Recientemente, un equipo de científicos han dado a conocer una nueva e intrigante característica del polo norte de Saturno, gracias a los datos obtenidos por la ahora desaparecida nave espacial Cassini.
El nuevo estudio se centra en el vórtice con forma hexagonal que se encuentra en el polo norte en lo alto de la atmósfera del planeta gigante, muy por encima de las nubes, en la estratósfera.
Los hallazgos sugieren dos posibilidades: la primera es que el vórtice hexagonal previamente conocido que se ve mucho más abajo en las nubes de Saturno es en realidad una estructura elevada que se extiende mucho más arriba de lo que se pensaba, posiblemente abarcando una distancia vertical de cientos de millas. La segunda es que dos vórtices hexagonales idénticos se han generado independientemente en diferentes altitudes.
Leigh Fletcher, autor principal del estudio de la University of Leicester, Reino Unido, dijo en un comunicado:
El estudio actual es sorprendente, porque muestra que algo que pensamos que solo estaba presente en las nubes puede persistir a gran altura”.
Las nubes de Saturno albergan la mayor parte del clima del planeta, incluido el vórtice hexagonal previamente conocido en el polo norte.
Esta característica misteriosa e icónica fue descubierta por primera vez por la nave espacial Voyager en 1981.
Pero como dijo Fletcher:
Tomó algunos años para que el descubrimiento saliera a la luz, ya que requería unir varias imágenes para hacer un mapa completo del polo norte de Saturno. Desde entonces ha sido visto por Hubble y desde Tierra, pero Cassini lo caracterizó en gran detalle”.
El hexágono es esencialmente un sistema arremolinado de corrientes de aire y clima turbulento que ha durado durante décadas y no muestra signos de disminuir.
Fletcher agregó:
Solo se ve como un hexágono cuando se ve desde arriba. Toda la Tierra encajaría a lo largo de un lado del hexágono, para darte una idea de su tamaño. Creemos que es un patrón de ondas que se forma naturalmente, como el serpenteo de las corrientes en chorro que vemos aquí en la Tierra, pero adquiere esta forma ‘perfecta’ de seis lados porque no hay topografía: montañas, valles, costas.
No hemos visto nada igual en otras partes, aunque las regiones polares de todos los planetas a menudo albergan sorpresas, desde la corona de ciclones circumpolares de Júpiter hasta el vórtice dipolar de Venus”.
Aunque Cassini realizó extensas investigaciones del vórtice hexagonal en lo profundo de las nubes polares del norte de Saturno, los instrumentos infrarrojos de la nave espacial no pudieron recopilar información confiablemente en la estratosfera norte porque las temperaturas allí eran demasiado frías, lo que significa que esta región permaneció relativamente inexplorada durante muchos años.
Esto, junto con el hecho de que un año de Saturno es equivalente a aproximadamente 30 años terrestres, explica por qué el nuevo vórtice hexagonal a gran altitud salió a la luz hace poco.
Develando el misterio del hexágono de Saturno
A partir del año 2014, los investigadores pudieron utilizar los instrumentos infrarrojos de la Cassini para estudiar la estratosfera septentrional por primera vez a medida que la atmósfera se calentaba.
Ahora está claro que los polos de Saturno se comportan de manera muy diferente. Los datos recopilados por Cassini al principio de su misión durante el largo verano austral mostraron que el polo sur tiene un vórtice tanto más abajo en las nubes como en altitudes elevadas, aunque ninguno de ellos es de naturaleza hexagonal. El vórtice meridional también es más cálido y mucho más maduro que el vórtice septentrional. En consecuencia, ambos polos muestran dinámicas muy diferentes.
Según Fletcher, esto indica que existe una asimetría fundamental entre los polos que no se comprende bien, o que el vórtice polar norte aún se estaba desarrollando en las últimas observaciones tomadas por la Cassini antes de su desaparición.
La existencia de un vórtice hexagonal en lo alto de la estratosfera de Saturno indica que todavía hay mucho por entender sobre el funcionamiento de la atmósfera del planeta. Sin embargo, en opinión de Fletcher, los hallazgos sugieren que existe una conexión entre los procesos que tienen lugar a diferentes altitudes.
Fletcher agregó:
Desde mi perspectiva, esto muestra que los fenómenos en el fondo de la capa meteorológica de Saturno pueden tener una gran influencia en la estructura de la atmósfera superior; existe una conexión entre estos dos dominios, por lo que no son completamente independientes entre sí.
Demuestra que las atmósferas planetarias gigantes son sistemas complejos e intrincados que evolucionan a lo largo de vastos períodos de tiempo, y que los conjuntos de datos a largo plazo, como los adquiridos por la Cassini, son absolutamente necesarios para comprenderlos”.
El estudio científico ha sido publicado en Nature Communications.
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