Hemos sido víctimas de la invasión de los microplásticos, pero una invasión causada por nosotros mismos. Se han encontrado microplásticos en la cima del Everest, en las profundidades de la Fosa de las Marianas del Océano Pacífico y ahora en los testículos humanos.
Investigadores de la Universidad de Nuevo México hallaron 12 tipos de microplásticos en los 23 testículos humanos estudiados.
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Los datos han demostrado que el recuento de espermatozoides ha disminuido un 59% en las últimas décadas, con otros culpables que van desde los teléfonos móviles en los bolsillos de los pantalones hasta los vapeadores.
Invasión de los microplásticos
El equipo descubrió que el más prevalente de los 12 microplásticos era un material polimérico, el polietileno, utilizado en bolsas y botellas de plástico.
La concentración media en humanos era de 329.44 microgramos por gramo de tejido, una cifra muy superior a la de estudios recientes sobre la sangre humana, que sólo llegaba a decenas de microgramos por gramo.
Los microplásticos, de menos de cinco milímetros de longitud, entran en nuestro organismo a través de los envases de plástico, ciertos alimentos, el agua del grifo e incluso el aire que respiramos, y se han relacionado con el cáncer y los problemas de fertilidad.
El Dr. Xiaozhong John Yu, autor principal del estudio, dijo en un comunicado:
“Hay muchos microplásticos. Podemos tomar nuestras propias decisiones para evitar la exposición, cambiar nuestro estilo de vida y nuestro comportamiento”.
El Dr. Yu se inspiró para encabezar el proyecto después de que un colega, un profesor de la facultad de farmacia de la universidad llamado Matthew Campen, descubriera concentraciones alarmantes de microplásticos en placentas humanas.
Muestra de microplásticos.
Microplásticos afectando a la reproducción
La presencia de esta contaminación invisible en las placentas, tan cerca de los fetos durante el embarazo, señaló el Dr. Yu, llevó a ambos a preguntarse de qué otro modo podrían estar afectando los microplásticos a la reproducción.
El Dr. Yu y su equipo descubrieron que la concentración de microplásticos en el tejido testicular masculino humano era significativamente superior a la media que Campen encontró en el tejido placentario.
Por razones éticas, se había obtenido tejido testicular masculino humano anónimo de la Oficina del Investigador Médico de Nuevo México para el nuevo estudio.
El Dr. Yu se refirió a su investigación, publicada en la revista Toxicological Sciences:
“Al principio dudaba de que los microplásticos pudieran penetrar en el sistema reproductor.
Cuando recibí por primera vez los resultados del estudio en perros, me sorprendí. Me sorprendí aún más cuando recibí los resultados de los humanos”.
Un informe de 2022 advertía de que el descenso del número de espermatozoides en los hombres equivale a una crisis mundial que “podría amenazar la supervivencia de la humanidad”. Una nueva investigación apunta este mes a los microplásticos. Crédito de imagen: Toxicological Sciences
Descenso preocupante en recuento de espermatozoides
Los profesionales de la salud llevan años preocupados por el descenso del recuento de espermatozoides en los hombres, aunque las causas parecen estar relacionadas con múltiples factores ambientales.
Un estudio publicado en noviembre de 2022 en la revista Human Reproduction Update, una revisión que tabulaba datos de hombres de 53 países, descubrió que el recuento medio de espermatozoides se había desplomado un 51.6% entre 1973 y 2018 en todo el mundo.
En los últimos años se ha prestado más atención a las consecuencias para la salud de los microplásticos en las personas, ya que los estudios han demostrado que las partículas parecen contribuir a la enfermedad inflamatoria intestinal, el cáncer de páncreas y la enfermedad de Alzheimer.
Ante la creciente preocupación por la presencia de microplásticos en nuestro cuerpo y en el medio ambiente, 175 países miembros de la ONU han acordado presentar este año un plan para acabar con la contaminación por plásticos: un tratado mundial sobre plásticos.
No obstante, el Dr. Yu se mostró cauto a la hora de sacar conclusiones precipitadas y dijo que espera que más científicos estudien las conexiones entre los microplásticos y la salud reproductiva.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Toxicological Sciences.
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