El descubrimiento de esqueletos con inesperadas características, encontrados en los túneles del asedio de Dura, ha significado para algunos arqueólogos el inicio de la «Guerra Química» en el mundo antiguo.
Luego de examinar los restos, los científicos concluyeron que los persas estaban familiarizados con la guerra química hace 2.000 años. Los investigadores que analizaron un antiguo sepulcro lleno de soldados romanos creen que han encontrado las evidencias arqueológicas más antiguas de que una guerra química sucedió en el remoto pasado.
La guerra entre romanos y persas tuvo una duración de 721 años. Fue el más largo conflicto humano en la historia.
En una ocasión, los antiguos persas estaban al acecho de los romanos, y cavaron un túnel durante un asedio. Aprovecharon la oportunidad para colocar una bomba de gas tóxico, producido por cristales de azufre y bitumen (betún). Los soldados romanos murieron en minutos. Los esqueletos pertenecientes a 20 soldados romanos fueron descubiertos en Siria, mostrando signos claros del uso de armas químicas.
Los soldados habían sido parte de una gran guarnición romana defendiendo el Imperio en la ciudad de Dura-Europos, en el río Éufrates en la actual Siria, contra un feroz asedio de un ejército de poderosos persas.
No existen registros históricos escritos de este evento, pero los descubrimientos arqueológicos han ayudado a los científicos a determinar qué fue lo que ocurrió.
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