El colapso de la Amazonía podría ser una «bomba del fin del mundo», causando la destrucción del medio ambiente en todo el planeta.
A medida que la selva amazónica continúa ardiendo como resultado de las prácticas de deforestación de tala y quema, nos acercamos constantemente al punto de no retorno.
Según The Intercept, en los últimos 50 años, aproximadamente el 20 por ciento de la selva tropical se ha quemado o cortado. A medida que continúan los incendios actuales y las políticas que los llevaron a continuar, otro 20 por ciento, es decir, más de 482.000 kilómetros cuadrados, pronto podrían desaparecer también. Cuando esa tragedia ocurra, los científicos advierten sobre un «colapso del sistema en cascada», en el que el Amazonas comienza a desmoronarse por completo y libera una cantidad devastadora de carbono almacenado en el planeta en el proceso.
Bomba de tiempo
La selva amazónica solía ser un importante sumidero de carbono, lo que significaba un lugar que impedía que grandes reservas de carbono secuestrado entraran y calentaran la atmósfera.
Pero The Intercept informa que la selva ya ha sido devastada por la deforestación hasta el punto de que el bosque restante ya no compensa la cantidad de carbono que ya se ha liberado.
Último suspiro
Si se cortan o queman más árboles, las emisiones de gases de efecto invernadero resultantes serían equivalentes a una «bomba del día del juicio final», como cita The Intercept, que no solo conduciría al desmoronamiento del resto del bosque, sino que también podría afectar el medio ambiente en todo el planeta, es decir su destrucción total.
Francisco Umanari, jefe indígena de Apurinã, habló sobre las políticas ambientalmente peligrosas del presidente Bolsonaro, según informa The Intercept:
Su proyecto para el Amazonas es el agronegocio. A menos que sea detenido, atropellará nuestros derechos y permitirá una invasión gigante del bosque. El acaparamiento de tierras no es nuevo, pero se ha convertido en una cuestión de vida o muerte”.
Lo que temíamos podría ocurrir dentro de poco. Los hombres de ciencias ya lo advirtieron, si seguimos deforestando esta reserva natural, todo el planeta estará destinado a su fin. No son profecías apocalípticas, esto es real. F.T.
Fuente: Futurism / The Intercept
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