Un equipo de arqueólogos de la Sapienza University de Roma descubrieron una inusual estatuilla en la cueva de Battifratta, situada cerca de Pozzo-Nativo, en la región de Sabina (Lacio, Italia). Se trata de una figurilla de arcilla que data de hace unos 7.000 años, del Neolítico, cuando existían las primeras comunidades agrícolas de la península.
El estudio de la estatuilla se lleva a cabo en el marco de un proyecto interdisciplinar coordinado por el Departamento de Estudios del Mundo Antiguo de la Sapienza University. El objetivo principal del proyecto es examinar los “aspectos tecnológicos y estilísticos” de la estatuilla para comprender mejor su origen y creación.
Los arqueólogos observan que el rostro de la figurilla está representado esquemáticamente, pero el artesano que creó el artefacto prestó especial atención a los detalles del peinado y los adornos corporales. Es probable que esta estatuilla se utilizara con fines ceremoniales o rituales. Se cree que la figura muestra rasgos femeninos.
Cabe mencionar que artefactos similares son extremadamente raros en Italia y casi ausentes en los registros arqueológicos de la vertiente tirrénica.
La cueva de Battifratta impresiona por su aspecto laberíntico, donde estalagmitas y estalactitas crean una atmósfera única. Hay un manantial cerca de la entrada de la cueva. Las investigaciones en curso en la cueva de Battifratta forman parte de un proyecto más amplio dirigido por el Sapienza Great Excavations Fund, cuyo objetivo es estudiar los asentamientos prehistóricos del valle de Farfa y sus alrededores.
Los rasgos faciales de la muñeca, según los arqueólogos, sólo se insinúan esquemáticamente. No obstante, los investigadores afirman que el artesano que creó el artefacto puso “mayor cuidado” en la representación del peinado y los adornos corporales.
La Dra. Cecilia Conati, de la Sapienza University, dijo que cuando la presencia de cerámica se combina con hallazgos faunísticos y botánicos en varios niveles estratificados, y con el descubrimiento de un esqueleto humano junto a la muñeca, se revelan secretos. Todo ello sugiere que el manantial de la boca de la cueva no sólo se utilizaba para abastecerse de agua, sino también con “fines funerarios y rituales”.
La cueva de Battifratta proporcionó cobijo y protección a los primeros habitantes humanos, que dependían de la caza, la recolección y la agricultura rudimentaria para sobrevivir en torno al 7000 a. C. Aunque las pruebas concretas de rituales antiguos en la cueva de Battifratta son limitadas, la figurilla de arcilla sugiere claramente que se utilizaba con fines ceremoniales.
[H/T: US]
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