Un grupo de investigadores franceses han descubierto en las profundidades de una cueva del suroeste de Francia unas estructuras circulares hechas de estalagmitas rotas que fueron levantadas por los neandertales hace al menos 175.000 años. El hallazgo, publicado en la revista Nature, supone la primera prueba de la habilidad constructora de la otra especie humana inteligente y demuestra que exploró el mundo subterráneo. Si el lugar era utilizado como refugio o tenía un significado simbólico todavía está por aclarar.
Los neandertales vivieron en Eurasia durante cientos de miles de años hasta hace unos 40.000, momento en el que desaparecieron misteriosamente tras la llegada de los humanos anatómicamente modernos. Aunque gracias a los registros arqueológicos se conocen muchas características sobre la forma de vida de este grupo, como su alimentación, el cuidado de los hijos o sus adornos, poco se sabía sobre sus habilidades constructoras por falta de pruebas directas. Hasta ahora, tan solo se les habían atribuido, con escaso consenso científico, unas pocas estructuras como agujeros para postes o elementos aislados de muros de piedra.
El equipo de Jacques Jaubert, de la Universidad de Burdeos, descubrió casi 400 fragmentos de estalactitas y estalagmitas apilados en varias estructuras, incluyendo dos que tienen una forma circular, a unos 300 metros de la entrada de la cueva Bruniquel. Una de ellas tiene 2 m de anchura y la otra, más de 6,7. La más grande está compuesta de un «muro» hecho de hasta cuatro capas superpuestas de fragmentos de estalagmita de aproximadamente 30 cm de longitud, con elementos más pequeños pegados de forma oblicua en el medio.
Al calor del fuego
Muchas de esas estalagmitas están enrojecidas, ennegrecidas o agrietadas, lo que sugiere que fueron calentadas por pequeños fuegos hechos de forma voluntaria por sus ocupantes, no de manera natural. Los autores también recuperaron un fragmento de 6,7 cm de hueso con señales de haber sido calentado, y evidencias de un efecto similar en la roca por encima y alrededor de las estructuras.
Los investigadores no tienen duda de que los autores de todo este tinglado fueron los neandertales, la única especie humana que entonces ocupaba la zona. Los anillos están hechos con piezas de tamaño similar, lo que indica que la construcción estaba cuidadosamente planeada. Además, la organización interna y el tamaño de las estructuras no encajan con los hogares de los osos de las cavernas, una posibilidad que queda descartada.
Para los científicos, este hallazgo es un ejemplo más de que los neandertales exhibían un comportamiento social complejo. Pero para qué servían esos anillos no está claro. Hacen falta hallazgos similares para aclarar si se trata de los restos de una visita subterránea casual o si eran parte de actividades regulares y planificadas, como un refugio o un lugar con significado simbólico. Eso sí, estas estructuras, muy bien conservadas porque fueron selladas por calcita muy poco después de ser erigidas, muestran que los ancestros humanos ya dominaban el ambiente subterráneo, un comportamiento moderno que parece haber emergido antes de lo que se creía.
Los investigadores han manifestado que los autores de todo este tinglado fueron los neandertales, la única especie humana que entonces ocupaba la zona, según la historia convencional. ¿Estarán en lo correcto o estas señales fueron dejadas por alguna otra civilización antigua desconocida?
El estudio ha sido publicado en la revista Nature.
La complejidad de estas estructuras denota algo mas que hombres de las cavernas cuyo comportamiento era mas instintivo que creativo y racional como nos han hecho creer todo este tiempo…