Aunque es diminuta, una planta descubierta puede ser catalogada como la más “dura de las duras”. Y es que esta planta posee el genoma más grande secuenciado hasta ahora. Se trata de un helecho diminuto del Pacífico.
Según informa The New York Times, el helecho recién secuenciado fue localizado por un equipo internacional de científicos en los parajes salvajes de Grande Terre, un archipiélago volcánico de Nueva Caledonia.
Jaume Pellicer, que formó parte del equipo que secuenció el genoma, dijo a NYT:
“No llama la atención. Probablemente lo pisarías y ni te darías cuenta”.
Más de 50 veces el tamaño del genoma humano
Pero cuando los investigadores llevaron el helecho Tmesipteris oblanceolata al laboratorio, se sorprendieron al descubrir que su genoma contenía unos 160.000 millones de pares de bases de ADN. Es más de 50 veces el tamaño del genoma humano y, como detallan los investigadores en un nuevo estudio, el mayor genoma conocido actualmente por la ciencia.
El estudio, publicado hoy en la revista iScience, afirma que este “genoma récord desafía los conocimientos actuales y abre nuevas vías para explorar la dinámica evolutiva del gigantismo genómico”.
Capacidad ridícula
Como señala Nature, el nuevo récord contiene unos 11.000 millones de pares de ADN más que el genoma vegetal más próximo conocido y 30.000 millones más que el mayor genoma animal conocido. (El primer genoma pertenece a la planta con flor japonesa Paris japonica, y el segundo al pez pulmonado jaspeado).
Y lo que es más sorprendente, el genoma del helecho de Nueva Caledonia es tan largo que si se extendiera una de sus células, sería más alta que la Estatua de la Libertad.
Genoma gigantesco
Aún se desconoce por qué el genoma de T. oblanceolata es tan gigantesco. Los científicos creen que hay un punto en el que gestionar tanta información genética se vuelve inmanejable. Además de la simple cuestión de tener suficiente espacio físico para albergar cómodamente el código genético, las células necesitan recursos como minerales esenciales para dividirse, lo que significa que un genoma como el de T. oblanceolata es un proyecto que requiere muchos recursos.
Teniendo esto en cuenta, la capacidad ridícula del genoma del helecho podría indicar la estabilidad del entorno en el que se desarrolla, en contraposición a las necesidades de la propia planta, que, curiosamente, ni siquiera tiene un sistema radicular real.
Esperemos que futuras investigaciones puedan responder a estas preguntas. Mientras tanto, dejemos que este humilde animalito nos recuerde que no debemos juzgar un libro, ni un diminuto helecho, por su portada.
Peciller dijo a Nature:
“La belleza de la planta está en su interior”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista iScience.
[FT: nature]
Tenemos algo para decirte: Visítanos en Facebook. Únete a la discusión en nuestra comunidad en Telegram. Y si te es posible, apoya nuestro trabajo invitándonos un café. ¡Te lo agradecemos!
0 comentarios