El origen de las montañas podría ser mucho más profundo de lo que antes se creía. Una reciente investigación científica publicada en Nature Geoscience altera los conceptos sobre su formación.

Las cadenas montañosas complejas se forman cuando las placas tectónicas de la Tierra chocan (muy lentamente) entre sí: parte de la corteza del planeta es empujada hacia abajo, mientras que otras partes son empujadas hacia elevaciones mayores. Pero esto podría no ser todo.

En las montañas de Calabria, en el sur de Italia, una nueva investigación de campo sugiere que fuerzas más profundas del manto de la Tierra son responsables de impulsar parte del levantamiento que vemos en la superficie, además de la actividad de las placas tectónicas.

“Grabadora geológica”

La región de Calabria sirvió de “grabadora geológica” a los autores del nuevo estudio, que analizaron la edad y la composición química de las capas rocosas para elaborar una historia del levantamiento de las montañas a lo largo de 30 millones de años.

En algunos momentos del pasado, la elevación fue relativamente lenta, dando lugar a zonas llanas y de gran altitud. En otros momentos fue relativamente rápido, creando segmentos más escarpados. Pero en general no encajaba bien con los ritmos de subducción de las placas tectónicas bajo las montañas. De hecho, la actividad de la corteza parece ser aquí un factor secundario.

El equipo analizó la historia de la zona de subducción de Calabria en el sur de Italia. Crédito de imagen: Gallen et al., Nature Geoscience , 2023

Sean Gallen, científico de la Tierra de la Colorado State University, dijo en un comunicado:

“La construcción de montañas es un proceso fundamental de cómo se comporta la Tierra, y este estudio sugiere que puede que no lo entendamos tan bien como pensábamos”.

Explicación a la formación de las montañas

Basándose en modelos del manto terrestre y de las corrientes de convección en su interior, el equipo cree que una célula de convección podría ser la responsable de la formación de las montañas. Estas células se producen cuando el calor del núcleo de la Tierra hace que el magma fluido del manto se mueva de forma circular, influyendo en la actividad tectónica.

Aunque los modelos utilizados implican un cierto grado de suposición sobre lo que ocurre bajo tierra, parece que ésta es una explicación probable. Más datos obtenidos a partir del movimiento de las placas tectónicas, el levantamiento de montañas y los registros de rocas deberían decirnos más.

Esta parte del mundo es especialmente adecuada para un estudio como éste porque sigue siendo geológicamente activa, lo que ofrece pistas en el paisaje actual sobre su pasado.

Las montañas de Calabria, con vistas al mar Jónico. Crédito de imagen: Colorado State University

El estudio también combinó numerosas técnicas, como la termocronología y el registro del nivel del mar en el pasado dejado en la roca, para ir más atrás en el tiempo que los métodos anteriores.

Gallen dijo:

“Los resultados sugieren que la forma típica en que vemos la construcción de montañas no es válida para el sur de Italia.

Parece estar controlada por factores mucho más profundos del sistema terrestre. Este comportamiento se ha observado en modelos, pero nunca en la naturaleza. Ésta es la primera vez que creemos haberlo observado”.

Los investigadores han puesto a disposición de otros expertos parte de su software de modelización a medida, y se cree que sus hallazgos podrían enseñarnos más cosas sobre la formación y elevación de montañas en todo el mundo.

Hay que tener en cuenta que en la formación de las montañas intervienen multitud de fuerzas y factores, como han revelado estudios anteriores. Además de la actividad tectónica, también son importantes la presencia de organismos en miniatura y la meteorización y erosión.

Ahora se ha prestado atención a las fuerzas que actúan en las profundidades de la Tierra. Se esperan más investigaciones que estudien en detalle cómo las células de convección influyen en el crecimiento de las montañas, ayudando a formar los vastos paisajes que vemos hoy en día.

Gallen agregó:

“Llevo 15 años trabajando en el Mediterráneo y este resultado ha cambiado profundamente mi forma de pensar sobre estas zonas de subducción”.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Nature Geoscience.

[H/T: scialert]

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