el borde del cofre, comencé a leer la invocación. Pero a medida que avanzaba, noté que ya no me inclinaba para mantener la página cerca de la luz. Estaba de pie erguido. Sin embargo el manuscrito no era menos sino más legible. Al mirar a mi alrededor, vi que la Cámara del Rey brillaba con una luz suave que reconocí de inmediato como la luz astral. Me he acostumbrado a describir el color como ultravioleta, por su parecido con esos rayos en el espectro, que puedo distinguir. El rango varía, pero es notablemente más allá de lo visible para el ojo humano normal. El color no es diferente al de una lámpara de arco: definitivamente tiene menos color que la luz de una lámpara de mercurio. Si tuviera que pegar una etiqueta convencional, probablemente debería decir lila pálido. Pero la calidad de la luz es mucho más llamativa que el color. Aquí la palabra fosforescencia ocurre a la mente. Es uno de los misterios de la física que la luz total del cielo es mucho mayor de lo que pueden explicar los cuerpos luminosos en los cielos. Hay varias teorías, pero personalmente creo que la fuerza llamada ahora radioactividad, que sabemos es poseída en algún grado por cada partícula de materia, es responsable. Nuestros ojos se ven afectados por la impresión de luz por fuerzas que en sí misma no se reconocen como luminosas. Sin embargo, volviendo a los hechos, La Cámara del Rey, brillaba como la luz de la luna tropical más brillante. La lamentable y sucia llama amarilla de la vela era como una blasfemia, y la apagué. La luz astral permaneció durante toda la invocación aunque disminuyó en intensidad a medida que nos recomponíamos para dormir”.
Pero los sucesos de la Cámara del Rey, solo eran el preámbulo de algo mucho mayor que pronto estaba por arrasar con cualquier duda albergada por Crowley, acerca de su destino presagiado. Todo se desencadenó en Marzo de 1904, cuando una serie de mensajes psíquicos, comenzaron a tomar forma a través de la figura de su esposa, Rose, que de pronto comenzó a canalizar a una entidad que se presentó como Aiwass. Al principio Crowley tomó esta irrupción como una broma espiritual, pero luego su aguda observación lo llevó a pensar realmente algo se estaba comunicando a través de su atribulada esposa, que de pronto evidencio poderes como médium.
Sin saberlo Rose estaba por convertirse en la «primera mujer escarlata de Crowley». Este término tenía como referencia a la Biblia, y también según el mundo oculto, la mujer escarlata representa a la «concubina de los dueños del universo, o jefes secretos, pudiendo decodificar sus mensajes». Lo cierto es que Rose manifestó a un ser llamado Aiwass, quién se declaró «jefe secreto de una jerarquía muy superior, y subordinado a Horus».
Aiwass era el mensajero de Horus. Durante tres días Crowley recibió mensajes de Aiwass. Aunque nunca pudo verlo físicamente, Crowley percibió una nube humeante flotando cerca suyo, su voz declaró como semejante a un timbre profundo, musical y expresivo; sus tonos eran solemnes, voluptuosos, tiernos, fieros, según se acomodasen al contenido del mensaje. «No era un bajo, tal vez era un sonoro tenor, o barítono». Crowley creía que Aiwass era su verdadero ángel guardián.
Según le revelara el enviado del panteón egipcio, «había llegado el equinoccio de los dioses». Una nueva era se acercaba, donde las antiguas religiones serían suplantadas por este nuevo amanecer. Crowley según este ideal sería a partir entonces el Profeta del Nuevo Aeón de Horus. Su biblia, El Libro de la Ley.
Por supuesto este suceso discutido a partir de entonces y centro de debate por innumerables seguidores de Crowley contiene muchas vías de interpretación, que van desde una manifestación nacida del propio inconsciente, alucinación por el consumo de drogas, creación del propio Perdurabo, influenciado por otros textos, o realmente una comunicación con el más allá.
Lo cierto es que el Libro de la Ley, publicado recién en 1909, casi cinco años después del incidente decisivo, y significó toda una revolución por sus implicancias, donde la máxima elegida Haz tu Voluntad, se convirtió en grito de guerra. Las generación de los sesenta y las precedentes está en deuda con Crowley. Hasta aquí.
Innumerables son las historias que nos quedan por contar de Aleister Crowley fallecido en 1947, prometiendo quién escribe, una continuación. Débora Goldstern.
Bibliografía
Libros
- Boot, M. Su Satánica Majestad, Aleister Crowley.España: Melusina, 2008.
- Crowley, A. El Libro de la Ley, 1904.
- Crowley, A. El Libro de las Mentiras, 1912.
- Crowley, A. El Libro de Thot, 1944.
- Crowley, A. Moonchild, 1923.
- Crowley, A. Ocho lecturas de Yoga, 1939.
- Crowley, A. La visión y las voces, 1911.
Sites:
- Aisen, l.
De Aleister Crowley a Lennon: las historias trágicas detrás del edificio Dakota. (Enlace) - Aleister Crowley (Enlace)
- ALEISTER CROWLEY Y HERBERT POLLITT (Enlace)
- Bennett, A. (Enlace)
- Armstrong, L.
Historias Mágicas – Lam (Enlace) - Barros del Villar, Javier
El Viaje que Aleister Crowley hizo a México en 1900. (Enlace) - CANINOS
Aleister Crowley – En busca de la maravilla. (Enlace) - Cignitti, A.
La linterna mágica de Kenneth Anger. (Enlace) - Cócteles y Curry Cactus de Crowley (Enlace)
- Conway, J.
Viernes de disfraces: Diane de Rougy (Enlace) - Cowie, A.
El Templo del Lago Ness de la Antigua Magia Sagrada de Abramelin el Mago. (Enlace) - CULT NATION
GEORGE PICKINGILL: ¿ES ÉL EL PADRE DE LA BRUJERÍA MODERNA? (Enlace) - EL SALÓN LEDONNA
La fascinante verdad no contada sobre los Beatles, Manson, Helter Skelter, Roman Polanski, y cómo descubrí que soy el bebé de Rosemary. (Enlace) - Espejo, M.
Biografía del Misterioso Aleister Crowley. (Enlace) - Fernández, I.
El diablo le dictó a Aleister Crowley el ‘Libro de la Ley’. (Enlace) - Joffe, B.
¡Se revelan los secretos de Sex Magic Space Lamas! Extranjeros budistas tibetanos y sincretismo religioso. (Enlace) - Kirios
Kenneth Anger y Aleister Crowley (Enlace) - Kirk, G.
El Ritual Inacabado de la Casa Boleskine: ¿Aleister Crowley convocó accidentalmente al Monstruo del Lago Ness?. (Enlace) - Koening, P.
El gnóstico de risa – David Bowie y el ocultismo. (Enlace) - EL PAÍS
Las mentiras de Aleister Crowley, el hombre que algunos consideran un genio y otros el anticristo. (Enlace) - LA ABADÍA DE THELEMA (Enlace)
- LASHTAL
Rabelais de Crowley?. (Enlace) - LOS SÍMBOLOS OCULTOS DE JIM MORRISON Y LAS PUERTAS (Enlace)
- McBride Jacobson, M.
6 lugares oscuros Aleister Crowley realizó su particular marca de magia. Una guía para viajar con “el hombre más malvado del mundo”. (Enlace) - Moreno, J.
Aleister Crowley y el satanismo contemporáneo. (Enlace) - Prados Campos
DEL OCULTISMO AL ROCK. La biblia del hombre más malvado del siglo XX. (Enlace) - Redferen, N.
Más sobre Edward Kelly, Lake Monsters y Aleister Crowley. (Enlace) - THE TELEGRAPH
La maldición de Tutankamón pudo haber sido obra del asesino satanista. (Enlace) - Thelema y Fe
Rock music y Aleister Crowley (Enlace) - TO MEGA THERION.
La Gran Bestia 666: UNA BIOGRAFÍA Y MUCHO MÁS. (Enlace) - WEIR ITALY
La Abadía de Thelema Cefalú. (Enlace) - Weishaupt, I.
Aleister Crowley y el trance de magia Illuminati en la industria del entretenimiento. (Enlace) - Williams, B.
Thelema and Witchcraft, Part Two: Aleister Crowley, Witch? (Enlace)
Una publicación de CodigoOculto.com – Todos los derechos reservados. Prohibida su copia sin autorización.
0 comentarios