Un equipo de científicos de la NASA utilizando el Telescopio Espacial Hubble han hallado algo muy extraño en el planeta Neptuno. Se trata de una «tenebrosa» y oscura tormenta, que se reduce poco a poco.
Este fenómeno fue descubierto por primera vez por el Voyager 2; sin embargo el origen de las tormentas oscuras en Neptuno ha sido un misterio desde la década del 80. Estos fenómenos aparecen y desaparecen sin que se pueda saber el momento en que surgirán, por lo cuál es difícil «cazarlos», El Hubble, por suerte, tiene la capacidad de verlos debido a sus dispositivos equipados para ver estas características con luz UV.
Agustín Sánchez-Lavega, coautor del estudio, dijo en un comunicado de la NASA:
No tenemos evidencia de cómo se forman estos vórtices o qué tan rápido giran. Lo más probable es que surjan de una inestabilidad en los vientos cortados hacia el este y hacia el oeste”.
Un dato curioso es que cuando esta tormenta apareció por primera vez, era lo suficientemente grande como para extenderse a través del Océano Atlántico desde Boston a Portugal. Sin duda, una tormenta que ni el más temerario «cazador» terrestre se animaría a perseguir.
Estas tormentas neptunianas, al igual que la Gran Mancha Roja de Júpiter, giran en una dirección anticiclónica y succionan material de la atmósfera del planeta. Sin embargo, solo llegan a existir por dos años, para terminar sucumbiendo. Justamente, lo que Hubble ha visto es una tormenta que apareció en 2015.
La Gran Mancha Roja de Júpiter ya tiene más de 200 años, en comparación con la tormenta neptuniana.
Según la NASA, en los últimos tres años han observado que la tormenta se ha ido reduciendo de una manera extremadamente extraña. Cuando apareció por primera vez, era lo suficientemente grande como para extenderse a través del Océano Atlántico desde Boston a Portugal o un poco más de 3.100 millas de ancho, pero ahora se ha reducido a 2.300 millas.
Michael H. Wong, autor principal del estudio, dijo en un comunicado:
Parece que estamos capturando la desaparición de este vórtice oscuro, y es diferente de lo que los estudios conocidos nos llevaron a esperar”.
Anteriores simulaciones mostraban que era muy probable que estas tormentas se trasladaran al Ecuador y murieran con un gigantesco estallido de nubes; sin embargo el último hallazgo ha mostrado que la tormenta se ha dirigido hacia el Polo Sur, y a diferencia de lo simulado, su muerte fue moderadamente lenta.
Esta es la primera vez que los científicos logran capturar un comportamiento extraño como este. Aparte del Hubble y el Voyager, no se han realizado otras observaciones anteriormente. Por esta razón, los investigadores aprovecharán los datos que sigue proporcionando el Hubble.
Las tormentas neptunianas le brindan a NASA la oportunidad de comprender mejor la atmósfera del lejano planeta helado. Además, con la próxima incorporación del James Webb Space Telescope, el próximo año, podemos esperar más descubrimientos de este tipo en el futuro cercano.
El estudio científico ha sido publicado en Astronomical Journal.
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