Un equipo de arqueólogos han descubierto en Noruega los restos de un edificio festivo, una casa de culto y un barco antiguo real enterrado bajo tierra. El hallazgo fue posible gracias al GPS (imágenes satelitales) y fue realizado en el montículo de Gjellestad, hogar de Jell Mound, uno de los túmulos funerarios de la Edad del Hierro más grandes de toda Escandinavia.
El hallazgo publicado en la revista Antiquity, indica que en este lugar fueron enterradas personas que pertenecían a la élite de la sociedad vikinga. Se utilizó se un radar de penetración terrestre (GPR) para mapear las características debajo de la superficie.
Un hallazgo mayor de lo que creían
La búsqueda inició en 2017 para determinar si los planes de construcción pondrían en riesgo cualquier arqueología cerca de Jell Mound. Los registros históricos indican que otros tres túmulos funerarios en el sitio fueron demolidos en el siglo XIX, lo que sugiere que hay más en el sitio de lo que parece.
El GPR mostró que alguna vez existieron 13 túmulos funerarios en Gjellestad, algunos de más de 30 metros de ancho.
Antigua ciudad y barco vikingos»
Uno de estos montículos presenta una anomalía en los datos de GPR que probablemente representa un barco enterrado. Estos entierros de barcos probablemente estaban reservados para poderosos individuos vikingos. Además, los investigadores encontraron una granja en los datos de GPR.
También vieron un edificio grande, probablemente un salón de fiestas, y otro salón que no parece destinado a ser habitado. En cambio, puede ser una casa de culto u otra estructura religiosa.
Lars Gustavsen, autor principal de la investigación, del Instituto Noruego de Investigación del Patrimonio Cultural, dijo en un comunicado:
“Sabíamos que había algo especial, pero no teníamos idea de que habría un entierro en un barco, es bastante único”.
Añadió que, por lo general, con un radar de penetración terrestre, los arqueólogos obtienen imágenes de puntos grises, negros y blancos, pero esta vez el conjunto de datos sorprendió a los científicos.
La variedad de estructuras y entierros en el sitio sugiere que tiene una larga historia de uso. Si bien el Jell Mound podría datar del siglo V d.C., el entierro del barco parece ser parte de una tradición vikinga común varios siglos después.
Gustavsen dijo:
“El sitio parece haber pertenecido al escalón más alto de la elite de la Edad del Hierro del área, y habría sido un punto focal para el ejercicio del control político y social de la región”.
Como tal, este sitio puede abarcar un período clave de la historia de Escandinavia, desde la agitación política que siguió al colapso del Imperio Romano Occidental hasta el surgimiento de los vikingos.
Se han realizado excavaciones de prueba y se está realizando una excavación completa del entierro del barco. Esta es la primera vez que se excava un entierro de un barco vikingo en casi 100 años, lo que ofrece la oportunidad de hacerlo con técnicas científicas modernas.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Antiquity.
Vía: niku
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