Un grupo de arqueólogos ha descubierto ocho momias en sarcófagos de vivos colores y figuras funerarias. Según se estima, la tumba intacta perteneció a un alto magistrado de la época de los faraones.
Específicamente se trata de la tumba intacta de un magistrado de la antigua cuidad de Luxor, según ha informado este martes el Ministerio de Antigüedades. Dentro de esta se hallaron ocho momias, diez sarcófagos y cientos de estatuillas funerarias. Los expertos creen que el mausoleo pertenece a un funcionario de la dinastía faraónica XVIII (entre 1550 y 1295 a. C.), aunque fue reutilizado siglos después para albergar a otras momias de la dinastía XXI (del 1069 al 945 a. C.).
Mustafa Waziri, líder de la misión arqueológica y director del Departamento de Antigüedades de Luxor, ha enfatizado que la tumba está «completamente intacta» y muy decorada, con inscripciones y dibujos de colores en sus paredes. Ha asegurado a la agencia EFE que la importancia del descubrimiento radica en la posición destacada que ocupaba el propietario de la tumba, pero sobre todo en que nadie había entrado en ella.
El enterramiento, hallado en la orilla occidental del río Nilo, pertenece a Usherhat, ministro de la dinastía XVIII que poseía el título de «juez de la ciudad». Waziri ha explicado que al parecer el mausoleo fue reutilizado en una época conocida como la de «los saqueadores de tumbas». Alguien concienciado, un sacerdote o un alto funcionario, habría recuperado los sarcófagos de tumbas profanadas y los habría introducido en este lugar, ha explicado el arqueólogo.
Con casi 3.500 años de antigüedad, el sepulcro se sitúa cerca de la antigua ciudad de Luxor y el emblemático Valle de los Reyes. Se estima que podría pertenecer a Userhat, un noble magistrado que vivió en los tiempos de la XVIII dinastía (entre 1550 y 1295 a. C.) que poseía el título de juez de la ciudad.
«La tumba al parecer fue reutilizada durante la XXI dinastía (1070-945 a. C.), una época conocida como la de los ‘saqueadores de tumbas’», agregó Mustafa Waziri.
La tumba presenta el típico estilo de los enterramientos de los nobles: tiene forma de letra ‘T’, con un patio abierto, una sala rectangular y una cámara interna, al final de la cual fue descubierto un escondite con los sarcófagos ornamentados. Los sarcófagos de madera, fraccionados pero bien conservados, habían sido decorados de vivos colores con personajes y motivos faraónicos, mientras que las momias en su interior fueron envueltas en una tela blanca.
Según el encargado de la excavación, la importancia del descubrimiento radica en la posición destacada que ocupaba el propietario de la tumba, pero sobre todo en el hecho de que se encuentra intacta. En la zona del hallazgo la mayoría de las tumbas habían sido ya descubiertas o estaban saqueadas, explicó Waziri.
Un portavoz de Antigüedades en El Cairo ha cifrado en 1.500 las estatuillas de «ushebtis» (amuletos) encontradas. Hechas de arcilla, de color ocre, fueron expuestas este martes en una mesa, mientras a un lado, sobre el suelo, podían verse pequeños jarrones de arcilla de distintos tamaños y color ocre, rojo y blanco. Los arqueólogos también han descubierto esqueletos y cráneos humanos.
El Gobierno egipcio aprobó varios proyectos arqueológicos con la esperanza de realizar nuevos descubrimientos. Recientemente, otro grupo de arqueólogos descubrió vestigios de una desconocida pirámide de 3.700 años de antigüedad en la necrópolis real de Dahshur, a solo 40 kilómetros al sur del Cairo.
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