‘Oumuamua no fue el primero en acercarse, otro objeto ingresó a nuestro Sistema Solar en el año 2014, y se estrelló contra nuestro planeta.
El profesor de Harvard, Avi Loeb y el estudiante universitario Amir Siraj han presentado un documento donde indican que otro viajero interestelar voló sobre la Tierra el 6 de enero de 2014.
Los investigadores escribieron en su estudio:
Uno esperaría una abundancia mucho mayor de objetos interestelares más pequeños, con algunos de ellos chocando con la Tierra con la frecuencia suficiente como para ser perceptibles”.
Objetos cercanos a la Tierra
Para intentar averiguar si alguno de estos «objetos interestelares más pequeños» impactó la Tierra en algún momento reciente, el equipo estudió las observaciones registradas en el catálogo del Center for Near-Earth Object Studies (CNEOS): un registro de las coordenadas geográficas y geocéntricas de objetos extraterrestres detectados por sensores del gobierno de EE. UU.
Sin embargo, para escapar de la atracción gravitatoria de una estrella y viajar de un sistema solar a otro, un objeto tiene que viajar increíblemente rápido. Y así fue como los autores Siraj y Loeb, se centraron en los objetos más rápidos registrados.
Representación artística de ‘Oumuamua. Crédito: NASA
El que llamó su atención fue un meteoro identificado el 6 de enero de 2014, cerca de la isla Manus, Papua Nueva Guinea, que «tenía una velocidad heliocéntrica inusualmente alta antes del impacto». El objeto tenía solo 0.9 metros de ancho y se deslizaba a través de los cielos a velocidades de 216.000 kilómetros por hora, lo que sugiere que no estaba ligado al Sol.
Meteorito interestelar
Usando simulaciones por computadora, los investigadores calcularon la trayectoria del meteoro rastreando su movimiento en el tiempo. No encontraron interacciones gravitacionales «no sustanciales» entre este y otro planeta hasta que llegó a la Tierra, lo que implica que tiene orígenes interestelares.
Los investigadores escribieron en su estudio:
Su tamaño, trayectoria y exceso de velocidad excluyen la posibilidad de que se dispersara gravitacionalmente dentro del Sistema Solar antes del impacto”.
Siraj y Loeb señalaron otros dos objetos posiblemente interestelares en los datos, que cubren un total de 30 años de avistamientos. Solo uno de ellos tenía una órbita que parecía unida gravitacionalmente al Sol y era difícil confirmar los orígenes interestelares del segundo.
Los meteoritos provienen de otras estrellas, es decir del espacio interestelar. Crédito: NASA
Aún así, continúan, asumiendo que hay tres objetos con el potencial de ser de origen interestelar cada 30 años, habría aproximadamente un millón de estos objetos por cada unidad astronómica cúbica (la distancia entre la Tierra y el Sol, aproximadamente 150 millones de kilómetros) en la galaxia. Llevan esto más lejos, dicen, y sugieren que cada estrella cercana catapulta 60 billones de billones de estos objetos durante su vida útil.
Eso suena a mucho pero como señala la NASA, los científicos piensan que los objetos interestelares como estos pasan a través del Sistema Solar regularmente.
El problema es que la mayoría sean demasiado pequeños y están demasiado lejos para ser detectados. Los científicos estiman que algo parecido a ‘Oumuamua cruza la órbita de la Tierra varias veces al año. Es solo que han sido demasiado débiles y demasiado difíciles de detectar.
El estudio científicoha sido enviado para su revisión a The Astrophysical Journal Letters y puede ser leído en su totalidad en arXiv.org.
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