Una reciente investigación ha planteado que los primeros humanos pueden haber aprendido a hablar mucho antes de lo que la ciencia pensaba.

Un experto en lingüística se encuentra muy seguro de que el Homo Erectus podía comunicarse, debido a que tenían la capacidad de navegar a través de grandes cuerpos de agua para llegar a nuevos destinos; según informa The Guardian.

Lógicamente, se trata de una idea que desatará la polémica entre los eruditos convencionales; sin embargo, el profesor Daniel Everett está convencido de ello, y anunció su teoría en la reunión anual de la American Association for the Advancement of Science.

Cabe resaltar que Daniel Everett cuenta con muchos años de experiencia y no se trata de alguien novato o nuevo en estos menesteres. Everett pasó más de 30 años trabajando con la gente de Pirahã, un pequeño pueblo del Amazonas brasileño, aprendiendo y estudiando su lengua. Los miembros de Pirahã hablan una lengua, del mismo nombre, que es lo que se llama una «lengua aislada», un huérfano lingüístico, y una de los últimos miembros de su familia lingüística en sobrevivir. Everett logró demostrar su experimento, logrando que un hablante de una misteriosa lengua se comunique por primera vez en el escenario. [Fuente]

A la fecha hemos descubierto muchos misterios antiguos, sin embargo el origen del lenguaje continúa formando parte de la lista de enigmas de nuestro mundo. Otros expertos, contradiciendo a Everett, creen que el lenguaje es una característica única de nuestra especie, Homo Sapiens, lo cual le daría a nuestra forma de comunicarnos una antigüedad de tan solo 200.000 años aproximadamente.

Por otro lado, la evidencia más antigua encontrada del Homo Erectus corresponde a 1.9 millones de años atrás, lo que podría indicar que el nacimiento del lenguaje podría haber ocurrido mucho, pero mucho antes de lo que los científicos de la corriente convencional creen.

Según el profesor Everett, el Homo Erectus debió tener una forma primitiva de conversación, necesaria para lograr lo que ellos hicieron.

La hipótesis de Everett se argumenta con la capacidad aparente del Homo Erectus para navegar a través de cuerpos de agua.

Durante la conferencia de ciencias, realizada en Austin, Texas, Everett dijo:

Los océanos nunca fueron una barrera para los viajes del Homo Erectus. Navegaron a la isla de Creta y varias otras islas. Fue intencional: necesitaban naves y necesitaban tomar grupos de al menos 20 para llegar a esos lugares”.

El Homo Erectus tuvo su origen en África, para luego poblar todo el mundo. Evidencia de ello son los restos que han podido ser encontrados en Europa y Asia.

Everett, durante su conferencia, agregó:

Los Homo Erectus necesitaban el lenguaje cuando navegaban hacia la isla de Flores. No podrían simplemente haber dado un paseo en un tronco flotante porque entonces habrían sido arrastrados al mar cuando golpearan la corriente. Necesitaban poder remar. Y si remaban, necesitaban poder decir ‘remar allí’ o ‘no remar’. Necesitas comunicación con símbolos, no solo gruñidos”.

Si bien la idea fue bienvenida por algunos, el profesor Everett también se encontró con críticas de expertos en orígenes humanos, como era de esperarse.

Chris Stringer, del Museo de Historia Natural, dijo:

No acepto eso, por ejemplo, el Homo Erectus debe haber tenido botes para llegar a Flores”.

Stringer argumenta que los tsunamis podrían haber transportado a estos primeros humanos entre islas en balsas de vegetación.

Sin embargo, y como Everett lo dijo, aunque los Homo Erectus hubieran desarrollado una manera de hablar, este lenguaje no hubiera sido tan sofisticado como el que utilizamos los humanos modernos.

Everett usa la siguiente analogía: El lenguaje de los Homo Erectus es como el automóvil modelo T de Ford, en comparación con un automóvil Tesla actual, que vendría a ser el lenguaje que usamos los humanos modernos.

¿Por qué desechar una teoría tan interesante como posible? El profesor Everett es conciente de que la forma de comunicarse de los Homo Erectus no hubiera sido tan compleja como lo es la nuestra; pero tiene sentido y es totalmente lógico decir que los individuos de dicha especie habrían necesitado algo más que gruñidos para realizar sus actividades. Aquellas antiguas especies que muchos creen que solo fueron criaturas salvajes, posiblemente fueron mucho más avanzados de lo que se cree. Fernando T.