Bajo el hielo de la Antártida se esconde un oasis de vida. No se trata de la primera investigación que lo sugiere. Sin embargo, un nuevo estudio ha determinado que enormes floraciones de vida parecen prosperar bajo el hielo antártico.
Las vastas plataformas de hielo flotante del Océano Antártico parecen esconder extensas floraciones de fitoplancton, un descubrimiento que podría cambiar significativamente nuestra comprensión del ecosistema marino de la Antártida y cómo podría verse afectado por el cambio climático.
La clave del crecimiento del fitoplancton es la fotosíntesis, y la clave de la fotosíntesis es la luz del Sol, por lo que hasta ahora los expertos no pensaban que el plancton tuviera muchas posibilidades de prosperar en las condiciones de oscuridad de las plataformas de hielo antárticas.
Sin embargo, recientemente se han descubierto floraciones de fitoplancton bajo el hielo del Ártico, creadas a medida que los glaciares se vuelven más fragmentados, más estacionales, más delgados y más susceptibles a la fusión del agua. Esto llevó a los investigadores a echar un nuevo vistazo a la Antártida.
Se recogieron datos del hielo marino
El trabajo de campo se llevó a cabo con instrumentos de medición flotantes, y los datos recogidos se combinaron con datos de satélite sobre la cobertura de hielo marino y resultados de modelos climáticos para estimar la cantidad de fitoplancton que podría extenderse bajo el hielo, oculto a la vista.
Crédito: Paul Summers / Unsplash
Christopher Horvat, oceanógrafo polar de la University of Auckland (Nueva Zelanda), dijo en un comunicado:
“Descubrimos que casi todos los ejemplos de perfiles de flotadores bajo el hielo marino antártico registran aumentos de fitoplancton antes de la retirada del hielo marino.
“En muchos casos, observamos floraciones significativas”.
Estos flotadores pueden realizar mediciones de forma independiente e incluso tomar medidas de evasión de las capas de hielo que se acercan cuando detectan temperaturas del agua cercanas al punto de congelación. En este caso, se encargaron de medir los niveles del pigmento clorofila-a y la retrodispersión de partículas, ambos indicadores del fitoplancton.
¿Qué se descubrió?
Entre 2014 y 2021, un total de 51 flotadores realizaron mediciones durante 2.197 inmersiones bajo el hielo. Esta masa de datos se recogió en 79 secuencias de mediciones para su posterior análisis, mientras que las imágenes de satélite proporcionaron un registro de la cubierta de hielo.
Horvat dijo:
“Descubrimos que el 50 por ciento o más de la Antártida bajo el hielo podría albergar floraciones bajo el hielo, porque el hielo marino en el Océano Austral está compuesto por témpanos discretos, y las pequeñas áreas de agua abierta permiten la luz y, por lo tanto, la vida fotosintética”.
Crédito: Matt Palmer / Unsplash
En los casos en los que se pudo registrar una cobertura completa y casi completa del agua del mar, el 88% de las secuencias medidas registraron un aumento del fitoplancton antes de cualquier retroceso estacional del hielo marino, que es cuando el crecimiento del plancton tiende a aumentar considerablemente.
Existe cierta incertidumbre sobre los datos debido al desfase ocasional entre el muestreo y el registro de la posición -incertidumbre que los futuros estudios deberían eliminar-, pero los científicos responsables del estudio afirman que existen pruebas sólidas de que estas floraciones se están produciendo.
Dado que las comunidades de fitoplancton contienen cantidades importantes de algas diminutas, suelen representar la parte más baja de la cadena alimentaria del océano: las variaciones en su disponibilidad y cobertura pueden tener un efecto significativo en el resto de la vida acuática de la zona.
El siguiente paso de los investigadores será reunir aún más datos y averiguar cómo estas floraciones de plancton pueden afectar a otras formas de vida bajo el hielo. También debería ayudarnos a comprender cómo se producirá la disminución de la capa de hielo debido al calentamiento global.
Horvat agregó:
“Los niveles tróficos más altos migran hacia donde está la productividad, y si está bajo el hielo, es de esperar que la red alimentaria le siga”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en Frontiers in Marine Science.
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