Podemos llamarle una medida extrema o hasta absurda; sin embargo, un reciente estudio ha propuesto que para evitar que las capas de hielo y los glaciares se derritan y caigan al mar se podrían construir muros gigantescos alrededor, con el objetivo de contener el escape.

Recientemente el glaciólogo de la Universidad de Princeton, Michael Wolovick, ha lanzado un informe planteando esta iniciativa, buscando no detener el derretimiento, sino más bien desacelerarlo; según informa Popular Mechanics.

Los datos obtenidos a partir de los análisis y simulaciones realizados por Wolovick han mostrado que potenciales paredes gigantescas ubicadas en las desembocaduras de las capas de hielo de Groelandia y la Antártida, las aislarían del mar. Esto favorecería a que el hielo mantenga su estado sólido congelado durante más tiempo, reduciendo drásticamente las actuales y enormes cantidades de hielo que se pierden en el mar.

Wolovick ha estado trabajando en esta idea durante dos años, según informa The Atlantic. Los resultados de sus observaciones han podido determinar que las paredes planteadas podrían aplacar los efectos nocivos del derretimiento del hielo durante siglos. De acuerdo al informe, esta solución podría llevar no solo a contener el derretimiento de los glaciares, sino a revertir los efectos del calentamiento global.

Los glaciares Pine Island como Thwaites se enfrentan al mar de Amundsen en la Antártida Occidental. Crédito: NASA / GSFC / SVS

Podemos estar tranquilos, pues según Wolovick, los muros no deben verse como inmensas paredes de ladrillo y concreto, tal como sería una presa gigantesca; más bien, serían estructuras simples, hechas de arena y piedra, que se extenderían por kilómetros bajo el agua del fondo del mar; reduciendo la forma en que los glaciares responder al mar y reducir la velocidad, evitando su colapso.

Obviamente, este sería un trabajo titánico y que demandaría muchos años, una gran inversión y sobretodo la cooperación mundial; con el fin de «salvar al mundo».

Wolovick cree que si su plan funciona, los glaciares podrían durar 10 veces más de lo que lo hacen hoy en día. Basándose en simulaciones realizadas en su laboratorio, el informe menciona que un glaciar que posiblemente habría durado 100 años hoy, con un muro, podría continuar durante al menos un milenio. Esto es algo totalmente sorprendente, y de funcionar justificaría el trabajo a realizar.

«Parte de la razón por la que expongo esto es que podría ser mejor tener una intervención más específica. Si bien la geoingeniería solar de amplio espectro tiene una escala más planetaria, los problemas también pueden ser de escala más planetaria», dijo Wolovick al The Atlantic.

El informe señala que esta solución funciona en la fuente del problema, y que el hipotético muro podría contener los glaciares en la Antártida y Groenlandia, que son la causa del aumento más inmediato del nivel del. Plantea esta opción como mejor a comparación de intentar controlar el sistema meteorológico mundial, como otras propuestas que han habido de simular la siembra de nubes y sombrillas gigantes en el espacio.

«Su escala geográfica es más pequeña», dijo Wolovick . «Obtienes mucho más por tu dinero, en términos de cuántos impactos sociales provienen de estas corrientes de hielo y glaciares de salida», dijo.

Opinión:

Lo que vemos aquí es Geoingeniería (según la Royal Society: «manipulación intencional a gran escala del clima planetario para contrarrestar el calentamiento global») como una solución a revertir el derretimiento de los glaciares. Como ya dijimos, es un proyecto colosal, que al verlo de ese modo, puede ser catalogado como absurdo y hasta «imposible»; sin embargo las simulaciones han demostrado su eficiencia en comparación con otros estudios. Desconocemos aún si será puesto en prática; pero de hacerlo se requerirá un presupuesto enorme y una cantidad de mano de obra nunca antes vista.