Aunque los rinocerontes blancos del norte quedaron prácticamente extintos luego de que el último macho, Sudán, falleciera en marzo, han surgido esfuerzos para desarrollar tecnologías que puedan traerlos a la vida nuevamente.

Ahora, en una iniciativa sin precedentes, se han preparado embriones en FIV (Fecundación In Vitro) mediante esperma de rinocerontes blancos del norte, lo que permitiría resucitar a esa especie.

En el proceso se utilizó esperma para fertilizar óvulos de la variedad sureña relacionada, obteniendo embriones híbridos que fueron congelados para su posterior implantación en madres sustitutas.

Gracias a la FIV, dicen los investigadores, esperan poder ver nacer al primer rinoceronte blanco del norte, luego de varias décadas. Se tiene planificado un primer nacimiento dentro de tres años.

Sin duda, estas son buenas noticias para los conservacionistas y científicos que han observado durante años y sin esperanza cómo la caza furtiva extinguía a la especie.

Mientras el número de rinoceronte iba disminuyendo, se inició una tarea para evitar que la especie desaparezca de forma irrreversible, dieron a conocer los investigadores. El Dr. Thomas Hildebrandt y su equipo en el Leibniz Institute for Zoo and Wildlife Research lograron obtener esperma de los últimos machos sobrevivientes con la esperanza de algún día revivir a los rinocerontes blancos del norte.

El Dr. Hildebrandt dijo en un comunicado:

Llegamos al punto en el año 2008 de que no había posibilidad de salvar esta subespecie con las técnicas que teníamos disponibles en ese momento”.

Lamentablemente, todo se complicó cuando los exámenes realizados a los únicos sobrevivientes revelaron que una madre y su hija llamadas Najin y Fatu tenían graves problemas para reproducirse.

Los científicos creyeron que ese sería el final más duro y triste para la especie, por lo que obtuvieron las muestras, esperando que la ciencia reproductiva les brinde esperanzas de traerlos nuevamente a la vida. Y al parecer, el equipo de científicos no se equivocó.

Mediante técnicas utilizadas solamente para la creación de caballos de carreras campeones, los investigadores usaron parte de los espermatozoides preservados para fertilizar un óvulo de una hembra blanca del sur. El ensayo resultó exitoso, y sirvió como una evidencia que les podría permitir experimentar con óvulos de la especie blanca del norte.

Ahora, los investigadores esperan obtener el permiso de las autoridades de Kenia, donde Najin y Fatu se encuentran, para poder realizar el mismo procedimiento.

El Dr. Hildebrandt agregó:

Estamos bastante seguros con la tecnología. Comenzaremos con un embrión de rinoceronte blanco del sur puro en las próximas semanas y meses para probar el sistema, y ​​luego de que tenga éxito, implantaremos un rinoceronte blanco del norte en una madre sustituta. Nuestro objetivo es que dentro de tres años nazca el primer becerro de rinoceronte blanco del norte”.

Los científicos saben que existen riesgos, sobre todo asociados en la extracción de óvulos de los rinocerontes adultos. Para realizar este procedimiento tienen que anestesiar a los adultos de 1.700 kilogramos; sin embargo los científicos están seguros que los rinocerontes blancos del norte que nazcan serán saludables

Sudán, fue el último rinoceronte blanco del norte. Crédito: Ol Pejeta / Twitter

Existe otra iniciativa en la que los científicos pretender obtener espermatozoides a partir de células madre, que crearían mediante muestras de piel y otros tejidos obtenidos de 12 especímenes blancos del norte.

Aunque este otro procedimiento podría tomar hasta una década en ser completado, los científicos creen que esto podría permitir generar, a largo plazo, una población de rinocerontes blancos saludables y genéticamente diversos.

Jan Stejskal del zoológico Dvur Kralove, donde vivieron los últimos rinocerontes blancos, antes de ser trasladados a Kenia, dijo en un comunicado:

El objetivo principal es tener rinocerontes blancos del norte puros, no importa si pasa a través de células madre o pasa por la cosecha de ovocitos de los últimos donantes vivos”.

En una iniciativa digna de ser premiada, los científicos creen que tienen la responsabilidad de devolver a la especie, que hace un tiempo cumplió un rol importante en los ecosistemas de África Central.

El Dr. Hildebrandt agregó:

“El rinoceronte blanco del norte no falló en la evolución, falló porque no era a prueba de balas”.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Nature Communications.