Un grupo de arqueólogos ha hallado una habitación secreta en las antiguas murallas de Moscú. Se trata de un arco ubicado en la parte inferior del muro, con una pequeña portilla que servía para combatir a las tropas terrestres que se acercasen demasiado a la muralla.
El hallazgo tuvo lugar durante la labores de reconstrucción de las comunicaciones, cerca de la plaza Nóvaya, por donde antiguamente pasaba la fortificación. La habitación albergaba unos 150 artefactos que datan de entre los siglos XVI y XIX, informó a Sputnik el arqueólogo principal de Moscú, Leonid Kondrashev.
«Los cañones ligeros eran ubicados sobre la muralla. Los de mayor calibre se situaban en un nivel intermedio, pero en caso de que los enemigos se acercasen demasiado al muro, eran recibidos con fuego desde las portillas inferiores. Este tipo de espacios se hacían para ubicar el cañón», explica el especialista.
En total han sido descubiertos unos siete habitáculos de este tipo. Kondrashev subrayó que estas habitaciones secretas eran un elemento importante de las fortificaciones contemporáneas. La recién descubierta será trasladada a un museo.
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