Desde hace 30 años, los físicos barajan la posibilidad de crear un sistema de propulsión único llamado “motor warp”. Pero no se trata de un motor en el sentido habitual de la palabra. Puede sonar a ciencia ficción, pero los físicos creen que los motores warp podrían existir en teoría y alguien los utilizaría para desplazarse por el espacio. ¿Podría una civilización extraterrestre utilizar esta tecnología? Ahora los científicos lo consideran posible y han planteado una investigación.
Deformar el espacio tiempo
Los motores factoriales, hipotéticos sistemas de propulsión que mueven las naves espaciales comprimiendo o “deformando” el espacio tiempo a su alrededor en lugar de producir empuje como los motores convencionales, son objeto de investigación en física desde hace mucho tiempo. Aunque el concepto tiene sus raíces en la ciencia ficción, en las últimas décadas muchos investigadores han contribuido a que cada vez se entienda mejor que estas tecnologías podrían funcionar, al menos en teoría.
Ahora, un nuevo estudio aborda de forma novedosa el estudio conceptual de los motores warp: ¿qué ocurriría si un sistema de propulsión tan futurista se averiara? Más concretamente, el equipo encargado del estudio se propuso simular las señales clave -las ondas gravitacionales en este caso- que resultarían de lo que denominan “fallo de contención” de los motores warp.
Los motores warp en la ciencia ficción
Aunque el concepto de motor warp se hizo famoso por su aparición en Star Trek, la idea tiene sus orígenes mucho antes. Una de las primeras obras de ficción conocidas en las que aparece la propulsión warp es una novela de 1931 de John W. Campbell, Islas en el espacio. Sin embargo, el término “propulsión warp espacial” no aparecería hasta casi dos décadas después, en el relato de Fredrick Brown de 1949 “Gateway to Darkness”. Décadas después, la idea también se convertiría en un pilar del transporte interestelar en los universos ficticios de Star Trek, Star Wars y otras franquicias de ciencia ficción.
Hipotéticamente, la propulsión warp podría existir, aunque para hacer realidad esta tecnología habría que superar obstáculos como la búsqueda de fuentes de energía exóticas para alimentarla, así como los problemas relativistas que plantea la realización de viajes en esas condiciones.
Según la Dra. Katy Clough, de la Queen Mary University of London, autora principal del reciente estudio, la propulsión warp sigue pareciendo buena sobre el papel a pesar de estos problemas.
Clough dijo en un reciente comunicado:
“Aunque los motores warp son puramente teóricos, tienen una descripción bien definida en la teoría de la Relatividad General de Einstein, y por eso las simulaciones numéricas nos permiten explorar el impacto que podrían tener en el espaciotiempo en forma de ondas gravitacionales”.
En concreto, el equipo pretendía explorar la generación de ondas gravitacionales que produciría un “fallo de contención” de este tipo y si los detectores de ondas gravitacionales situados en la Tierra podrían registrar las señales de un suceso de este tipo.
El Dr. Sebastian Khan, de la Facultad de Física y Astronomía de la Cardiff University y uno de los coautores del artículo, declaró que era “natural que continuáramos la tradición de la investigación de los impulsores factoriales en la era de la astronomía de ondas gravitacionales”, recordando los primeros trabajos realizados en 1994 por Miguel Alcubierre, a quien se atribuye la construcción de la primera solución matemática para la física de los impulsores factoriales mientras realizaba su doctorado en la Universidad de Cardiff, tras lo cual también trabajó en el MPI de Potsdam.
Colapso del motor Warp
Según el equipo, el colapso de un motor warp debería producir ondas gravitacionales, una forma de onda portadora de energía que se genera en condiciones de aceleración o perturbación de grandes cantidades de masa, normalmente asociadas a fenómenos celestes.
En la Tierra, los físicos llevan estudiando las ondas gravitacionales desde que se detectó oficialmente la primera en 2015. La investigación actual se centra generalmente en objetivos que incluyen fusiones entre estrellas de neutrones, agujeros negros supermasivos y otros fenómenos cósmicos. Según el equipo de investigación en su nuevo artículo, la ruptura de un motor warp produciría una firma notablemente diferente de estas fuentes celestes de ondas gravitacionales, lo que daría lugar a un estallido de alta frecuencia.
Desgraciadamente, este rápido estallido gravitatorio no se registraría en los detectores actualmente en uso. Sin embargo, esto plantea la intrigante cuestión de si el transporte por impulsión warp podría producir perturbaciones en el espacio tiempo que generasen firmas detectables con bastante frecuencia, al menos si ya estuviese en uso por alguna civilización espacial que atravesase el cosmos.
Aunque actualmente no existen detectores capaces de detectar estas señales específicas, sí existe la tecnología necesaria para construirlos. Esto significa que los científicos podrían ser capaces de detectar los motores warp que utilizan las civilizaciones extraterrestres, aunque todavía estemos muy lejos de aprovechar esta tecnología.
El Dr. Khan señala que, aunque el estudio del equipo allana el camino hacia la detección de esas señales hipotéticas, no ofrece orientación sobre cómo podrían construirse los futuros detectores de impulsores factoriales.
Dinámica energética del fallo del motor Warp
Los investigadores también analizaron los aspectos energéticos de un hipotético fallo del motor warp, revelando que se liberaría una onda de materia de energía negativa, tras la cual se alternarían ondas positivas y negativas. El aumento neto de energía resultante, según el equipo, también podría producir una firma detectable.
Tim Dietrich, profesor del Max Planck Institute for Gravitational Physics y coautor del estudio, dijo en un comunicado:
“Para mí, el aspecto más importante del estudio es la novedad que supone modelizar con precisión la dinámica de los espacio tiempos de energía negativa”.
Dietrich añade que la posibilidad de detectar las firmas que producirían estas tecnologías podría tener otras aplicaciones en el mundo real.
Aparte de la detección de sistemas avanzados de propulsión alienígena, Dietrich afirma que los hallazgos del equipo podrían al menos “ayudarnos a comprender mejor la evolución y el origen de nuestro universo, o la evitación de singularidades en el centro de los agujeros negros”.
Sin embargo, el equipo admite que la detección de firmas de ondas gravitacionales procedentes de propulsores warp alienígenas, aunque es una posibilidad descabellada, no deja de merecer la pena ser investigada.
Katy Clough, astrofísica de la University of Oxford, dijo en un comunicado:
“Aunque somos escépticos sobre la probabilidad de ver algo, creo que es lo suficientemente interesante como para que merezca la pena estudiarlo”.
Los hallazgos de la investigación “What no one has seen before: gravitational waveforms from warp drive collapse” han sido publicados en The Open Journal of Astrophysics y pueden leerse en su totalidad en el sitio web de pre-impresión arxiv.org.
[FT: scialert]
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Crédito imagen de portada: depositphotos.com
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