A unos 150 millones de años luz de distancia, una extraña galaxia rodeada de remolinos surcándola ha significado un gran misterio para los científicos desde hace un tiempo; pero ahora nuevas observaciones están empezando a darnos algunas respuestas.
La galaxia en cuestión se llama NGC 4696, y es uno de los cientos de sistemas estelares que forman el cúmulo de galaxias Centaurus, ubicado en la constelación de Centaurus. Pero a diferencia de sus numerosos compañeros, NGC 4696 está en la posición única de ser consumida y dispersada por un agujero negro supermasivo en su centro.
Para empezar, NGC 4696 es la galaxia más brillante de todo el clúster Centaurus, lo que significa que está entre los sistemas estelares más brillantes que conocemos.
Pero aún más distintiva es la cubierta visible de la galaxia y algunos filamentos, y gracias a la nueva investigación llevada por la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, estamos más cerca de entender cómo estas formaciones extrañas llegaron a ser lo que hoy podemos ver.
En nuevas observaciones realizadas con el Telescopio Espacial Hubble, el equipo pudo medir estos filamentos, que se extienden 200 años luz de anchura (que es más de 1 cuatrillón de kilómetros).
Los filamentos, formados de gas y polvo, tienen una densidad 10 veces mayor que el gas circundante, y lograr formar estructuras giratorias que están conectadas al centro brillante de la galaxia.
En el corazón de NGC 4696 se encuentra un agujero negro supermasivo, que los astrónomos creen que es el responsable de la extraña apariencia de los hilos de gas.
Según la hipótesis, el agujero negro calienta el gas que rodea las regiones internas de NGC 4696, enviando corrientes calientes de gas en dirección hacia el exterior.
Este material barre el polvo y otros gases a medida que avanza, empujando los filamentos cuando salen al espacio.
Pero mientras el proceso envía gran parte del material de los filamentos hacia el interior del espacio que rodea a NGC 4696, en el centro, el agujero negro de la galaxia aspira el gas y lo consume.
Aunque este dramático fenómeno hace que una galaxia sea visualmente sorprendente, la verdad es que los impresionantes remolinos de gas del NGC 4696 enmascaran un sistema de estrella moribunda.
Con todo ese material cósmico siendo explotado hacia afuera, deja muy poco gas y polvo para formar nuevas estrellas.
Esto significa que luego de que las estrellas del NGC 4696 envejezcan y finalmente mueran, no serán reemplazadas por ninguna nueva estrella – por lo que la galaxia más brillante del racimo de Centaurus no brillará siempre de esa forma tan intensa.
NGC 4696 es un ejemplo de una galaxia elíptica, que a menudo se forman por colisiones entre galaxias espirales – como nuestra propia Vía Láctea. Las galaxias elípticas generalmente contienen estrellas viejas o envejecidas, y además es muy difícil que puedan formar nuevas estrellas.
En ese frente, NGC 4696 es como otras galaxias elípticas, a pesar de sus hermosos remolinos.
Pero al menos el NGC 4696 puede ayudarnos a comprender mejor los procesos cósmicos que mantienen a algunos sistemas estelares en un estado latente, no importa cuán espectaculares puedan verse.
Los hallazgos han sido reportados en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
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