Sirve para consumir el gas natural sobrante y transformarlo en un combustible líquido que además puede usarse para sintetizar muchos compuestos químicos.
El metanol es una molécula que se emplea como materia prima para muchos compuestos químicos y que es considerada como una futura fuente de combustible. El problema es que en la actualidad se produce a partir de gas natural y a través de un proceso que consume mucha energía y que, por tanto, resulta muy caro.
Este jueves, un equipo de científicos de la Universidad de Cardiff, Reino Unido, ha publicado un artículo en la revista Science en el que han demostrado que son capaces de crear metanol de una forma mucho más barata. Han usado metano, agua oxigenada y un producto barato y muy fácil de conseguir: el oxígeno del aire. La clave de su método está en unos catalizadores, unos elementos que aceleran y facilitan las reacciones químicas, hechos de oro y paladio.
«La carrera para encontrar una forma más eficiente de producir metanol tiene ya cien años», ha resumido en un comunicado Graham Hutchings, coautor del estudio y director del Instituto de Catálisis de Cardiff. «Nuestro proceso usa oxígeno, un producto que es gratis y que está alrededor de nosotros, y lo combina con agua oxigenada a temperaturas moderadas que requieren un menor gasto energético».
El proceso transcurre en torno a unas nanopartículas de oro y paladio que flotan sin disolverse (en forma de coloides), en el seno de una solución de agua oxigenada. Después, basta con que los investigadores inyecten metano a presión y oxígeno gaseoso. Gracias a esto se consigue oxidar el metano y convertirlo en metanol.
«La comercialización llevará tiempo, pero nuestro método tiene grandes implicaciones para la preservación de las reservas de gas natural a medida que estas vayan disminuyendo», ha explicado Hutchings.
Los científicos de la universidad de Cardiff creen que podrían usar el gas natural sobrante que se suele quemar en el proceso de extracción del petróleo de esquisto para producir metanol. Esto reduciría las emisiones de dióxido de carbono, ya que no se quemaría este gas sobrante, y permitiría transformarlo en un combustible líquido fácil de transportar o en una nueva fuente para alimentar rutas de síntesis de compuestos químicos.
«La nueva aproximación que hemos demostrado nos acerca un paso a que la conversión directa de metano a metanol sea una opción viable en la práctica», ha dicho Christopher J. Kiley, coautor del estudio.
En portada, el científico Graham Hutchings, coautor de la investigación.
La investigación ha sido publicada en el sitio web de Lehigh University.
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