Hace unos 4.500 millones de años, un objeto del tamaño de Marte se estrelló contra la Tierra naciente, causando el nacimiento de nuestra luna. Ahora, un equipo de científicos propone que este impacto gigante hizo aún más: La colisión dejó tras de sí unas misteriosas manchas en el interior de la Tierra que podrían haber contribuido a poner en marcha la tectónica de placas, el proceso geológico que alimenta los terremotos, los volcanes y, en general, permite la existencia de vida en nuestro planeta.
La idea, desarrollada con modelos informáticos en un nuevo estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters, es un intento de responder a una de las preguntas más fundamentales sobre nuestro planeta.
Vivimos en el único planeta del que se sabe que tiene una superficie formada por placas rocosas que se deslizan y chocan entre sí en las zonas limítrofes mientras el supercaliente interior se agita. Este drama subterráneo suele pasar desapercibido a escala humana, salvo cuando se produce un terremoto o entra en erupción un volcán. Pero la mayoría de los expertos coinciden en que este proceso es absolutamente esencial para la vida tal como la conocemos, ya que ayuda al planeta a ciclar el carbono, que es importante para mantener el clima habitable.
Los investigadores sospechan cada vez más que una poderosa colisión entre la Tierra y un objeto del tamaño de Marte apodado Theia hace unos 4.500 millones de años podría haber dejado “misteriosas manchas” enterradas en las profundidades del interior de la Tierra, un impacto tan violento que expulsó material suficiente para permitir la formación de la Luna.
Según informa The Washington Post, los científicos también sospechan que estas manchas enterradas podrían haber propiciado también el desarrollo de la tectónica de placas, los procesos geológicos que fueron parte integral de la formación de la vida en la Tierra y que aún hoy siguen desencadenando terremotos y volcanes.
Como se detalla en el estudio, los investigadores trazaron una línea entre las misteriosas manchas que quedaron tras la colisión y la tectónica de placas moderna, que acabó formando las condiciones que permitieron el florecimiento de la vida miles de millones de años después.
Qian Yuan, coautor de la investigación y geocientífico de la California Institute of Technology, dijo a The Washington Post:
“El impacto gigante no es sólo la razón de nuestra Luna, si es así, también estableció las condiciones iniciales de nuestra Tierra”.
“Manchas” enterradas en el manto terrestre
El equipo examinó las teorías existentes en torno a estas manchas enterradas en el manto de nuestro planeta, que están hechas de materiales diferentes a los de su entorno, y cómo surgieron por primera vez.
Los investigadores creen que unos 200 millones de años después del impacto, estas manchas dieron lugar a “fuertes plumas del manto” que iniciaron un proceso llamado subducción, en el que placas de la corteza terrestre se hunden bajo otras placas.
El trabajo también podría ayudar a explicar los minerales más antiguos jamás descubiertos en la Tierra, que los científicos creen que fueron el resultado de la subducción hace más de cuatro mil millones de años.
Los investigadores escribieron en su artículo:
“Los modelos vinculan la subducción más antigua con el impacto gigante [que formó la Luna], lo que tiene implicaciones para comprender los diversos regímenes tectónicos de los planetas rocosos”.
Pero no todos los científicos están convencidos. Otros se preguntan si alguna vez podremos averiguar qué ocurrió durante miles de millones de años.
Michael Brown, geocientífico de la University of Maryland, refiriéndose al segundo de los cuatro eones geológicos de la Tierra, que duró de 4.000 a 2.500 millones de años, dijo a The Washington Post:
“Tenemos que tener en cuenta que no hay pruebas suficientes para saber realmente cuál era el modo tectónico en el Arcaico.
Así que, desde un punto de vista filosófico, es casi seguro que es desconocido e incognoscible. Creo que ese punto a veces se pierde”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Geophysical Research Letters.
Fuente: washingtonpost.com
Tenemos algo para decirte: Visítanos en Facebook. Únete a la discusión en nuestra comunidad en Telegram. Y si te es posible, apoya nuestro trabajo invitándonos un café. ¡Te lo agradecemos!
Crédito imagen de portada: depositphotos.com
0 comentarios