Adam Trombly y Joseph Kahn son dos inventores que diseñaron un generador capaz de proveer energía ilimitada y limpia. Un invento que podría finalizar con la mayoría de los grandes problemas del planeta… si no existieran intereses que no quieren que eso pase.

Durante la historia, muchos expertos han intentado crear inventos para proveer energía limpia y libre al mundo. El principal impulsor de esto es, sin duda, Nikola Tesla, si la bobina que desarrolló hubiese conseguido salir adelante, estuviésemos hablando que el mundo entero pudiese contar con energía ilimitada en sus hogares.

Sin embargo, todos estos intentos permanecen en la sombra, siendo recordados por muy pocos ¿Por qué?

El problema de los inventos de energía limpia

La bobina de Tesla, uno de los primeros inventos de energía limpia silenciados. Crédito: Fabrício Franzoli / Wikimedia Commons

Si alguna de las patentes de energía limpia presentadas a lo largo de la historia se usara de forma global, todo el mundo podría tener acceso a energía limpia, ilimitada y sin restricciones de tiempo.

Suena incluso ilógico que este tipo de inventos, o intentos de crear uno, se mantengan en secreto ¿Por qué sucede? Podría decirse que el principal problema es la ridícula burocracia que hace que el proceso para patentarla sea infinito, llevando años para que sean registradas.

Cabe destacar que el término “energía libre” hace referencia a una fuente de energía que está disponible en cantidades ilimitadas. Algo que va totalmente en contra de la energía que emana el consumo de recursos terrestres, como el petróleo. Esta no solo se encuentra limitada por la cantidad existente en la Tierra, sino que además, contribuye con la destrucción del medio ambiente.

Este tipo de inventos revolucionarios, que no se amoldan a las directrices establecidas por la industria, suelen ser criticados y descalificados. Silenciándolos detrás de una etiqueta de “pseudociencia”.

Quizás, el ejemplo más importante de los impedimentos burocrático sobre ideas que no se arriman a los intereses de los que manejan el poder en el planeta, es la experiencia que sufrió el doctor Gerald F. Ross.

El ingeniero estadounidense presentó una solicitud para patentar y registrar su creación, la cual se le otorgó 37 años más tarde. Una cantidad de tiempo ridícula proporcionada por los examinadores de la Oficina de Patentes, que después que se hace la solicitud, tienen que efectuar un proceso de aprobación que, como observamos, puede durar décadas.

Según los datos de la Federación de Científicos Estadounidenses, para el año 2014, había más de 5.000 nuevos inventos bajo órdenes de confidencialidad. Esto se debe a una ley, conocida como Ley de Secreto de Invención, redactada en el año 1951. Este código establece que si el gobierno considera que la divulgación de una solicitud de patente puede “perjudicar” la seguridad nacional, tienen el poder de restringir su publicación.

Para el presente año, la cantidad de patentes que se mantienen ocultas al público, debe duplicar ese número.

Los problemas de Adam Trombly y Joseph Khan

Joseph Khan explicando el funcionamiento del generador Homopolar de trayectoria cerrada. Crédito: THRIVE Movement / YouTube

Unos de los afectados de la burocracia del sistema de patentes y de los intereses de la élite  global, son los inventores Adam Trombly y Joseph Khan.

Los expertos diseñaron el generador Homopolar de trayectoria cerrada, un sistema de “energía libre” que permite la generación de energía eléctrica con una excelente eficiencia.

Los inventores solicitaron la patente en diciembre del año 1980, después de que Paramahmsa Tewari, inventor e ingeniero nuclear, colega de Trombly, realizara pruebas con el generador y los resultados indicaron que tenía una eficiencia que superaba el 250%.

La descripción del generador homopolar, menciona un rotor compuesto por un disco excitador y los electroimanes coaxiales de rotación a cada lado. Tiene un funcionamiento mejorado gracias a un circuito de retorno magnético de baja reluctancia para el flujo magnético, que va a través del disco excitador.

El circuito permite a los electroimanes producir un campo de alta intensidad con un valor de la corriente de excitación de la bobina relativamente baja. Por ello, el sobrecalentamiento es eliminado, por lo que no hay sobrecalentamiento.

El inventor Adam Trombly. Crédito: THRIVE Movement / YouTube

El circuito de retorno de baja reluctancia magnética está formado preferentemente por una envolvente co-rotante de permeabilidad relativamente alta, de dimensiones de arrastre.

En su mayoría, está construido por material permeable y de baja resistividad, como el hierro y puede estar integrado en el núcleo de electroimanes.

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Por otro lado, Tewari también realizó un prototipo de energía libre, probado en la fábrica de Kirloskar Electric, un fabricante de generadores eléctricos de la India.

La máquina exhibió una eficiencia menor a la de Trombly y Khan, pero aun así era de 165%. Curiosamente, el único medio de comunicación que se hizo eco de esta noticia fue el periódico The Economic Times.

Es inadmisible que este tipo de inventos sigan ocultos al público, cuando podrían ser tan beneficiosos para todos ¿Por qué la elite es quien decide que se aprueba y qué no?

Aunque el audio del siguiente vídeo se encuentra en inglés, usted puede activar los subtítulos en español. En caso desconozca cómo hacerlo, puede consultar esta GUÍA.

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