Los océanos cubren el 71% de la superficie dela Tierra, esto es una gran cantidad de agua si tomamos en cuenta las dimensiones de nuestro planeta. Ante esto surge la pregunta: ¿De dónde vino toda esa agua?
Esta es una pregunta que muchos investigadores se han hecho a lo largo de los años. Ahora, un nuevo estudio intenta dar una respuesta definitiva a este enigma. La Tierra obtuvo su agua durante sus primeros dos millones de años.
Un artículo recientemente publicado en la revista Geochemica and Cosmochimica Acts, se ha centrado en el estudio de unos raros meteoritos basálticos denominados angrites. Con base en esta observación, los investigadores pudieron sugerir que el agua que vemos hoy, llegó a nuestro mundo incluso antes que se formara por completo.
Aunque esa época, en que nuestro planeta aún se encontraba muy caliente, hubiera sido muy complicado que el agua se mantenga líquida en la superficie; los científicos sugieren que la Tierra empezó a enfriarse, y el agua pudo permanecer.
Según declaraciones del autor principal del estudio, Adam Sarafian del Instituto de Tecnología de Massachusetts:
Es una suposición bastante simple decir que el agua de la Tierra al menos comenzó a acrecer a la Tierra extremadamente temprano, antes de que el planeta estuviera completamente formado. Esto significa que cuando el planeta se enfrió lo suficiente para que el agua líquida pudiera ser estable en la superficie, ya había agua aquí”.
Los investigadores que analizaron los meteoritos llamados angrites, que se pueden haber formado hace 4.560 millones. Midieron la cantidad de un mineral llamado olivino, lo que indica su contenido volátil, es decir, sustancias con puntos de ebullición bajos, como el agua.
El estudio también trata de establecer el origen de los meteoritos angrite. El equipo sugiere que un Angrite Parent Body (APB) de aproximadamente 540 Km de ancho podría ser el que trajo estos minerales a nuestro planeta.
Se ha descubierto que la estimación realizada podría dar como «culpable» al asteroide Vesta, una gran roca de 525 kilómetros de ancho y ubicada en el cinturón de asteroides. Sin embargo, es probable que el APB ya no exista.
«A pesar de su tamaño sustancial propuesto, el APB no se ha observado físicamente, aunque hay asteroides más pequeños que exhiben características espectrales que son muy similares a los angrites», escribe el equipo en su artículo. «En consecuencia, la APB fue probablemente interrumpida o destruida».
El estudio nos da una nueva e interesante mirada sobre el origen del agua de la Tierra. Todavía hay muchas preguntas sin respuesta, pero tal vez la hemos tenido por más tiempo de lo que pensamos.
El estudio científico ha sido publicado en Geochemica and Cosmochimica Acts.
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