Hasta donde sabemos, no es posible que una persona se mueva al doble de la velocidad de la luz. De hecho, no es posible que ningún objeto con el tipo de masa que tenemos tú o yo se mueva más rápido que la velocidad de la luz.

Sin embargo, para ciertas partículas extrañas, viajar al doble de la velocidad de la luz podría ser posible – y podría enviar esas partículas hacia atrás en el tiempo.

Un límite de velocidad universal

Una de las mejores teorías físicas del momento es la teoría de la relatividad, desarrollada por Albert Einstein. Según esta teoría, la velocidad de la luz funciona como un límite de velocidad universal para cualquier cosa con masa.

En concreto, la relatividad nos dice que nada con masa puede acelerar más allá de la velocidad de la luz.

Para acelerar un objeto con masa, tenemos que añadir energía. Cuanto más rápido queramos que vaya el objeto, más energía necesitaremos.

Las ecuaciones de la relatividad nos dicen que cualquier cosa con masa -independientemente de la masa que tenga- necesitaría una cantidad infinita de energía para ser acelerada hasta la velocidad de la luz.

Pero todas las fuentes de energía que conocemos son finitas: están limitadas en algún aspecto.

De hecho, es posible que el Universo sólo contenga una cantidad finita de energía. Eso significaría que no hay suficiente energía en el Universo para acelerar algo con masa hasta la velocidad de la luz.

Como tú y yo tenemos masa, no esperes viajar al doble de la velocidad de la luz en breve.

Taquiones

Este límite de velocidad universal se aplica a todo lo que podríamos llamar “masa ordinaria”.

Sin embargo, existen partículas hipotéticas llamadas taquiones con un tipo especial de masa llamada “masa imaginaria”.

No hay pruebas de que los taquiones existan. Pero según la relatividad, no se puede descartar su posible existencia.

Si existen, los taquiones deben viajar siempre más rápido que la velocidad de la luz. Del mismo modo que algo con masa ordinaria no puede ser acelerado más allá de la velocidad de la luz, los taquiones no pueden ser frenados por debajo de la velocidad de la luz.

Algunos físicos creen que si los taquiones existen, estarían viajando constantemente hacia atrás en el tiempo. Por eso, los taquiones se asocian a los viajes en el tiempo en muchos libros y películas de ciencia ficción.

Hay ideas de que algún día podríamos aprovechar los taquiones para construir una máquina del tiempo. Pero por ahora esto sigue siendo un sueño lejano, ya que no tenemos la capacidad de detectar taquiones potenciales.

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¿Atajos?

Es decepcionante que no podamos viajar más rápido que la velocidad de la luz. La estrella más cercana a nosotros, aparte del Sol, está a 4.35 años luz. Así que, viajando a la velocidad de la luz, tardaríamos más de cuatro años en llegar.

La estrella más lejana que hemos detectado está a 28.000 millones de años luz. Así que se puede renunciar a cartografiar todo el Universo.

Dicho esto, la relatividad permite la existencia de “agujeros de gusano“.

Un agujero de gusano es un atajo entre dos puntos cualquiera del espacio. Mientras que una estrella puede estar a 4.5 años luz en términos normales, puede estar sólo a unas horas de distancia a través de un agujero de gusano.

Si existen agujeros de gusano reales, nos permitirían viajar grandes distancias en un periodo de tiempo muy corto, permitiéndonos llegar a los confines del universo en una sola vida.

Por desgracia, al igual que los taquiones, los agujeros de gusano siguen siendo totalmente hipotéticos.

Extrañas posibilidades

A pesar de que no podemos viajar realmente más rápido que la luz, podemos intentar imaginar cómo sería hacerlo.

Al pensar de este modo, estamos realizando un “pensamiento contrafáctico”. Estamos considerando cómo serían, o podrían ser, las cosas si la realidad fuera diferente de alguna manera.

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Hay muchas posibilidades diferentes que podríamos considerar, cada una con un conjunto diferente de principios físicos.

Así que no podemos decir con certeza qué pasaría si pudiéramos viajar más rápido que la luz. En el mejor de los casos, podemos adivinar lo que podría ocurrir. ¿Empezaríamos a viajar hacia atrás en el tiempo, como creen algunos científicos que podrían hacer los taquiones?

Le dejo a usted y a su imaginación la tarea de aportar algunas ideas.

Autor: Sam Baron, Profesor asociado, Australian Catholic University

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