Investigadores hallaron en China una larva fosilizada de 520 millones de años que sorprendentemente aún conserva el cerebro y las vísceras conservados.

De vez en cuando, nuestro planeta nos regala un fósil tan espectacular que casi todo lo que podemos hacer es quedarnos boquiabiertos.

A veces, esos fósiles son los magníficos restos que una vez pisaron la superficie de la Tierra con estruendosos pies. Otras veces, son meras motas, partículas a las que no se mira dos veces, pero que contienen en su interior los secretos de multitudes.

Tal es el caso del fósil de un gusano bebé del tamaño de una semilla de sésamo descubierto en una roca de China. Procedente del Cámbrico, hace unos 520 millones de años, la larva representa un nuevo género y especie de euterópodo llamado Youti yuanshi.

Conservado casi perfectamente

Una mota de roca tan pequeña podría pasar desapercibida con facilidad, pero este extraordinario fósil se ha conservado casi perfectamente con su anatomía interna intacta. Y representa a una especie ancestral de los artrópodos que pululan hoy por todo el planeta: arañas, cangrejos e insectos. Eso significa que puede decirnos cosas sobre la historia evolutiva de estos animales que muy pocos fósiles pueden revelar.

Reconstrucción de la anatomía interna de Y. yuanshi. Crédito de imagen: Emma J. Long

Martin Smith, paleontólogo de la Universidad de Durham (Reino Unido), dijo en un comunicado:

“Cuando soñaba despierto con el fósil que más me gustaría descubrir, siempre pensaba en una larva de artrópodo, porque los datos sobre su desarrollo son fundamentales para comprender su evolución.

Pero las larvas son tan diminutas y frágiles que las posibilidades de encontrar una fosilizada son prácticamente nulas, ¡o eso creía yo! Ya sabía que este simple fósil con forma de gusano era algo especial, pero cuando vi las asombrosas estructuras conservadas bajo su piel, se me cayó la mandíbula: ¿cómo podían haber evitado la descomposición estos intrincados rasgos y seguir aquí para verlos 500 millones de años después?”.

El fósil tridimensional se encontró en una roca de esquisto conocida por ser especialmente rica en fósiles llamada Formación Yu’anshan. Se extrajo cuidadosamente con ácido acético y se sometió a un escaneado de alta resolución para obtener imágenes de todo el fósil y, tal vez, vislumbrar lo que se escondía en su interior.

Su anatomía interna estaba intacta

Aunque su tamaño no supera los pocos milímetros, el fósil en sí tiene un nivel de detalle espectacular. Su exterior tiene la piel, la cabeza y las patas texturizadas. Y, por dentro, la tomografía computarizada de rayos X reveló su anatomía interna intacta. Esto incluye el cerebro, las glándulas digestivas, el sistema circulatorio y el sistema nervioso de la larva.

Vista de arriba hacia abajo de Y. yuanshi a partir de una disección virtual utilizando imágenes de rayos X en 3D. Crédito de imagen: Emma J. Long

Katherine Dobson, geóloga de la Universidad de Strathclyde (Reino Unido), dijo en un comunicado:

“Siempre es interesante ver lo que hay dentro de una muestra utilizando imágenes en 3D, pero en esta increíble larva diminuta, la fosilización natural ha logrado una conservación casi perfecta”.

Dado que la larva es tan antigua y que representa una etapa de desarrollo del ciclo vital de un artrópodo que rara vez se observa en fósiles antiguos, los científicos creen que Y. yuanshi puede ayudarnos a conocer el desarrollo y la evolución tempranos de este filo del reino animal de gran éxito.

Sistemas orgánicos de Y. yuanshi . Fila superior, de izquierda a derecha: cavidad perivisceral; seno pericárdico (parte del corazón); glándulas digestivas; intestino. Fila inferior: seno ventrolateral (‘venas’); cavidad perineural (cordón nervioso contenido); cavidad periférica; cerebro. Crédito de imagen: Emma J. Long / Martin R. Smith

El gusano en sí parece simple en comparación con los complejos cuerpos de los artrópodos actuales, pero en su anatomía interna pueden verse indicios de los animales que surgirían más tarde. Su protocerebro, por ejemplo -la región del cerebro del gusano-, prefigura la anatomía craneal más compleja que se desarrolló con la evolución de los artrópodos.

Además, la anatomía circulatoria y digestiva de Y. yuanshi puede relacionarse con el desarrollo posterior de las características de los artrópodos.

Según los investigadores, esta anatomía temprana pone de relieve la brillante diversificación de los artrópodos, que desarrollaron la capacidad de especializarse en una amplia gama de entornos ecológicos y de triunfar en todo el planeta.

Aunque este único fósil de Y. yuanshi cabría en la palma de la mano, su descubrimiento tiene grandes implicaciones para nuestra comprensión de la vida en la Tierra.

Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Nature.

[FT: eurekalert | scialert]

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