Un equipo de investigadores hallaron una docena de manos cortadas y apiladas en el patio de un antiguo palacio egipcio. Los expertos sugieren que el sitio es el resultado de un espantoso ritual de “toma de trofeos” por parte de un invasor extranjero, según informan en un nuevo estudio.
Inscripciones y relieves de tumbas y templos egipcios muestran manos mutiladas o amputadas ya en el Nuevo Reino, entre los siglos XVI y XI a. C. Según los autores de este nuevo estudio, es la primera vez que los arqueólogos encuentran y analizan las manos amputadas reales.
Los autores de la investigación escribieron:
“Pertenecían al menos a once varones y posiblemente a una mujer, lo que puede indicar que las mujeres y la guerra no eran mundos aparte”.
El equipo llevó a cabo su análisis en lo que determinaron que eran manos derechas que se encontraron originalmente en 2011, enterradas en tres fosas separadas en el patio del palacio hicsos de Avaris / Tell el-Dab’a, en el noreste de Egipto.
El palacio data de la XV Dinastía (1640-1530 a.C.), cuando los reyes hicsos gobernaban el Bajo y Medio Egipto hasta la ciudad de Cusae, hoy conocida como El Quseyya. Se creía que los hicsos eran invasores de Egipto y sus reyes los primeros gobernantes extranjeros de la civilización, aunque pruebas recientes demuestran que esto puede haber sido malinterpretado.
Fueron hallados entre 12 y 18 restos de adultos
Según el equipo de investigación alemán y austriaco, las manos cortadas halladas en las fosas proceden de un mínimo de 12 adultos, aunque el descubrimiento de múltiples manos y dedos incompletos significa que podrían haber existido hasta 18 manos en total.
Dirigido por la paleopatóloga Julia Gresky, del German Archaeological Institute de Berlín, el equipo estudió en primer lugar las causas tafonómicas de la particular ubicación de las manos cortadas. La tafonomía examina los cuerpos y sus partes después de la muerte, evaluando los procesos de conservación, descomposición y fosilización.
Aunque no es infrecuente que las partes del cuerpo se separen con el tiempo, ya sea violentamente por una inundación o un carroñero, o gradualmente por la erosión, los investigadores creen que las manos cortadas podrían haber sido colocadas deliberadamente.
Los autores escribieron:
“Después de retirar cualquier parte del antebrazo, las manos fueron colocadas en el suelo con los dedos muy abiertos, principalmente en la parte palmar”.
Los huesos carpianos de la fila proximal, un conjunto de 8 pequeños huesos de la muñeca que conectan las manos con los antebrazos, se encontraron intactos en 6 de las 12 manos examinadas. No se encontraron fragmentos óseos de la parte inferior del brazo, lo que lleva a los investigadores a sugerir que las manos fueron amputadas deliberadamente, cortando la cápsula articular y luego los tendones que atraviesan la muñeca.
Gresky y sus colegas explicaron:
“Mutilar a las personas sin tener en cuenta su supervivencia suele hacerse seccionando el brazo en cualquier posición anatómica.
Este método es más rápido y sencillo, pero deja una sección de la parte inferior del brazo unida a la mano. Si éste era el caso de estas manos, las personas que las ofrecían, o los encargados de la ceremonia, se preocupaban lo suficiente por su correcta presentación como para desprender partes de la parte inferior del brazo”.
Fueron enterradas probablemente antes del rigor mortis
Cuando se descubrieron las manos en las fosas, aún estaban “blandas y flexibles”, según los investigadores, lo que indica que las manos fueron enterradas antes de que apareciera el rigor mortis o poco después de que hubiera pasado.
El rigor mortis comienza unas horas después de la muerte, alcanza su punto álgido entre las 12 y las 24 horas y, en función de variables como la humedad, la temperatura y la edad y el estado físico del fallecido, suele remitir en un plazo de 1 a 3 días.
El rigor mortis de la mano suele comenzar entre 6 y 8 horas después de la muerte. Por ello, los científicos concluyeron que probablemente los individuos fueron desmembrados durante una ceremonia o poco antes de ella, y que las manos se depositaron en la fosa una vez pasado el rigor mortis.
Según los investigadores, la amputación de la mano derecha fue practicada en Egipto por los hicsos entre 50 y 80 años antes de que quedara registrada en los jeroglíficos de las tumbas.
Los investigadores escribieron:
“Los egipcios adoptaron esta costumbre como muy tarde en el reinado del rey Ahmose, como muestra un relieve de una pila de manos en su templo de Abidos”.
Una de las preguntas más importantes que este estudio se propone responder, según los autores, es si la mutilación era una forma de castigo o un trofeo por las victorias militares.
Los investigadores argumentan:
“La ubicación, el tratamiento y, posiblemente, la posición de las manos cercenadas aboga en contra de la hipótesis del castigo impuesto por la ley como motivación de estos actos”.
Las fosas donde se enterraron las manos estaban situadas en la gran explanada del palacio, frente a la sala del trono. El equipo cree que el hecho de que se colocaran en un lugar tan prominente y visible para el público es un testimonio de lo extendida que estaba esta práctica de “toma de trofeos”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Scientific Reports.
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