El Venus de hoy podría describirse mejor como «un hogar caliente infernal» con temperaturas promedio de 462 grados centígrados. Pero investigaciones sugieren que su clima puede haber sido muy diferente, y mucho más templado, en el pasado distante. De hecho, hasta hace unos 700 millones de años, Venus pudo haber retenido agua líquida y, de no ser por una serie de eventos desafortunados, aún podría contener agua en la actualidad.

Los primeros indicios de que Venus pudo, en un momento, haber logrado mantener agua líquida se detectaron durante la misión Pioneer Venus de la NASA , que comenzó en 1978. Los datos recopilados durante la misión sugirieron que hubo un momento en que el segundo planeta desde el Sol tuvo un océano poco profundo.

Sin embargo, la opinión de muchos investigadores hoy en día sigue siendo que Venus está demasiado cerca del Sol para soportar agua líquida y fuera de los límites de la zona habitable del sistema solar. Un nuevo estudio desafía esa suposición.

Orbitador Pioneer Venus. (Public domain)

Investigadores de The Europlanet Society presentaron un estudio sobre la historia climática de Venus en la EPSC-DPS Joint Meeting 2019 el domingo. Sus resultados sugirieron que el planeta pudo haber tenido un clima habitable adecuado para la vida.

Michael Way, del Goddard Institute for Space Science, y su colega Anthony Del Genio crearon cinco simulaciones climáticas, cada una basada en diferentes niveles de cobertura de agua. Tres de los cinco utilizaron la topografía del Venus de hoy: uno con un océano profundo que promediaba 309 metros, otro con una capa de agua poco profunda que promedia 10 metros de profundidad y un tercero con un pequeño volumen de agua encerrado en el suelo. Los otros dos utilizaron la topografía de la Tierra: uno con un océano de 309 metros y otro completamente cubierto por un océano de 157 metros. El modelo tuvo en cuenta los cambios en la composición atmosférica y la radiación solar.

Habitable durante tres mil millones de años

Los cinco sugieren que Venus podría haber mantenido una temperatura máxima de 50 grados centígrados y una temperatura mínima de 20 grados centígrados durante un período de tres mil millones de años. Para poner esto en perspectiva, en tres mil millones de años en la evolución de la Tierra, surgieron organismos unicelulares. Pasaron otros 600 millones de años antes de que se desarrollaran los primeros organismos multicelulares.

Way dijo en un comunicado:

Nuestra hipótesis es que Venus pudo haber tenido un clima estable para los mil millones de años. Es posible que el evento rejuvenecimiento casi global es responsable de su transformación de un clima similar a la Tierra a la de invernadero infernal que vemos hoy en día. Venus tiene actualmente casi el doble de la radiación solar que tenemos en la Tierra. Sin embargo, en todos los escenarios que hemos modelado, hemos descubierto que Venus aún podría soportar temperaturas superficiales susceptibles de agua líquida”.

Según los investigadores, Venus experimentó un período de enfriamiento rápido poco después de su formación hace 4.200 millones de años, cuando su atmósfera habría estado cargada de dióxido de carbono. Si evolucionara de manera similar a la Tierra, este gas habría sido arrastrado (y encerrado) por las rocas de silicato del planeta, de modo que hace 715 millones de años, el nitrógeno habría dominado la atmósfera.

El CO2 y el metano habrían estado presentes en pequeñas cantidades, al igual que ocurre en la Tierra.

Way y Genio creen que este clima templado aún podría existir hoy en día si no fuera por una secuencia de eventos que desencadenaron la liberación de CO2 almacenado en las rocas, un proceso, llamado desgasificación, que tuvo lugar entre 700 y 750 millones de años atrás.

Actividad volcánica como culpable

Se desconoce la causa de esta desgasificación, pero los científicos sospechan que se encuentra en la actividad volcánica del planeta. Una hipótesis es que se liberaron grandes volúmenes de CO2 a medida que grandes cantidades de magma burbujearon y alcanzaron la superficie, liberando gas de las rocas fundidas. La solidificación del magma antes de que llegue a la superficie podría haber evitado que el dióxido de carbono se reabsorba, lo que pudo provocar un efecto invernadero desbocado.

La superficie de Venus, como se vio en 1991 por la nave espacial Magellan. Crédito: NASA / JPL-Caltech

Nada de su escala ha tenido lugar en el planeta Tierra, dijo Way. Pero algo similar ocurrió durante la creación de las trampas siberianas hace 500 millones de años, una enorme región de roca volcánica liberada durante una erupción que duró más de un millón de años. La desgasificación en este momento provocó una extinción masiva.

Hoy también es una preocupación, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero de la actividad humana aumentan los niveles de CO2 en la atmósfera y dejan el potencial de un efecto invernadero desbocado.

La cuestión de la habitabilidad de Venus se basa en dos incógnitas aún. Los investigadores no saben la velocidad a la que Venus se enfrió, o si incluso podría condensar agua líquida. Tampoco saben si el proceso global de repavimentación fue producto de un solo evento o una secuencia de eventos que tuvieron lugar durante miles de millones de años. Sin embargo, los resultados del estudio abren oportunidades para los exoplanetas que existen en la «zona de Venus».

Way dice que se necesitan más misiones para estudiar Venus y mejorar nuestro conocimiento de su evolución, y agrega que los modelos muestran que existe una gran posibilidad de que pudiera haber sido «habitable y radicalmente diferente al Venus que vemos hoy».

Fuente: Newsweek