El calor del Sol podría desempeñar un papel en el desencadenamiento de terremotos en la Tierra, un hallazgo que podría utilizarse para mejorar las predicciones sísmicas al tener en cuenta también las previsiones solares.
Esta es la conclusión de un equipo internacional de investigadores de Brasil y Japón, cuyos modelos relacionan la actividad solar y sísmica a través del efecto del Sol en la atmósfera terrestre.
El equipo advierte que el efecto del calor solar en los terremotos puede ser mínimo, pero aún así podría ser una pieza importante de un rompecabezas mayor.
Matheus Saldanha, científico informático de la Universidad de São Paulo (Brasil) y autor del artículo, afirma en un comunicado:
“Es una dirección apasionante, y esperamos que nuestro estudio arroje algo de luz sobre el panorama general de lo que desencadena los terremotos”.
Impacto del sol en las placas tectónicas
El Sol visto por Solar Orbiter en luz ultravioleta extrema desde una distancia aproximada de 75 millones de km. Tomada a una longitud de onda de 17 nanómetros, en la región ultravioleta extrema del espectro electromagnético, esta imagen revela la atmósfera superior del Sol, la corona, que tiene una temperatura de alrededor de un millón de grados centígrados. Crédito de imagen: ESA / NASA / Solar Orbiter / EUI Team / E. Kraaikamp, ROB.
Los terremotos se producen como consecuencia del movimiento constante -aunque, para nosotros, imperceptiblemente lento- de las placas tectónicas sobre la superficie terrestre, que provoca la acumulación de tensiones en la corteza.
Cuando esta tensión supera la resistencia de la roca, creando una nueva falla, o supera la fricción a lo largo de los planos de falla existentes, el suelo se desliza, liberando ondas de energía que sentimos como terremotos.
El estudio se basa en investigaciones anteriores, publicadas en 2022, que hallaron una relación entre el número de manchas solares y la actividad sísmica en la Tierra.
Ese análisis reveló que la precisión de la predicción de la magnitud de los terremotos al día siguiente podía mejorar entre un 2.6 y un 17.9% si se tenían en cuenta los datos de actividad solar.
Analizaron datos de terremotos, registros de actividad solar y temperaturas de la superficie terrestre
En su último estudio, los investigadores analizaron los datos de los terremotos junto con los registros de la actividad solar y las temperaturas de la superficie terrestre.
Saldanha explicó:
“El calor solar provoca cambios en la temperatura atmosférica, que a su vez pueden afectar a las propiedades de las rocas y al movimiento de las aguas subterráneas.
Por ejemplo, estas fluctuaciones pueden hacer que las rocas sean más frágiles y propensas a fracturarse, y los cambios en las precipitaciones y el deshielo pueden alterar la presión de los límites de las placas tectónicas”.
En la imagen: un mapa de los datos sísmicos analizados por los investigadores. Crédito de imagen: Saldanha et.al / OpenStreetMap
Saldanha agregó:
“Aunque estos factores no sean los principales causantes de los terremotos, podrían desempeñar un papel que ayude a predecir la actividad sísmica”.
De hecho, el equipo observó que, cuando introdujeron datos sobre la temperatura de la superficie terrestre en sus modelos sísmicos, éstos se volvieron más precisos, sobre todo en el caso de los terremotos poco profundos.
Saldanha explicó:
“Esto tiene sentido, ya que el calor y el agua afectan sobre todo a las capas superiores de la corteza terrestre”.
Los hallazgos de la más reciente investigación titulada “The role of solar heat in earthquake activity featured” han sido publicados en la revista Chaos.
[FT: phys.org]
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