Tenemos en claro que las selvas de América del Sur son el hogar de múltiples especies y son unos de los lugares más ricos en biodiversidad en el planeta, sin embargo, por más llenos de vida que estén no suelen asociarse con las ballenas.
Ante la extrañeza de todos, una ballena jorobada de 8 metros ha sido descubierta el pasado viernes en los bosques de manglares del norte de Brasil, según indica un comunicado del grupo conservacionista brasileño Bicho D’água.
La ballena varada, que se cree que solo tiene un año de edad, se encontró a 15 metros de la playa del río en la isla de Marajó, la isla más grande del mundo producida por los sedimentos depositados de un río. Es probable que la ballena jorobada se introdujera en la desembocadura del río Amazonas y fuera arrojada a tierra cuando las mareas retrocedían.
El misterio de la ballena en el Amazonas
Durante el fin de semana, un grupo de científicos se dirigió a la zona con el objetivo de identificar la causa de la muerte, informa el medio brasileño O Tempo.
Se obtendrán muestras del cadáver en los próximos días para obtener más información sobre el extraño incidente y esperan finalmente enterrar el cuerpo.
Las ballenas jorobadas pueden crecer hasta 16 metros de longitud. Aunque el número de su población parece estar aumentando, la Lista Roja de la UICN señala que esta especie está en peligro de extinción.
Aunque este tipo de ballenas abarcan gran parte de los océanos del mundo es bastante inusual encontrar jorobadas en esta área en esta época del año. Por lo tanto, se cree que el joven individuo se separó de su grupo durante la migración y eventualmente murió como resultado del estrés.
Varamiento de ballenas
Los mamíferos marinos pueden quedar varados por una variedad de razones, desde factores ambientales, como el mal tiempo, hasta la enfermedad.
Una de las teorías más interesantes sobre los varamientos de ballenas sostiene que las tormentas solares, las ráfagas brillantes de energía electromagnética del Sol, podrían estar interfiriendo con las brújulas internas de los animales.
El sonar naval de barcos también es comúnmente citado como sospechoso en varamientos de cetáceos. Investigaciones recientes han demostrado cómo el sonar puede causar que algunas especies de ballenas se angustien, lo que les hace cambiar sus patrones de buceo. Esto puede resultar en una acumulación de burbujas de nitrógeno en su sangre, una condición conocida como enfermedad por descompresión o las curvas.
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