Hay más en el viento de lo que parece. A medida que avanza por todo el mundo, esta fuerza invisible puede llevar «pasajeros peligrosos» a algunas de las regiones más intactas, incluidas las partículas de polvo, los microbios e incluso el plástico.
Un pequeño estudio piloto ahora sugiere que pequeños fragmentos de este material sintético están lloviendo en algunas de las regiones más remotas del mundo.
Un equipo de investigadores franceses han encontrado enterrados en el suelo de la cordillera de los Pirineos (Francia), una gran cantidad de microplásticos. De acuerdo a las estadísticas, cada día llegan un promedio de 249 fragmentos y 44 fibras por metro cuadrado.
Contaminación con microplásticos
Utilizando simulaciones atmosféricas así como trayectorias de masas de aire, los autores ahora han rastreado esta contaminación a unos pocos pueblos pequeños cercanos. Y mientras que los datos no pueden demostrar exactamente el transporte de largo alcance, los hallazgos sugieren que los microplásticos pueden viajar hasta 100 kilómetros en la atmósfera, quizás incluso más lejos.
Ubicadas en una de las zonas más vírgenes de Europa, estas muestras indican un nivel similar de contaminación plástica atmosférica a megaciudades como París, a veces, incluso más.
Steve Allen, científico de la University of Strathclyde en Reino Unido, dijo en un comunicado:
Lo esperábamos en una ciudad. ¿Pero allá arriba? El número es asombroso”.
Contaminación humana sin límites
Es otro recordatorio desalentador de que la contaminación humana no conoce fronteras. Sin embargo, aunque la basura plástica es un desafío ambiental clave para esta generación (detectada en el suelo, ríos, océanos y lagos), sorprendentemente, pocos estudios han analizado si se puede encontrar flotando en el aire.
Si bien la nueva investigación puede ser pequeña, es un lugar importante para comenzar.
Los autores escribieron en su estudio:
Sugerimos que los microplásticos pueden alcanzar y afectar áreas remotas, escasamente habitadas a través del transporte atmosférico”.
Si tienen razón, podría significar que los microplásticos realmente están en todas partes, incluso en el aire que respiramos.
Michèlle van der Does, geóloga marina, dijo a The Huffington Post:
Estas partículas de plástico son mucho más grandes que las partículas de polvo que encontramos, aunque también encontramos estas partículas de polvo gigantescas. Pero su densidad es mucho menor, por lo que también son más fáciles de transportar en grandes distancias”.
Los hallazgos de la investigación indican que prácticamente estamos respirando microplásticos, y es posible que hayamos sido víctimas inconscientes desde hace muchos años.
El estudio científico ha sido publicado en Nature Geoscience.
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