Los antiguos egipcios lograron descubrir un sistema solar, compuesto por una estrella binarias eclipsante, hace miles de años; es decir, mucho antes de que los investigadores y científicos de la actualidad se enteraran de su existencia.
Entre muchos otros fascinantes logros atribuidos a la antigua civilización egipcia, tenemos que aceptar que eran astrónomos increíblemente precisos, quienes miraron a las estrellas tratando de explicar su origen y propósito. Los antiguos egipcios creían que dos de sus deidades más importantes vinieron de las estrellas, precisamente de Orion y Sirius.
Sin embargo, un aspecto oculto en la historia y que muchos no saben es que los antiguos egipcios descubrieron un sistema estelar miles de años antes que los modernos astrónomos, y esto fue obviamente realizado sin el uso de los avanzados telescopios ni los conocimientos utilizados hoy en día para descubrir los lugares lejanos en el universo.
Esto confirma que la primera estrella variable, así como su período, se descubrieron mucho antes de lo que se pensaba anteriormente.
El descubrimiento de Algol
El primer registro de este misterioso sistema se remonta a 1244 A.C., escrito en un calendario (El Cairo Papyrus 86637) hecho en el antiguo Egipto, en el que Algol (una estrella que brilla en la constelación de Perseo, y una de las binarias eclipsantes mejor conocidas, la primera de este tipo en ser descubierta) tiene un papel protagonista en la medida del tiempo.
El Museo Egipcio de El Cairo compró este papiro hierático único a un comerciante de antigüedades en 1943. Veintitrés años más tarde, el científico egipcio Abd el-Mohsen Bakir lo publicó como el Cairo Calendar No. 86637.
El documento se divide en tres secciones (libros I, II y III). Su parte más grande, Libro II, consta de 365 pasajes, uno para cada día del año egipcio de 360 días, más cinco días epagómenos. Los pasajes parecen referirse a fiestas religiosas, incidentes mitológicos, días favorables o adversos, previsiones y advertencias.
Los investigadores de la Universidad de Helsinki, Lauri Jetsu y Sebastian Porceddu realizaron un análisis estadístico de los textos de este documento, comunicando lo siguiente:
«Nuestro análisis estadístico nos lleva a afirmar que los textos mitológicos del Calendario Cairo contienen información sobre astrofísica de Algol», dijeron los científicos.
Algol fue nombrada por los antiguos egipcios como la «estrella del demonio» y era un astro muy importante en épocas antiguas. Aunque en el pasado se creía que era un sistema binario, estudios posteriores confirmaron que Algol está compuesto de tres estrellas que orbitan entre sí.
La característica más inusual y sorprendente de este sistema que se encuentra en la constelación de Perseo es que sus dos estrellas principales son tenues, lo que resulta en un ciclo de un regular y perfecto eclipse: Cuando la estrella más prominente del sistema brilla a un ritmo menor, los observadores de la Tierra pueden ver que es, de hecho, eclipsada por la estrella más pequeña, un fenómeno que tiene una duración de 2 días, 20 horas y 49 minutos.
Según el estudio, Algol fue representado como Horus y significaba la divinidad y realeza. Los textos que describen las acciones de Horus son consistentes con el curso de los acontecimientos presenciados por cualquier observador a simple vista de Algol. Estas descripciones de apoyo afirma que este impresionante texto egipcio es el documento histórico más antiguo conservado del descubrimiento de una estrella variable. El período de la Luna, de 29,6 días, también fue descubierto en el documento antiguo.
Miles de años después de que los egipcios hayan descubierto y utilizado de gran manera este sistema estelar, los científicos comenzaron a estudiarlo. En 1881, Edward Charles Pickering sugirió que era un sistema binario, y años más tarde Joel Stebbins, utilizando un fotómetro y midiendo el espectro de la luz, conjeturó que en el sistema estelar en la constelación de Perseus había una tercera estrella.
El Análisis del Cairo Papyrus 86637 reveló que los períodos de Algol (2,85 días) y la Luna (29,6 días) regulaban de forma activa las acciones de los dioses en este antiguo calendario.
Sin embargo, esto no sólo significa que los antiguos egipcios fueron los primeros en registrar este sistema estelar, el estudio también confirma que las fases más brillantes de Algol y la Luna tenían significados especialmente positivos para los antiguos egipcios.
Este descubrimiento realizado por una antigua civilización como los egipcios, demuestra que en épocas pasadas ya se contaba con conocimientos avanzados que sorprenderían sin duda alguna hasta al más escéptico. El desarrollo que demuestran las civilizaciones antiguas con cada descubrimiento que se hace, es uno de los misterios más grandes de la historia, una historia que evidentemente no es nada parecida a la convencional historia que nos han enseñado.
Esta investigación fue publicada en la revista PLoS ONE online.
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