Un equipo de científicos han creado un diminuto robot parecido a “Terminator 2” que puede fundirse y solidificarse a voluntad, lo que le permite escapar fácilmente de espacios reducidos.
Para fabricar este robot que cambia de fase, los científicos introdujeron trozos microscópicos de neodimio magnético, boro y hierro en galio líquido (un metal con un punto de fusión bajo) y dejaron que se solidificara.
Al igual que el escalofriante T-1000 de “Terminator 2“, el robot puede cambiar de forma, lo que le convierte en un excelente escapista. Utilizando imanes para ordenar a su creación en miniatura que se derritiera, los investigadores grabaron al robot transformándose en un charco amorfo para deslizarse a través de los barrotes de una jaula antes de reconstituirse milagrosamente al otro lado.
Para llevar a cabo este truco de fusión, los investigadores calentaron el robot mediante un proceso conocido como inducción magnética, utilizando un imán móvil para crear una corriente eléctrica en su interior. La corriente fundió el galio y los elementos magnéticos suspendidos en su interior lo atrajeron hacia el imán.
Carmel Majidi, autora principal e ingeniera mecánica de la Universidad Carnegie Mellon, dijo en un comunicado:
“Las partículas magnéticas tienen dos funciones. Una es que hacen que el material responda a un campo magnético alterno, de modo que se puede, por inducción, calentar el material y provocar el cambio de fase. Pero las partículas magnéticas también dan a los robots movilidad y la capacidad de moverse en respuesta al campo magnético”.
¿Inspirado en el T-1000?
Los investigadores afirman que el dispositivo se inspiró en los pepinos de mar, que se han observado cambiando entre estados blandos y rígidos para protegerse de su entorno y aumentar el peso que pueden transportar.
Los investigadores ven varias aplicaciones médicas y tecnológicas potenciales para su robot. De momento, ha superado múltiples pruebas: fijar circuitos entrando en puntos de difícil acceso y transformándose después en soldadura; fundirse en el encaje de un tornillo y solidificarse después para convertirse en un tornillo mecánico; y extraer un objeto extraño de un estómago modelo.
Chengfeng Pan, ingeniero de la Universidad China de Hong Kong, dijo en un comunicado:
“Dotar a los robots de la capacidad de cambiar entre los estados líquido y sólido los dota de más funcionalidad. Ahora, estamos impulsando este sistema material de formas más prácticas para resolver algunos problemas médicos y de ingeniería muy específicos”.
Los hallazgos de la investigación han sido publicados en la revista Matter.
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