La capa de ozono podría recuperarse en pocas décadas gracias a la intervención humana, según revela un informe de Naciones Unidas.
Se trata de “un ejemplo inspirador de cómo el mundo puede unirse para hacer frente a los retos globales”, dicen investigadores.
El informe demuestra que el acuerdo internacional de 1987 para prohibir el uso de sustancias químicas nocivas que dañan la capa de ozono ha sido un éxito, según la BBC.
El Protocolo de Montreal de 1987 tiene el efecto deseado
La capa de ozono es una fina parte de la atmósfera terrestre que absorbe la mayor parte de la radiación ultravioleta del Sol. Los científicos observaron que empezó a agotarse en la década de 1970.
Pronto descubrieron que los clorofluorocarbonos (CFC), habituales en los aerosoles, frigoríficos y aparatos de aire acondicionado de la época, estaban devorando la capa de ozono. En 1985 se descubrió un enorme agujero en la capa sobre la Antártida, lo que llevó a 46 países a firmar el Protocolo de Montreal en 1987.
El agotamiento significa que la radiación puede potencialmente causar daños a los seres humanos en la superficie de la Tierra al aumentar el riesgo de cáncer de piel y otros problemas.
A pesar de la firma del Protocolo de Montreal en 1987, el agujero de ozono antártico siguió expandiéndose hasta el año 2000. Sin embargo, a partir de ese momento, los científicos observaron que se reducía lentamente. El nuevo informe de la ONU demuestra ahora que el Protocolo de Montreal está teniendo las consecuencias previstas, es decir, que el agujero de ozono se recuperará por completo en unas pocas décadas.
La colaboración internacional puede cambiar el curso de los problemas medioambientales
El informe resume las predicciones según las cuales la capa de ozono se habrá recuperado por completo en la zona más afectada del Antártico en 2066. Para 2045, se espera que el agotamiento se haya recuperado sobre el Ártico. En cualquier otro lugar afectado es probable que se recupere totalmente en sólo dos décadas.
Todo ello depende, por supuesto, de que se mantengan las políticas elaboradas para el Protocolo de Montreal.
El informe también sugiere que las políticas del Protocolo de Montreal han tenido un efecto positivo frente al cambio climático, ya que las sustancias químicas que se eliminaron son también gases de efecto invernadero. El informe estima que la eliminación progresiva de las sustancias químicas habrá evitado hasta 1 °C de calentamiento a mediados de siglo, en comparación con un hipotético aumento del 3% en su uso.
También advierte que la recuperación total de la capa de ozono no está garantizada y que los posibles planes de rociar dióxido de azufre en la atmósfera para volver a congelar los polos podrían tener un impacto negativo.
Good climate news: The ozone layer is on track to recover within 4 decades.
The healing of the Earth’s invisible shield is an inspirational example of how the world can come together to address global challenges like the climate crisis.
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— United Nations (@UN) January 9, 2023
En definitiva, la capa de ozono y el cambio climático son dos problemas diferentes que deben tenerse en cuenta ante cualquier plan medioambiental de gran alcance.
Dicho esto, el informe es un oportuno recordatorio de que la colaboración internacional puede repercutir positivamente en el medio ambiente y el planeta. En un tuit, la ONU escribió que se trata de “un ejemplo inspirador de cómo el mundo puede unirse para hacer frente a los retos globales”.
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