Nuestro planeta puede poseer suministros de agua en lugares donde anteriormente no se pensaba posible, como a 800 kilómetros de profundidad en el manto; según ha revelado un reciente análisis de las impurezas presentes en un diamante.
Un grupo de investigadores han descubierto una forma misteriosa de hielo cristalizado denominado «ice VII» atrapado dentro de diamantes. Este hallazgo es el primero observado en un mineral en la naturaleza, y podría cambiar lo que los científicos saben actualmente de la composición de la Tierra.
Los diamantes permiten a los científicos dar un vistazo dentro de la Tierra. Estas preciosas gemas de carbono son creadas bajo una gran presión durante muchos millones de años. La mayoría de ellas se han formado a profundidades de 160 a 240 kilómetros en el manto, y otras, aún más extremas, nacieron a profundidades de 800 kilómetros.
Debido a que las rocas pueden atrapar otros minerales del manto y llevarlos lentamente a la superficie, un grupo de geólogos, analizó impurezas o «inclusiones», encontrando sustancias como el ice VII, que antes no habían sido observadas naturalmente. El ice VII solo habia sido presenciado en experimentos de laboratorio de materiales a alta presión.
Estos diamantes se habrían formado bajo temperaturas extremadamente altas de más de 1,000 grados Fahrenheit.
A pesar de la dureza de los diamantes, el ice VII encontró la forma de ingresar en ellos, debido a que esta sustancia se habría encontrado en estado líquido dentro del manto. Esto sugirió a los investigadores, que las profundidades del interior de la Tierra, además de poseer hierro, aluminio y otros ingredientes, también tiene depósitos de agua.
Tschauner, autor del estudio, dijo en un comunicado:
Estábamos buscando dióxido de carbono. Todavía lo estamos buscando, en realidad. Estas bolsas de agua podrían ser un fenómeno global”.
Cabe resaltar que los investigadores analizaron diamantes descubiertos en China, Sudáfrica y Botswana.
Este hallazgo permitirá que los científicos generen modelos más precisos del interior de la Tierra; y tener una idea más clara del movimiento de elementos radiactivos generadores de calor bajo la corteza del planeta.
El estudio científico ha sido publicado en la revista Science.
Edición: Fernando T. para CodigoOculto.com
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