Un importante hallazgo ha sido realizado en México: se trata de una máscara maya tan grande como una persona.
Una máscara maya gigante tan alta como una persona ha sido revelada en un sitio arqueológico en el estado mexicano de Yucatán.
La máscara, que representa el rostro de una deidad desconocida o una persona de élite, fue esculpida en el estuco del material de construcción y se remonta a un período de la historia maya conocido como el Preclásico Tardío (alrededor de 300 a. C. – 250 d. C.), según informa el medio de comunicación Novedades Yucatán.
El descubrimiento se realizó en 2017 en el sitio arqueológico de Ucanha, cerca de la actual ciudad de Motul, y desde entonces investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) han trabajado con esmero para restaurarlo.
Máscaras de estuco como esta «representan los rostros de individuos con características particulares que pueden asociarse con deidades o con personajes de estatus social prominente», dijo el INAH en un comunicado.
La máscara es un relieve de estuco, un tipo de escultura pintada de colores brillantes tallada en un fondo de estuco. Los mayas solían colocar estas máscaras alrededor de escaleras con bases piramidales, según el comunicado. Los arqueólogos han encontrado relieves similares en Acanceh e Izamal, pero este es el primero en Ucanha. El descubrimiento es parte de una investigación en curso sobre los montículos mayas que se encuentran en el sitio.
La máscara se volvió a enterrar temporalmente después de su descubrimiento para que la estructura estuviera protegida hasta que pudiera estudiarse y conservarse adecuadamente. Las muestras tomadas de la estructura revelaron deterioro y se volvió a excavar en 2018 para que los arqueólogos pudieran restaurarla.
Durante el proceso de restauración y conservación, los arqueólogos reforzaron las partes frágiles de la máscara. También movieron las secciones que habían sido desplazadas con el tiempo a sus posiciones originales. También limpiaron las superficies para resaltar los patrones y colores de la máscara.
Los arqueólogos completaron el trabajo en 2019, antes de volver a enterrar la máscara por última vez. El INAH dijo que el objetivo de estos esfuerzos es garantizar la preservación a largo plazo de la máscara en el sitio, que no tiene protección legal.
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